Heraldo-Diario de Soria

TURISMO

La hostelería se ‘condensa’ con récord de viajeros pero menos camas

Junio pasa de 16.000 a 22.000 turistas en esta década

Dos personas consultan un punto de información turística.-MARIO TEJEDOR

Dos personas consultan un punto de información turística.-MARIO TEJEDOR

Publicado por
ANTONIO CARRILLO
Soria

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El sector hotelero soriano se ha condensado en esta década. En la actualidad el número establecimientos es el menor contabilizado en esta década, pero el número de turistas cotiza al alza. Tomando como referencia el último mes cerrado, en junio de 2010 llegaron 15.796 y el dato de este 2019 se va ya a los 21.865. Obviamente la combinación de más gente con menos hoteles, hostales y pensiones sólo pueden tener un resultado, el de una ocupación récord para el sexto mes del año aun a costa en parte de perder plazas.

Los datos provienen del Instituto Nacional de Estadística (INE). El martes lanzó su Encuesta de Ocupación Hotelera, donde por lo general se toma el pulso al año en curso comparando pernoctaciones y viajeros con el ejercicio anterior. Sin embargo, buceando en la base de datos oficial, aparece una radiografía que muestra una evolución clara. La oferta es cada vez menor, pero a quienes resisten la clientela les aumenta. Y aún queda una noticia esperanzadora: hay más empleos en la actualidad que en 2018 ó 2017 a pesar del descenso de negocios.

El primer indicador de esta concentración del negocio está en el número de establecimientos. En junio de 2010, primer mes estival de la década, se contabilizaron 114 establecimientos hoteleros en la provincia. Un año después eran 117, en 2012 subieron a 127 y en 2013 se marcó el máximo, con 128. Fueron años de crisis, pero que se tradujeron en una mayor apuesta por hoteles, hostales y similares.

No obstante la recuperación trajo cierres. Los dos años siguientes se mantuvieron en cifras parecidas pero en 2016 el dato cayó a 105 establecimientos. Tanto en junio de 2017 como en el mismo mes de 2018 la cifra se mantuvo en 106 y en la actualidad son sólo 102. Desde el pico de 2013 la provincia ha cerrado 26 establecimientos.

Este movimiento redunda en el número de habitaciones disponibles, si bien en este caso el primer dato del INE se refiere a junio de 2015. Entonces eran 2.036 las estancias disponibles, pero bajaron de los dos millares y no se han vuelto a recuperar. El mes pasado, siempre según esta fuente, quedaban 1.897 tras un par de año por encima de las 1.900. Esto supone que en cuatro ejercicios se han perdido 20 alojamientos hoteleros y 139 habitaciones, lo que podría significar que son los más pequeños los que han sufrido la desaparición.

Obviamente eso ha influido también en el número de camas disponibles, aunque hay tendencias como el turismo para singles (solteros sin hijos) que pueden influir en la distribución. No obstante, de nuevo la provincia transita por cifras mínimas con permiso de 2016. Sólo en aquel y en este año junio ha ofrecido menos de 3.600 lechos.

En el primer junio de la década (2010) había 3.712 camas en el escaparate turístico. El crecimiento de establecimientos antes mencionado llevó a que en el mismo mes de 2012 fuesen 4.070 y en 2013 3.970, siempre en el entorno de los cuatro millares. Hasta 2016 la cifra fue cayendo y aunque los dos años siguientes hubo cierta subida, este ejercicio ha vuelto a descender hasta las 3.583 camas. En definitiva, desde el pico de 2012 se ha perdido casi medio millar de plazas.

A todo lo anterior se suma un buen momento para el sector en cuanto a número de viajeros y especialmente de pernoctaciones. El mes pasado hubo 6.069 viajeros más que en 2010, con una subida del 38,4%. Si se combinan menos camas y establecimientos para más turistas durante más tiempo el resultado lógico sería un mayor índice de ocupación. El INE sentencia que la presunción es correcta.

El 2010 y 2011 la ocupación por plaza rebasaba por poco el 25% en el primer mes de verano. Al año siguiente incluso bajó dos puntos y marcó un mínimo. Hubo que esperar a 2016 para que una lenta pero paulatina recuperación dejase la cifra en el entorno del 30%. Y desde entonces, muy buenas noticias. El año pasado se ganaron cerca de tres puntos y este año otros tantos, hasta llegar a una ocupación media del 36,21%, 11 puntos por encima del inicio de la década.

El incremento es incluso bastante mayor si se tienen en cuenta los datos relativos a fines de semana. En junio de 2010 la ocupación para sábado y domingo era de 38,46; en 2012 había caído a un escueto 31,68%; y en el mes pasado ya estaba en el 53,74%. Tanto junio de 2018 como el del año en curso logran que más de la mitad de las plazas estén ocupadas.

El análisis tiene un último dato que no es en absoluto baladí. El empleo ha caído, sí, pero la situación actual no marca el mínimo de la presente década y de hecho se han ganado trabajos desde el año pasado. El 2010 había 495 trabajadores en hoteles, hostales y similares. Un imparable descenso hizo que en junio de 2017, cuando en teoría ya aparecían señales de recuperación económica, fuesen sólo 407. Se había destruido casi un 20% de las plazas. En junio del año pasado se marcó el mínimo de los últimos años con 406, pero para el mes pasado se recuperó hasta los 416. Una ganancia leve, pero un cambio de signo esperanzador.

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