Carlos Castro dimite como concejal y el grupo del PP estrenará el tercer portavoz
La renuncia prácticamente por sorpresa viene motivada por causas personales y familiares
Hace unos días, una salida previsible, y ayer una segunda sorprendente y prácticamente causando sobresalto salvo para quienes la conocían. No desde luego la mayoría del grupo popular en el Ayuntamiento, que se enteró de la renuncia de Carlos Castro poco después de que formalizara su decisión por la mañana. El cabeza de los populares en el pleno de la capital registró su escrito manifestando su dimisión y los primeros en enterarse fueron los componentes de la Comisión de Cultura que se celebraba a primera hora, aunque no todos. Motivos personales y familiares avalan la posición de Castro, quien sustituyó a Yolanda de Gregorio como portavoz después de que la número uno de la lista pasara a ocupar la responsabilidad al frente de la Delegación Territorial de la Junta. Por segunda vez en el mes los populares quedan descabezados y será Javier Muñoz Remacha quien a partir de ahora sea la cara visible del primer partido de la oposición en el Consistorio. Ocupaba el tercer lugar en la candidatura con la que el PP concurrió a las pasadas elecciones municipales.
«Lo quiero dejar claro», indicó claramente la presidenta del PP, Yolanda de Gregorio en relación a las causas de la renuncia: «motivos estrictamente personales y familiares». Y es que durante la mañana se había especulado con diferencias políticas o personales y también se encontraba el asunto de las liberaciones. El PP no ha identificado las personas o porcentajes que le corresponderían para llevar la cuestión al pleno. Y con el trasfondo de lo sucedido en la Diputación, donde se mantienen en el nivel del anterior mandato por decisión de la presidencia, lo que pueda suceder en el Consistorio es una incógnita. Castro, policía local, solicitó una excedencia para presentarse como candidato, alegando cuidado de un familiar después de una primera solicitud cuya justificación no cumplía con los requisitos legales. En la misma Junta de Gobierno que se denegó la primera le fue concedida la segunda.
No hay «ningún problema político, de liberación con el partido», expuso De Gregorio, por lo que «pido respeto a los partidos políticos, a la ciudadanía, que no se especule cuando hay que dimitir por esos motivos». La presidenta del PP alabó la postura de Castro de «priorizar las personas y las familias» sobre la actuación política. «Le respeto totalmente, me da mucha pena porque es una gran persona», expresó. «Es un día muy duro para él, le ha costado tomar la decisión», dijo De Gregorio, quien aseguró que «le alabo» y «totalmente estamos apoyándole». Insistió en que «no se debe especular no se debe criticar».
Castro «no ha cobrado un duro» desde su toma de posesión y «ahora íbamos a liberarle», refirió la presidenta del PP. Su renuncia como concejal «no supone que se vaya del PP». Es más, tendrá en él «cargos que pueda compatibilizar con su situación personal y familiar». En este sentido, «tiene todo el respaldo del PP, porque va a seguir trabajando».
La salida del Ayuntamiento no constituyó una sorpresa para De Gregorio, quien explicó que conocía la situación. «Sí» sabía que iba a producirse porque «llevamos unas semanas hablando, porque no es una cuestión política». El planteamiento es que la situación familiar «no le va a permitir durante un tiempo dedicarse a las cuestiones políticas».
La presidenta era consciente de lo que iba a pasar, aunque el grupo municipal se quedara ayer estupefacto. Por su parte, miembros del equipo de Gobierno no tenían muy claro en los primeros momentos lo que había sucedido. «Parte del grupo» municipal del PP «sabía» que posiblemente Castro acabaría abandonando el puesto de concejal. «Lo llevábamos discretamente», contó De Gregorio, añadiendo que «la discreción es muy importante» cuando se trata de temas familiares y personales. En cualquier caso, «tenemos una buena relación entre todos» los concejales del PP y «por cuestiones de las liberaciones, para nada» ha resultado la dimisión. Castro «ha priorizado» la familia y «va a seguir trabajando en el partido», insistió. Para él, De Gregorio tiene «sólo palabras de agradecimiento».
Entre el periodo estival y la cercanía de las elecciones, la trayectoria de Castro como concejal no ha sido larga y tampoco le ha dado tiempo a mostrar su trabajo en lo que puede llamarse ‘de cara al público’. El representante popular quedará en su breve recorrido como el defensor del voto de su grupo en la reciente aprobación de la nueva exposición pública del cambio del PGOU en las traseras de la Audiencia. Una intervención significativa, no sólo por ser el único pleno el pasado día 12 en el que actuó como portavoz tras la marcha de De Gregorio, sino también por haber cambiado el sentido del voto de su grupo.
El PP se había opuesto en el anterior mandato al documento y Castro defendió las bondades del proyecto en una asamblea en la que su grupo dijo ‘sí’. Sus primeras palabras fueron para recordar que después de muchos años como policía local cambiaba su papel por el de concejal.