Heraldo-Diario de Soria

AGRICULTURA

La agricultura ecológica y las explotaciones intensivas, claves para frenar la crisis del agro

Las organizaciones agrarias consideran que la situación de partida es grave pero hay ideas para revertirla

Gómez, García Plaza, Ramírez, García,  Latorre y Villalba posan en la Galería CortabitArte.-VALENTÍN GUISANDE

Gómez, García Plaza, Ramírez, García, Latorre y Villalba posan en la Galería CortabitArte.-VALENTÍN GUISANDE

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VÍCTOR F. MORENO / ANTONIO CARRILLO
Soria

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La agricultura y la ganadería soriana viven un momento difícil, pero precisamente por ello lleno de esperanza si se logran implementar algunos cambios. Así se desprendió del Club de Prensa de HeraldoDiario de Soria ‘El futuro del campo soriano, Europa y la despoblación’, en el que se dieron cita profesionales del campo, pero también de las finanzas y la transformación. La vertiente ecológica y las explotaciones intensivas que permiten márgenes de beneficio sostenibles aparecieron de forma reiterada como dos de esas oportunidades para que el mundo rural soriano siga vivo.

Tres ponentes desmenuzaron desde distintos puntos de vista tanto el punto de partida como los caminos hacia el futuro. El gerente de Copiso, Andrés García; el presidente de Asaja Soria, Carmelo Gómez; y el secretario general de la Alianza por la Unidad del Campo UPA–Coag, Raúl Ramírez, brindaron algunas de las claves para entender un sector que no por tradicional es inalterable. El diagnóstico fue duro, pero hay tratamiento.

García tiene claro que el futuro está en la agricultura y la ganadería ecológicas, que dejan un campo abierto para la esperanza, especialmente para los jóvenes. «El agricultor siembra cereal y recoge carne». «Yo ejerzo de ruralista y el futuro está en la Unión Europea, un continente con mucha normativa, y es en el Parlamento Europeo donde se deciden muchas cosas». El problema «global» de la despoblación es que en el caso de Soria está «mucho más acusado». «Llevo 43 años en Copiso y he oído a catedráticos y políticos abordar el tema y después de todo este tiempo es que no han sabido decirnos cómo se puede abordar; tiene solución, sí, pero en tres de cada cuatro pueblos parece que el problema puede ser irreversible». «La gente joven preparada es el futuro», diagnosticó el directivo.

Gómez fue contundente al valorar el estado del sector como «muy crítico» y lo ejemplificó en la «desgracia de ser subvencionado, porque eso quiere decir que va mal». También hubo lugar para una autocrítica hacia la forma de invertir, especialmente cuando «el 33% de nuestro sueldo viene de Europa». Lamentó que más allá del ejemplo de Copiso en el porcino, el cooperativismo de los pueblos ha dado paso a un mayor individualismo.

También Ramírez pintó un panorama oscuro, con 5.500 familias vinculadas al campo pero «cada añoperdemos en torno al 20% de las explotaciones» y «el 35% de las PAC que se hacen en Soria tienen más de 65 años». Así, el futuro pinta «bastante nefasto», aunque también hay motivos para creer segúns e puso de manifiesto en la Galería CortabitArte.

El propio responsable de UPA–Coag planteó «dimensionar» las explotaciones con una combinación de agricultura y ganadería intensiva como clave, porque «los cerdos de Cidones huelen mal pero los jamones no huelen mal». «Entre eso y el regadío es el futuro», siempre teniendo en cuenta el cumplimiento de las normativas europeas. En este sentido recordó que el particular clima de Soria también es una oportunidad y «se pueden cultivas cosas que en otros sitios no como las rosas» de Aleia.

También reclamó «trazabilidad» para productos que se cultivan en Soria pero cuyo origen se pierde, caso de los vegetales y hortalizas para las «empresas de cuatro grandes grupos que se traen a sus propios trabajadores». La identificación con Soria sería una solución, al igual que «ese inter´çes por lo ecológico que también debería revertir en el medio rural» o una política de ventajas fiscales.

Gómez incidió en la conveniencia de atraer grandes explotaciones y mencionó de forma explícita la vaquería de Noviercas. «No entiendo cómo por un lado nos están exigiendo que estemos en un pueblo» y por otro se ponen trabas a estas instalaciones. «¿Protestas por 20.000 vacas? ¿Cuántas vacas hay por kilómetro cuadrado en Galicia o en León?». La polémica quedó servida: «Si los ecologistas no tuvieran justicia gratuita no perderían el tiempo en estas cosas».

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