SUCESOS
Los huesos archivados
Toxicología y Medicina Legal confirman la procedencia humana de los restos de La Fuentona pero el juzgado lo archiva por tener más de 20 años
Los huesos hallados a finales del pasado mes de marzo en la Fuentona eran humanos. Así lo confirmaron ayer fuentes de la Subdelegación del Gobierno en la provincia, pero parece que no hay caso. Del mismo modo que confirmó la procedencia humana ósea, que había suscitado dudas incluso entre la Guardia Civil, el Juzgado de El Burgo de Osma ha procedido al archivo de la causa porque los restos tienen una antigüedad de más de 20 años, fecha en la que precisamente prescribe un delito, si éste realmente hubiera existido, según el artículo 131 del Código Penal.
El Instituto Nacional de Toxicología y el Instituto de Medicina Legal han sido los encargados de confirmar que los huesos eran humanos, así como la antigüedad de los mismos. Por lo tanto, se mantiene la incógnita y el misterio en torno a este hallazgo que al final queda en unos huesos archivados.
Como se recordará, las inmediaciones de uno de los parajes naturales más visitados de la provincia, La Fuentona fue el escenario de este enigma. A tan solo unos metros de uno de los senderos principales que conduce al Monumento Natural aparecieron unos restos humanos. El hallazgo de unos huesos faciales corrió a cargo de Luisa Abenza, directora del Centro Micológico de Navaleno y formadora de Cybertracker Conservation, cuando se encontraba junto a un grupo de alumnos realizando en dicho entorno un curso de búsqueda de huellas de animales. En concreto, se encontraban realizando prácticas de un curso de rastreo de fauna silvestre. La directora se adelantó al resto del grupo para buscar un terreno que estuviera más húmedo, y la casualidad quiso que a unos metros de una de las sendas de acceso a la Fuentetona se topara con los huesos. Inicialmente los confundió cona pelvis de cordero. Pero al acercarse se dio cuenta de que realmente eran unos huesos faciales. El Instituto Nacional de Toxicología y el Instituto de Medicina Legal le han acabado dando la razón. Parecían evidentes los rasgos del hueco de los ojos, la nariz, dos molares y el resto de orificios faciales, tal y como explicaba la propia directora del Centro Micológico de Navaleno.
Fue entonces cuando llamaron al Servicio de Emergencias de Castilla y León 112. «Al principio se sorprendieron porque la gente está acostumbrada a ver un cráneo completo y no sólo los huesos faciales y yo les intentaba explicar lo que era». Ellos fueron los encargados de avisar a los agentes de la Guardia Civil.
Entre la incredulidad de los miembros de la Benemérita, los huesos fueron recogidos para su posterior remisión a los institutos citados. Abenza fue más allá ya que incluso señaló en marzo que los huesos podrían llevar «bastante tiempo» en la zona, y que se confundían con el propo sendero de piedra blanquecina. Y efectivamente, al menos más de 20 años perdidos y ahora, archivados..