Promesas que no valen nada

Los periodos electorales suelen ser tiempos de grandes anuncios y de proyectos que cambiarán el futuro de los territorios. Soria no ha estado ajena a estas cuestiones, pero en la provincia rara vez se cumplen las promesas y casi nunca, a tiempo. Basta echar un vistazo a los Presupuestos Generales del Estado de la última década para ver cómo sistemáticamente se repetían partidas y proyectos. Es un síntoma claro de que para que se concluya una iniciativa en Soria tienen que pasar casi 10 años, si no más, porque hay otras propuestas que directamente han ido a parar al fondo del cajón de algún despacho. Ejemplos hay varios, quizás lo más significativos sean la nueva cárcel, la remodelación del Banco de España o el Centro de Referencia Estatal, sin entrar en injustificables retrasos o cancelaciones que ha sufrido la construcción de las autovías o la vía férrea.

Una de las inversiones más importantes que se han desarrollado en la provincia en el últimos años es la construcción del nuevo centro penitenciario provincial en Las Casas. El Gobierno ha empleado más de 100 millones y, según el último borrador de presupuestos presentado por el Ejecutivo, el coste total se elevará a 132 millones de euros. En esas cuentas se presupuestaba una inversión de 18 millones para terminar unas obras que llevan prácticamente finalizadas desde hace años a falta de cuestiones ‘menores’ como el colector, el equipamiento y la dotación de personal.

En este caso, hablamos de un proyecto que nació con el Plan de Actuación Específico para Soria (PAES) del Gobierno de Zapatero, allá por el año 2005. Alfredo Pérez Rubalcaba, a la sazón ministro del Interior –que lo cerró con el alcalde Carlos Martínez– y la entonces responsable de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, fueron los grandes valedores del proyecto apoyados por la necesaria ‘cobertura’ municipal de color socialista. Solo había un puñado de opositores del propio barrio de Las Casas, una lucha nada encarnizada que desembocaría en 2010 con el pistoletazo de salida a las obras.

La Sociedad de Instituciones y Equipamientos Penitenciarios aseguraba a primeros de 2015, durante una visita del presidente de la sociedad, Andreu Roca, que hasta el 2016 no se licitaría el equipamiento de la cárcel. Ya estamos en 2019 y parece que, ahora sí, la apertura está próxima. El colector, el equipamiento y la dotación de personal están en marcha. Desde el PSOE se ha insistido en que la intención es que abra sus puertas, aunque sea por módulos, antes de final de año. Sin embargo, a través de una respuesta parlamentaria, desde el Gobierno se avanzó que la puesta en servicio no se producirá al menos hasta el segundo semestre del año 2020. Como mínimo, habrá pasado una década desde el inicio de las obras.

Más tiempo de espera que la cárcel lleva el Centro de Referencia Estatal, aunque también hay que destacar que en cuestión de semanas empezará a funcionar una vez que ha incorporado al personal de dirección y están cerca de adjudicarse los servicios auxiliares del complejo. A principios del mes de marzo, la titular de Sanidad, María Luisa Carcedo, visitó el centro para anunciar sus próxima apertura. La propia ministra recordó que el Centro ha estado parado durante los últimos años en espera de poder formalizar su apertura. El Centro de Referencia Estatal ha supuesto una inversión pública de más de 3,5 millones de euros y empezó las obras en el año 2008. Cuando esté a pleno rendimiento, la instalación dará servicio a unas 80 personas y se prevé la creación de una veintena de empleos de forma directa y otros tantos de manera indirecta.

El tercer ejemplo claro de la parálisis que enferma a los proyectos sorianos es quizás el más sintomático de todos, la remodelación del Banco de España. El Estado adquiere el inmueble en 2006 y a propuesta de la Dirección General de Patrimonio y del Ministerio de Cultura «se dispone por Orden del Ministro de Economía y Hacienda de fecha 12 de diciembre de 2006 la afectación al dominio público con destino a servicios del Ministerio de Cultura, de una parte del inmueble descrito, concretamente las plantas baja y sótano del edificio, con una superficie de 724 metros cuadrados y 774 metros cuadrados respectivamente, destinadas a sede de Exposiciones Temporales». En el año 2007 se llevan a cabo unas obras de acondicionamiento por valor de poco más de 100.00 euros.

Unos años después, en 2009, y con motivo de la aprobación del PAES, «la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales redactó un Anteproyecto de Plan Museológico con la propuesta consistente en la cesión de la titularidad del inmueble por parte del Ministerio de Economía y Hacienda al Ministerio de Cultura para ser destinado a futura sede del Centro Nacional de Fotografía». Por fin, en el año 2012 se iniciaron las obras de remodelación aunque apenas un año después se detectó un error en el proyecto y tuvieron que paralizarse. La intervención se retomó en septiembre de 2014 y continuaron hasta principios de 2016. En ese tiempo se terminó la actuación en el exterior del inmueble.

Una vez paralizadas las obras, los problemas económicos de la adjudicataria, Isolux Corsan, obligaron a rescindir el contrato. A esta circunstancia se unió otra problemática. El Gobierno, entonces en manos del PP, decidió desechar el proyecto del Museo de la Fotografía y optó por un plan diferente. Esta propuesta consistía en ubicar en el Banco de España la sede de la Subdelegación para que el edifico de la Subdelegación acogiera las dependencias de la Policía Nacional. Ese plan avanzó a trompicones, pese a que las obras seguían paradas. Cuando estaba todo listo para retomar la intervención llegó el cambio de Gobierno y, con ello, un nuevo cambio de proyecto que volvió, tal y como siempre ha defendido el PSOE, a un futuro ligado al uso cultural. En estos momento la intención es hacer un Centro de Cultura y Territorio con el objetivo de que se estudien y analicen cuestiones para combatir la despoblación y la creación de iniciativas culturales para todo tipo de territorios. El Ayuntamiento de Soria participa en el proyecto hasta el punto que ha licitado un estudio para definir el futuro uso del edificio del Banco. Se estima que será necesaria todavía una inversión de unos cuatro millones de euros, aunque todavía es una incógnita cuándo podrán retomarse las obras.