SAN JUAN 2019
Los astados lucen credenciales y ya están preparados para La Saca
La Comprilla fue muy rápida, en poco menos de una hora estaban los doce novillos dentro de los corrales de Cañada Honda/ Solo hubo 40 atenciones médicas, ninguna por asta de toro
Novillos y caballistas ofrecieron ayer un buen espectáculo con encierros rápidos y limpios, que ya abren el apetito para La Saca. Los astados parecen preparados para el Día Grande de las fiestas de San Juan, y todo apunta a que serán obedientes en el recorrido desde Valonsadero hasta el coso de San Benito de la capital soriana. Tan solo uno de los animales, el número 17 –uno de los sobreros que se incorporó el Lavalenguas– mostró un poco más de tendencia a separarse.
El encierro de la Comprilla fue rápido, dado que en menos de una hora estaban los doce en los corrales para el deleite de los asistentes, dado que el éxito hace prever una Saca interesante. Casi medio centenar de caballistas hacían su entrada en Cañada Honda cuando apenas pasaban las 8.00 horas. Hacía fresco en Valonsadero pero para la mayoría inapreciable, que aguardaba ansiosa la primera de las carreras. El moscatel y las pastas llevaban más de una hora corriendo entre amigos y conocidos que se agrupaban en torno a los muros de la pradera. Tampoco faltaban desde el punto de la mañana los gaiteros para ir dando ambiente. Y en los chiringuitos de las seis peñas de San Juan como en el Chicote el ritmo de las Sanjuaneras también marcaba el paso.
Antes de comenzar la Comprilla un minuto de silencio de los caballistas por su compañero de faena Alfonso Soriano, recientemente fallecido. A continuación, se dieron al galope para buscar a los toros, que los agruparon y los llevaron por el embudo lateral de la pradera. Tres se escaparon, pero consiguieron meter nueve de golpe. Apenas eran las 8.15 horas. En el segundo entraron a un nuevo astado directamente a los corrales por el centro de Cañada Honda. El tercer intento, sin éxito, porque los novillos se dieron la vuelta antes de tiempo, pero los caballos y los mansos continuaron rápidos su paso, llevándose consigo a un mozo que se había tropezado en la carrera.
Eran las 8.45 horas cuando los caballistas hacían su cuarto intento por la ladera con el undécimo, que dio marcha atrás en el último momento, si bien lo recogieron a tiempo para meterlo por el embudo justo del lado contrario. Y unos minutos más tarde, llegaban con el último de los novillos, también por el embudo, para dar por finalizada la Comprilla antes de las 9.00 horas. En los corrales permanecieron hasta las 18.00 horas, cuando una vez llegada la comitiva con las doce Cuadrillas, acompañadas por la Banda Municipal de Música y las autoridades, los fueron soltando uno a uno a la pradera para ser examinados por sus correspondientes Cuadrillas.
El calor marcó la jornada festiva que disfrutaron miles de sorianos. Algunos desde la Comprilla, otros se incorporaron después del almuerzo y la mayor parte fueron a comer allí para luego pasar toda la tarde. También hubo quienes llegaron a Valonsadero a la merienda para presenciar la Compra. El día fue largo y dio para todo.
Ahora, ya solo queda esperar a que engorden algo más (los pastos no están mal gracias a las últimas lluvias) hasta el Jueves la Saca, para que puedan realizar el recorrido hasta Soria en condiciones. No obstante, los novillos ya dieron impresión de estar «muy recuperados», según explicó José Luis Chaín. «Llegarán todos en perfectas condiciones para La Saca», insistió. Chaín explicó que la única duda, por lo visto hasta el momento, es que «no hermanan tan bien» con especial referencia al novillo 17. «Se separa un poco, por lo que sí se corta en La Saca pudiera dar problemas», explicó.
Con respecto al parte de incidencias, desde Cruz Roja indicaron que la jornada fue «muy tranquila». Se registraron un total de 40 atenciones médicas, en su mayoría contusiones y picaduras. No hubo heridos por asta de toro y el percance mas grave obligó a trasladar a una persona al hospital por una caída en altura que le produjo un traumatismo en el brazo.