VIERNES DE TOROS
Ni la ola de calor puede con la fiesta en el ruedo
Derroche de orejas y ovaciones ante el buen hacer de los novilleros, aunque no faltó algún revolcón. Los sanjuaneros respetaron los tiempos para agilizar el festejo
La ola de calor no pudo con la fiesta en el ruedo y la plaza de toros de Soria se volvió a teñir de los colores de los disfraces sanjuaneros, de los chalecos de las peñas, los pañuelos del público y sobre todo el traje de luces de los novilleros. Derroche de orejas en la jornada de ayer con nada menos que cinco por la mañana, concedidas a José Manuel Serrano (una), a Enrique Ulises El Uli (dos) y Jonathan Anaya (dos). Ovación y aplausos en general, aunque no faltó algún susto con revolcón incluido al novillero. Pero no fue el único que dio volteretas, también uno de los astados de Hermanos Marcén hizo la pirueta para mantener el espectáculo. Buen hacer igualmente de los de la tarde, Alejandro Márquez, que nada más empezar se llevó dos orejas y el rabo, Javier Poley y Emiliano Ortega.
En esta ocasión el ruedo quedó despejado de sanjuaneros con mayor agilidad que otros años, al no abrirse la puerta completamente. Así, el festejo de la mañana concluyó en torno a las 13.15 horas, y el de la tarde se prolongó algo más, casi tres horas y media con largos minutos de espera entre toro y toro, lo que provocó los pitos del público que quería seguir la fiesta en el ruedo.
El portavoz de los jurados, Jesús Sanz, quiso dar las gracias a los sanjuaneros. «Han sido bastante respetuosos», dijo, a la hora de salir del ruedo.