POLÍTICA
De Gregorio cede y acepta no estar en las negociaciones
La presidenta del PP, sin embargo, dice que «al PP no se le dice lo que tiene que hacer» y deja en manos del partido que no se presente como candidata a la Diputación
Las consecuencias del terremoto político tras el pacto entre PSOE y PP para tumbar a Antonio Pardo de la Alcaldía de El Burgo continúan sucediéndose y de momento todavía son imprevisibles sobre la suerte de la Diputación Provincial. La presidenta popular, Yolanda de Gregorio, parece aceptar a medias las exigencias de la Plataforma del Pueblo Soriano (PPSO), esto es, retirarse de las negociaciones para la institución provincial. Pero la segunda parte no acaba de cuajar en los planteamientos de la política burgense, y subraya que solo el partido será quien pueda prescindir de ella como cabeza de ‘cartel’ a la presidencia.
«Al PP no se le dice lo que tiene que hacer», manifestó ayer De Gregorio, «pero si no quieren que esté yo en las negociaciones para la Diputación, no pasa nada». Los populares han puesto en manos de la citada De Gregorio, el secretario general Jesús Ángel Peregrina y el alcalde de Golmayo Benito Serrano, un escenario de negociaciones en el que ahora, tras las elecciones de los alcaldes, tiene un único punto del orden del día: la institución provincial.
«No tengo ningún problema en no estar en las negociaciones», reiteró De Gregorio, «pero la PPSOno va a decidir quien va a ser nuestro candidato a la presidencia de la Diputación». Para la responsable popular, además, el tema no tiene mayor recorrido porque «aunque yo no estuviera en las negociaciones al final nos van a comentar lo que allí se ha hablado, por lo que es absurdo», y matizó que apartarse ya de la candidatura a la presidencia «sería ya el PP quien lo debería de decidir».
El caso tiene similitudes con lo sucedido en 2007 con la entonces candidata del PP al Ayuntamiento de Soria, Encarnación Redondo. Tras romper el pacto de gobierno en la legislatura anterior con el ya desaparecido Iniciativa por el Desarrollo de Soria (Ides), los números cuadraban para desbancar a Carlos Martínez Mínguez de la Alcaldía de la capital, que había obtenido mayoría simple. Los sorianistas exigieron entonces la retirada de Redondo como cabeza de lista y que su puesto fuera ocupado por el entonces número 2, Óscar Abellón, en la actualidad desvinculado de la política ya que se dio de baja como afiliado tanto del PP como de Ciudadanos, su segundo destino. El PPno lo aceptó, Carlos Martínez Mínguez fue elegido alcalde de Soria y desde entonces ha revalidado por mayoría absoluta todas las citas en las urnas mientras el PP comenzó una caída libre.
El requerimiento ahora es muy parecido y en política las últimas negociaciones entre partidos tanto a nivel regional como municipal han desembocado en la retirada de los primeros espadas, a pesar de lo que dijeron las urnas.
«Al final estas cosas las vamos a decidir en conjunto, es objeto de diálogo», incidió De Gregorio, «pero nadie nos viene a decir ni a imponer unas condiciones».
Negó, además, que hasta la fecha se hubiera producido cualquier tipo de contacto con la PPSO, «a día de hoy no, y tampoco con Ciudadanos. Con el único que nos hemos reunido es con Luis Rey», que es de donde evidentemente salió el famoso «pacto del odio» –como lo definió Pardo- para descabalgar a la PPSO de la Alcaldía de El Burgo de Osma,
El secretario regional del PP, Francisco Vázquez, no quiso ayer realizar declaraciones sobre esta materia. «En principio no voy a hacer declaraciones, quizás más adelante», explicó el número dos de los popular en Castilla y León.