Google vuelve a la nube tras alcanzar la supremacía cuántica

Al día siguiente de que la revista 'Nature' publicase que Google había alcanzado la supremacía cuántica al diseñar un artilugio capaz de realizar un cálculo imposible para un ordenador convencional, la multinacional estadounidense ha organizado un acto en Barcelona (#GoogleCloudDay) para promocionar sus servicios en la nube.

Isaac Hernández, responsable de Google Cloud en España y Portugal, reconocía tras una charla ante un millar de expertos informáticos que solo el 7% de las empresas españolas tienen sus programas informáticos en la nube. Lo que podría ser interpretado como preocupante atraso, para Google, Amazon y Microsoft es un potencial de crecimiento importante. "En los próximos tres años, las empresas españolas decidirán contratar un proveedor de servicios 'icloud", asegura Hernández. Y en ese cambio inminente, la estrategia de Google es conquistar a los responsables empresariales, mandos intermedios incluidos, para que contraten los servicios de Google y no los del líder (Amazon) o Microsoft.

Mientras el ordenador cuántico maneja qbits (valor 1, 0 y ambos a la vez) y pone en jaque la base de la encriptación actual, las aplicaciones en la nube quieren convencer de la conveniencia y rentabilidad de alojar los sistemas de información propios físicamente alejados de la empresa. Pero como pasa con los sistemas de información relevantes, la computación en la nube requiere replicación para conquistar confianzas y se convierte en 'multicloud'. Un estudio de la consultora Gartner asegura que el 75% de las empresas mundiales tendrán 'multicloud' en solo tres años, serán usuarias de múltiples servicios en la nube.

INVERSIÓN

Según Hernández, Google ha invertido 45.000 millones de dólares en los últimos tres años, 43 millones de euros al día, para hacerse un hueco en el futuro de las tecnologías de la información mundiales. El ritmo de cambio es frenético, 130 nuevos productos y servicios del gigante estadounidense anunciados este año y necesidad de convencer a las empresas a asumir el cambio.

"El problema para volcar los servicios tecnológicos en la nube suele fijarse en torno a la seguridad y la confidencialidad de los datos, pero lo cierto es que el problema principal es cultural, los responsables del área temen perder funciones en la empresa y son reacios a asumir nuevas responsabilidades nuevos roles de liderazgo estratégico", explica Hernández.

El proceso de cambio a la nube, añade, está repleto de "nubarrones culturales" pero es imparable. Para ello será necesario modernizar infraestructuras, desarrollar aplicaciones, buscar nuevas soluciones para la gestión de los datos y gestionar los puestos de trabajo.