JUSTICIA
Las malas condiciones del Palacio irritan a los funcionarios de justicia
Humedades, desconchones y la falta de calabozos centran las principales quejas
Los trabajadores del Palacio de Justicia de Soria están hartos, según explican, tanto por las condiciones organizativas como con las deficiencias materiales de su lugar de trabajo. El último de la larga lista de problemas es la aparición de humedades y desconchones en la parte del complejo en el que se ejecutaron obras hace ahora un año. A esta situación se une la falta de calabozos, las quejas, desveladas la semana pasada, por el aumento de la carga laboral que puede suponer la apertura de la cárcel, el mal funcionamiento de los programas informáticos o el desconcierto en torno a la implantación de la Nueva Oficina Judicial, según explicó Javier Sanz delegado de Justicia de CCOO. Desde el Gobierno aseguran que se trabaja ya en dar una solución a algunos de estos problemas con inversiones que se ejecutarán en los próximos meses.
Los últimos problemas detectados en el Palacio de Justicia son las humedades aparecidas en la zona nueva del edificio. «Las obras se terminaron hace menos de un año, están subiendo humedades y las paredes se están levantando», según explicó el representante de Comisiones. Las obras se ejecutaron entre 2016 y 2018 –aún quedan algunas cuestiones pendientes– e incluían una inversión global de unos 2,5 millones de euros.
En esta intervención se contemplaba el acondicionamiento del patio trasero del Palacio de Justicia , la construcción de varias salas de vistas, ubicar el Juzgado de Guardia y acondicionar la Nueva Oficina Judicial, que es el gran reto de Justicia por los cambios que supondrá en la organización y en el funcionamiento. Todas estas actuaciones se incluyen en lo que la Gerencia de Justicia de Castilla y León denomina como cuarta fase de una reforma que comenzó hace más de una década. La última intervención acometida en este emblemático edificio terminó en octubre de 2014 con una seria de actuaciones para mejorar la accesibilidad, solicitadas por el Comité de Seguridad e Higiene en el Trabajo y que contaron con un presupuesto de 168.000 euros.
A pesar de estas obras, Sanz asegura que hay cuestiones que quedaron sin resolver. «No hay calabozos», aseguró con rotundidad. «Tenemos que tener a los detenidos en el pasillo o en un cuartucho, o a una víctima de maltrato metida en un archivo», denunció. El representante de Comisiones considera que todos estos problemas son consecuencia de la «improvisación» con la que, a su juicio, se afrontaron las obras. «Aquí no se ha previsto nada», lamenta.
Además de estos problemas materiales que dificultan la labor de los funcionarios de Justicia se unen otras cuestiones organizativas como la carga de trabajo, sobre todo, con vistas a la apertura de la nueva cárcel a principios del próximo año. «Viene el ministro del Interior decir que vamos adelante y no se menciona que es necesario un juzgado de Vigilancia Penitenciaria», explicó. «Se seguirán llevando en Burgos cuando nuestra cárcel es más grande», insiste.
Desde la Subdelegación del Gobierno son conscientes de los problemas que presenta el edificio, pero advierten que desde el Ministerio se está trabajando intensamente para dar una solución a estas deficiencias. En lo que respecta a las humedades, el subdelegado, Miguel Latorre, explicó que la semana pasada estuvo presente en Soria el arquitecto de la subdirección general de Obras del Ministerio. Latorre explicó que se trata de una cuestión «complicada» ya que la zona afectada está «bajo cota del terreno». «Se puede impermeabilizar, pero el agua siempre busca su camino», advirtió. «No es una mala ejecución», afirmó incidiendo en que el problema puede deberse a filtraciones de un colector o una corriente subterránea. Tras la evaluación del técnico del Ministerio, en las próximas semanas se intervendrá en la zona.
Además de estos trabajos el Palacio de Justicia será escenario de más intervenciones en los próximos meses. Precisamente, el Boletín Oficial del Estado publicó ayer la adjudicación a Indesfor por 180.000 de obras de remodelación en el edificio. Latorre confirmó que se trata de una intervención para la adecuación del patio trasero. Esa zona servirá de aparcamiento y de zona de acceso para los detenidos. «Es verdad que nos han comentado que había una situación fuera de la normal en la que podían llegar a coincidir los detenidos con, víctimas», comentó. Además de en el aparcamiento, en la intervención se afrontarán otras labores como la instalación de alumbrado, saneamiento y recogida de aguas, instalación de riego para las zonas ajardinadas e instalación de las conducciones para la seguridad y control de accesos.
Paralelamente, según confirmó el subdelegado Latorre, también se afrontarán los trabajos para habilitar una zona de calabozos. En este sentido, la visita del responsable del Ministerio la semana pasada analizó las posibilidades del edificio para ejecutar las obras que permitan contar con una zona para los detenidos. Por último, en referencia con otra de las quejas de CCOO, referida a la dificultades de evacuación de una de las salas, Latorre aseveró que desde el Ministerio se corroboró que todas las salas cuentan «con todos los requisitos legales» para evacuar tanto a los usuarios del Palacio como a los trabajadores.