TRÁFICO
El Temeroso y La Omeñaca se protegen con nuevos radares
Los trabajos de colocación están en marcha en dos de los puntos con mayor siniestralidad grave
La Dirección General de Tráfico está colocando nuevos radares –técnicamente, cinemómetros– en diversos puntos de las carreteras sorianas. Dos de ellos son especialmente significativos por haber sido escenario de numerosos accidentes graves, por lo que su conveniencia parece fuerade toda duda. Se trata de los puertos del Temeroso y la Omeñaca, donde a pesar de la mejoría de las cifras de siniestralidad en los últimos ejercicios los fallecidos y heridos graves han sido tristemente frecuentes.
Por el momento, desde la Subdelegación del Gobierno se apuntó que no hay nuevos radares fijos en marcha, si bien salta a la vista la colocación de los nuevos aparatos en ambos puntos. Además, se apunta la posibilidad de que se sumen nuevos puntos de control en la salida de San Leonardo en sentido Burgos, también en ocasiones problemático aunque se considere más peligroso Navaleno; y en la zona de Martialay, que a pesar de su escasa peligrosidad por ser recto y con buen firme también ha visto sucesos muy graves sin ir más lejos con tres víctimas mortales en 2016.
Según pudo comprobar este medio tanto en La Omeñaca como en El Temeroso, ya se erigen sobre sus postes. No son como los que existenactualmente en servicio en la provincia, en cajas de chapa gris, sino que se opta por los nuevos modelos, más altos pero menos voluminosos aunque con la misma función y escaso margen de duda para los conductores. Las nuevas dotaciones de radares fijos llevaban tiempo aprobadas si bien no se había concretado dónde se colocarían. Ahora son patentes a la vista de cualquiera.
En La Omeñaca se opta por situarlo en la zona baja del puerto, donde se suele llegar a bastante velocidad para enfilar la recta hacia Aldealpozo. La velocidad máxima permitida en la actualidad es de 90 kilómetros por hora. A pesar de tener curvas abiertas, un firme aceptable e incluso un segundo carril en sentido ascendente para adelantar con facilidad, sólo entre 2012 y mediados de 2016 se reconocían 64 accidentes y seis fallecidos.
En la conexión capitalina con El Burgo de Osma, cuya conversión en autovía está comprometida como en el anterior caso, el rádar se ubica en medio del puerto. Cabe recordar que El Temeroso ha sido escenario tanto de graves choques frontales como de vuelcos sobre todo de camiones por sus singulares peraltes. La velocidad llega a limitarse a 50 kilómetros por hora en las curvas más preocupantes.
La provincia de Soria tiene siete puntos de control de velocidad fijos y 31 móviles, según los datos públicos presentados por la Dirección General de Tráfico (DGT) esta misma semana. En total, 38 zonas donde es factible encontrar un rádar a lo que hay que añadir un punto automático de control de uso del cinturón en la A–2 o el ‘foto-rojo’ de la Cuesta de Dehesa Serena en la capital.
Los siete radares fijos, señalizados de forma previa tal y como marca la propia regulación y por tanto para nada ocultos, se encuentran en la zona de Abejar (aunque la ‘caja’ se ha retirado); dos en la N-122, uno de ellos en Golmayo y otro cerca de Aldealpozo; uno en la variante de Garray; otro en la autonómica CL-101 no muy lejos de Almazán; y dos en la autovía A–2 a su paso por el sur de la provincia.
Los 31 puntos donde puede encontrarse un radar móvil se actualizan periódicamente y se pueden consultar sin problema alguno en la página oficial de Tráfico. Cubren tanto carreteras nacionales como autonómicas y provinciales, con lo cual la posibilidad de resultar sancionado si no se respetan las normas es elevada en cualquier tipo de vía.
A estas cifras hay que sumar otros dispositivos para detectar los excesos de velocidad. Por ejemplo ya se han visto varias veces los helicópteros de la DGT sobrevolando carreteras sorianas. Los conocidos como Pegasus permiten medir la velocidad a la que se desplaza un vehículo desde un punto en el que es prácticamente indetectable para el conductor, amén de que su privilegiada visión puede detectar otro tipo de infracciones y avisar a agentes de tierra.
También hay constancia testifical de la utilización de mini radares al menos en una ocasión, precisamente en el puerto del Temeroso. Son complicados de detectar para los conductores primero por su pequeño tamaño, menor que el de un casco de moto; y después por ser inalámbricos, lo que hace que los agentes y su vehículo puedan estar a cientos de metros recibiendo la información prácticamente en directo. Pueden ir en un vehículo, en un trípode o incluso dejarse enganchados al quitamiedos. La Policía Local de Soria dispone asimismo de un cinemómetro para su uso en tierras capitalinas. ¿La mejor forma de evitarlos? Respetar los límites de velocidad.