Heraldo-Diario de Soria

ECONOMÍA

Las deudas arrastran a Aleia a un concurso de acreedores

La actividad productiva se mantiene , pero con un pasivo de más de 30 millones

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J.S. /Soria
Soria

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La rosa de Aleia se marchita. La compleja situación económica de la empresa y la falta de músculo financiero para asumir sus obligaciones de pago ha provocado que Aleia Roses presente ante el Juzgado de lo Mercantil de Soria una solicitud de concurso de acreedores voluntario. Fuentes judiciales confirmaron que el magistrado autorizó el procedimiento el pasado miércoles y el administrador concursal ya ha jurado el cargo. Fuentes cercanas al proceso explicaron que Aleia Roses acumula en estos momentos una deuda de más de 30 millones de euros.

Los problemas económicos de la empresa ubicada en Garray fueron destapados por HERALDO/DIARIO DE SORIA, a finales del pasado mes de julio. Ahora la crisis se agrava aún más. Aleia presentó un concurso de acreedores voluntario, una fórmula con la que espera, a pesar de los malos augurios, poder reflotar la actividad en sus instalaciones. De momento, la producción en el invernadero continúa. Aleia cuenta ahora mismo con más de 300 empleados.

Según pudo saber este medio, Aleia Roses presentó la solicitud de concurso voluntario hace unos días. El pasado miércoles el Juzgado de lo Mercantil de Soria autorizó el procedimiento. Estas mismas fuentes explicaron que el administrador concursal será el abogado Santiago Soto. Este medio trató de contactar ayer tanto con la empresa como con el administrador concursal, pero fue imposible. Fuentes cercanas al procedimiento explicaron que la situación de la empresa es muy delicada con una deuda acumulada de más de 30 millones de euros.

Tras la apertura del concurso arranca un proceso delicado por el que se buscarán las fórmulas para tratar de mantener a flote la empresa. A grandes rasgos, el primer paso debe ser la elaboración de un informe de situación de la empresa. Esta labor corresponde únicamente al administrador concursal que deberá exponer en un documento el estado financiero de Aleia Roses. El informe del administrador será clave para determinar la posibilidades de viabilidad de la empresa. Este documento deberá estar terminado en unos tres meses, es decir, a lo largo del mes de enero o principios de febrero del año que viene.

Posteriormente ya se entrará en la conocida como fase de convenio en la que se mantendrán conversaciones con los acreedores de la empresa para abordar las posibilidades de aplazar los pagos, establecer quitas o refinanciación de la deuda. Posteriormente la junta de acreedores decidirá sobre las condiciones de pago. En el caso de no aceptar el convenio la empresa caería en el peor de los escenarios posibles, la liquidación. En ese momento, se podría proceder a la venta en conjunto de la unidad productiva o a la venta por partes de los activos de la empresa para satisfacer la deuda.

Fuentes consultadas por el este medio explicaron que la empresa toma esta decisión ante la previsión de que no pueda hacer frente al pago de sus obligaciones. El concurso voluntario también permitirá trabajar en la búsqueda de posibles inversores que inyecten liquidez a la firma. Estas mismas fuentes indicaron que Aleia pueda proseguir con su actividad aunque la declaración de concurso voluntario impide que los acreedores puedan proceder a la reclamación efectiva de las deudas que tiene la empresa.

Sin luz

La compleja situación de Aleia Roses es conocida desde finales del mes de julio. En ese mes la firma reunió a sus trabajadores para comunicarles que habría un retraso en el pago de la extra de verano. La situación disparó las alarmas entre otras cuestiones porque la empresa tenía cortado el suministro de luz y funcionaba con generadores a gasoil.

Con el apoyo de las administraciones e instituciones empresariales, especialmente la Junta y FOES, Aleia logró, a través de Iberaval, un crédito de unos 500.000 euros con los que hacer frente al pago de las nóminas a principios del mes de agosto. No obstante, fuentes cercanas a la empresa explicaban ya que esa pequeña inyección no era suficiente para solventar los problemas financieros. La intención era que a principios de agosto se firmara una crédito con una entidad suiza por importe de unos 12 millones de euros. No obstante, la operación no se llegó a concretar dado que los problemas de liquidez y las dificultades para pagar seguían presentes. Este mismo mes, tal y como informó este medio el pasado sábado, se volvió a trasladar a la plantilla que se estaba a punto de suscribir un crédito. Días después la empresa ha entrado en concurso de acreedores.

Desde Aleia Roses siempre se ha mantenido un hermetismo absoluto sobre su situación y en estos meses solo se ha pronunciado a través de un comunicado remitido a los medios de comunicación el pasado 31 de julio. En dicho documento Aleia aseguraba que «la situación de la empresa responde al plan de negocio diseñado y validado por la dirección desde el inicio mismo del proyecto». «Aleia Roses, que efectivamente ha sufrido tensiones de tesorería las últimas semanas, está trabajando intensamente y ha dado los pasos necesarios para solventar la situación y agradece a todas las empresas e instituciones que de forma directa o indirecta forman parte del proyecto su comprensión y esfuerzo», concluía aquel comunicado que se envió días antes de formalizar la operación con Iberaval.

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