Caja Rural impulsa una planta de reciclaje de aerogeneradores

Caja Rural de Soria, a través de sus participadas, lidera un proyecto para poner en marcha un centro integral de reciclaje de aerogeneradores en la provincia que se ubicaría en el Centro de Desarrollo de Energías Renovables (Ceder) de Lubia. Se trata de una iniciativa en la que Cetasa, la Compañía Eólica de Tierras Altas participada por la entidad financiera, lleva ya trabajando un tiempo, dada la edad de los parques eólicos en Soria. Y es que la primera de las instalaciones, El Madero I, arrancó en 1998, pionera además en toda la Comunidad. En estos momentos todos los promotores del viento están tramitando el alargamiento de la vida útil de los aerogeneradores hasta los 25 años, pero a partir de ahí hay que ir pensando en cambiar las máquinas. Los nuevos molinos tienen un aprovechamiento eólico mayor en áreas bajas, pero ahora mismo sustituir los existentes no es tan urgente porque todavía quedan unos años. El problema llegará, a juicio del director ejecutivo de Cetasa, Javier Gracia, en tres o cuatro años, cuando morirán en torno a 5.000 aerogeneradores. Ahí es cuando quiere estar Caja Rural de Soria.

Su proyecto abarcaría no sólo el reciclaje de las turbinas de los aerogeneradores de Soria, sino de todas las provincias limítrofes, donde también producen la energía del viento, aprovechando la «privilegiada ubicación de la provincia». Y el emplazamiento elegido podría ser el Centro de Desarrollo de Energías Renovables (Ceder) de Lubia con sus más de 600 hectáreas.

Los responsables de las participadas de la Caja llevan reuniéndose desde hace más de un año con los subdelegados del Gobierno, primero con Yolanda de Gregorio (PP) y después con Miguel Latorre (PSOE), para presentarles una propuesta para la rehabilitación de palas, amparada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Pero además, Cetasa está estudiando el trabajo de reciclaje en campo a través de una plataforma móvil con la que se pueda cambiar la turbina en el propio aerogenerador. «Se trata de buscar una aplicación de su producto cuyo resultado sea el reciclaje», añadió Gracia.

Todavía no se han dado a conocer las cifras de inversión ni se han cuantificado los puestos de trabajo, pero lo que está claro es que este proyecto conseguiría atraer mano de obra cualificada. «Se podrían mantener investigadores si se consiguiera una línea que permanentemente estuviera trabajando en el reciclaje del producto».

La propuesta ha salido de las participadas de la Caja, y ya se está hablando con el Ceder de Lubia, donde también se podría llevar a cabo el reciclaje de la fibra de vidrio. De esta forma también se cumpliría uno de los objetivos del Ceder para convertirse en un centro de referencia en las tecnologías limpias. Porque a las actividades sobre el aprovechamiento energético de productos de biomasa que se realizan en el centro desde sus comienzos, 1986, se han venido a sumar a partir de 1997 otras relacionadas con el aprovechamiento de la energía eólica mediante pequeños aerogeneradores en sistemas aislados, así como con la predicción y caracterización de recursos eólicos.

No obstante, no hay que olvidar que mientras tanto hay que ocuparse del mantenimiento de los parques en funcionamiento. «Por cada 25MW se invierten 500.000 euros al año», de tal modo que partiendo de que en la provincia hay 1.178 MW instalados en Soria mueve un negocio de más de 23 millones de euros.

Y gracias a la última subasta energética los promotores han retomado los proyectos parados desde 2013, cuando quedaron suprimidas las primas a las renovables. Así, según los datos del Servicio Territorial de Industria, en la actualidad se encuentran en tramitación un total de 42 parques eólicos y que conllevarían una inversión de casi 62 millones de euros. De ellos, ya están autorizados cuatro, con una potencia instalada de 62,79 MW. Pero otros 38 esperan a corto plazo contar con el beneplácito de la Administración regional, que de llevarse a cabo sumarían otros 1.302 MW de potencia instalada.

Lo que sigue pendiente es la eliminación de la ecotasa. La Asociación de Promotores de Energía Eólica de Castilla y León (Apecyl), de la que Javier Gracia es presidente, lo lleva proponiendo a la Junta de Castilla y León desde que puso en marcha en 2012 este impuesto regional que grava la generación de energía renovable en la Comunidad, alegando que ahuyentaba a los inversores. «La Administración propuso la rebaja para los parques nuevos, pero seguimos en negociaciones para que desaparezca por completo y confiamos en conseguirlo», manifestó Gracia.