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GASTRONOMÍA

Vinos del Bierzo y huevos ‘eco’ de Pinares para un maridaje de altura

Bodega del Abad presenta en Soria sus blancos y tintos con aromas suaves y afrutados mientras Eco Urbión y el chef Luis Alberto Simón sorprenden con los bocados ‘sólidos’

José Luis Díez e Isabel Paz, en pie, presentan sus vinos ante Cristina Aldavero, Alberto Rubio y una amplia concurrencia.-MARIO TEJEDOR

Publicado por
ANTONIO CARRILLO
Soria

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El Bierzo y Pinares se hermanaron ayer de la mejor forma posible, en torno a la mesa. Bodega del Abad trajo desde la provincia leonesa sus caldos, tintos y blancos, para encontrarse con los huevos ecológicos de Eco Urbión en el Club de Catas del Casino. El chef Luis Alberto Simón, del burgalés El Cenador de Quintanar, fue el encargado de orquestar el matrimonio y Cristina Aldavero lo ofició.

«Venimos a presentar una zona y unos vinos que cada vez se están expandiendo más», resumió la enóloga de Bodega del Abad, Isabel Paz. «Queremos que puedan disfrutar ellos», en relación al mas de medio centenar de asistentes «tanto como nosotros elaborando».

Y es que en un mundo tan conocido como el del vino, los caldos bercianos aún guardan sorpresas para los paladares sorianos. «Trabajamos con godello y mencía y la mencía a mi me ha cambiado los esquemas. Es cambiar lo típico».

Paz destacó que «ofrecemos un paladar más suave, para todas las facetas, para todos los momentos. Al tipo de paladar que la gente está buscando ahora se adapta genial. No quiere decir que no tenga cuerpo y estructura. Es una variedad de las únicas que tienen aromas florales como violeta o lavanda. Mientras en otras predominan más los frutos rojos y los tintos, en esta predominan más aromas florales».

Así, las distintas variedades de Abad Dom Bueno y Carracedo acompañaron a los huevos ecológicos de Duruelo entre los que se colaron guiños a platos típicos y a postres señoriales. Los platos fuertes fueron acompañados por mencías mientras que se reservaron dos godellos (uno madurado en barrica) para rematar la cata.

Al público le gustó, pero la enóloga de Bodega del Abad revelaba entre bambalinas que hay mucho más de lo que se percibe detrás de cada trago. «El vino se forma desde la viña. Desde el minuto uno en que la plantas. Las noches que te pasas sin dormir porque puede helar. La operación de deshojado, el suelo que tenga las condiciones óptimas, la entrada de la uva, hablar con el viticultor para que esté en condiciones adecuadas, que termine de elaborarse en bodega, llevarlo al distribuidor, que llegue al cliente final o al hostelero que fomenta que pidan ese vino...». ¿El resultado? Que «el vino tiene alma».

Hasta ahora las peculiaridades del Bierzo ayudan a ser optimistas para este año. «Estamos rodeados de montañas y nos protege de esas heladas. Suele ser un menor porcentaje de daño que en otras zonas». De momento, Abad Dom Bueno 2019 ya tiene buena pinta.

Abad Dom Bueno y Carracedo anduvieron ayer bien arropados por dos anfitriones de Duruelo de la Sierra. El productor de huevos ecológicos –entre otras muchas cosas– Alberto Rubio aprovechó para «dar a conocer lo que es un huevo ecológico y lo que son los primeros huevos ecológicos producidos y distribuidos desde Soria. La característica principal del huevo ecológico, para los que tienen más de 40 años, es que sabe a huevo. Es algo que se ha perdido, como se ha podido perder el sabor del tomate. Esto sabe a huevo», recalcó.

En su apuesta «aparte está el bienestar animal, que es muy importante aunque la diferencia puede ser un poco menor con el huevo campero. La gran diferencia es la salud. El huevo ecológico, aparte de unas características organolépticas muy diferentes, es que no tiene ningún pesticida, ningún herbicida, ningún tratamiento químico de los alimentos».

Poca presentación más requiere un producto «de lo más socorrido de la cocina en general. ¿A quién no le gusta un huevo frito? ¿A quién no le gusta una tortilla en un bocadillo cuando se va al monte? Al final es la base de muchísimas preparaciones. Da textura, da sabor, potencia sabores». Y más, si cae en las manos del cocinero durolense Luis Alberto Simón, ahora radicado en El Cenador de Quintanar de la Sierra.

Su idea tanto ayer como a diario es «trabajar en la línea de la sierra, de los productos de kilómetro cero, de cercanía». Lo primero en ‘caer’ fue «una crema de setas de temporada. Está brotando algo de marzuelo, perretxico, boletus y con un huevo escalfado a baja temperatura con unas cortezas crujientes de torrezno de Soria». De segundo, una enseña del chef como es «la sopa de ajo carretero». Pan de pueblo y huevo ecológico dieron el toque para que, efectivamente, aquello supiese igual de bien que antaño. Para finalizar, «una crema inglesa al aroma de vainilla con toques tostados y un toque de micología. He hecho una tierra de chocolate con marzuelos y rebozuelos».