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La trufa busca un sello para blindar su imagen
La mesa sectorial comienza los trámites para buscar la figura de Marca de Calidad, igual que la del torrezno
La trufa negra de Soria acelera en pos de un reconocimiento que la distinga y la proteja frente a otras zonas de producción. El planteamiento no es ni mucho menos nuevo y por ejemplo en el Salón de Plenos de la Diputación se han escuchado voces –especialmente la de Javier Romero– demandándolo desde hace años.
Con estos antecedentes más iniciativas como la jornada técnica auspiciada por Caja Rural sobre jornadas de reconocimiento europeo, la mesa de la trufa de Soria acordó por unanimidad iniciar la tramitación necesaria para lograr que la variedad negra sea reconocida como Marca de Garantía, dotándose así de una figura de calidad que le dé un valor añadido, sirva de elemento distintivo respecto a otras trufas y la haga más competitiva de cara a su comercialización. En esta mesa se acordó que sea la Diputación quien lidere la búsqueda de este reconocimiento, informa Ical.
Dentro de las figuras de protección que se ha puesto encima de la mesa, finalmente se ha optado por la Marca de Garantía que servirá para certificar que la trufa negra de Soria cumple unos requisitos comunes de calidad y cuenta con un carácter de diferenciación dentro del mercado.
En la Diputación se creó una mesa de trabajo encargada de elaborar un reglamento de uso así como los estatutos de la Marca de Garantía Trufa Negra de Soria. En dicho reglamento se fijarán los cánones de garantía que ha de cumplir la trufa relativos a cuestiones como su calidad, componente, origen geográfico o condiciones técnicas. Otros productos sorianos, como el chorizo, también trabajan para lograr una distinción.
La mesa está compuesta por las asociaciones de truficultores, Cesefor, la Junta de Castilla y León a través del departamento de Medio Ambiente y Soriactiva. Habrá una nueva reunión el próximo cinco de junio en la que se presente el primer borrador de ese reglamento de uso, que una vez aprobado tendrá que ser remitido a la Junta como organismo encargado de autorizar la Marca de Garantía.
En dicha reunión, se procederá también a comenzar con la planificación de las actividades de promoción que se llevarán a cabo la próxima campaña de la trufa por parte de todos los organismos e instituciones implicados. En relación a la Marca de Garantía, la mesa de la trufa acordó también registrar un dominio para la creación de una página web.
Y es que los halagos y buenas cifras del sector trufero en Soria no permiten dormirse en los laureles. Zonas como Teruel pugnan en cantidad y trayectoria mientras otras, como Zamora, inician su apuesta por la trufa. Por ejemplo la Diputación zamorana anunció recientemente subvenciones en especie consistentes en planta micorrizada con Tuber melanosporum, es decir, trufa negra, para establecer nuevas plantaciones para su ubicación en fincas de propiedad municipal.
La figura de la Marca de Calidad tiene un precedente muy exitoso en Soria. El torrezno logró este reconocimiento y su demanda se ha disparado en los últimos años. Ya se pide con el apellido ‘de Soria’ por toda España y ha supuesto un despegue tanto en ventas como en prestigio. El objetivo de la trufa es similar, que se demande por su origen y que la soriana no acabe diluida entre otras producciones, como pueda pasar ahora cuando se vende a Francia.
Sin duda uno de los grandes argumentos para la obtención de este sello, más allá de la indudable cantidad, calidad y potencial trufero de la provincia, está en su identificación con el producto como ocurre en la veterana Feria de la Trufa de Abejar. Este año, sin ir más lejos, logró reunir a participantes procedentes de Estados Unidos, Australia y Alemania.
Tres de cada cinco expositores ya viene de fuera de la provincia e incluso de España y desde 2018, con la ampliación de la carpa, la Feria cuenta con espacio para 37 empresas del sector de la truficultura que ayudan a potenciar sus actividades científicas, gastronómicas y lúdicas, informa Ical.