GASTRONOMÍA
Asia y Europa del Este, en la agenda para exportar torrezno
Tierras del Burgo, novena marca autorizada a comercializar
La Marca de Garantía Torrezno de Soria busca expandir las fronteras de unos de los productos emblemáticos de la gastronomía soriana. A principios de este mes realizó su primera salida promocional fuera de España, concretamente a la feria Anuga de Colonia (Alemania). Los primeros contactos internacionales apuntan ya a dos zonas cuyo interés, al menos en la feria, invita al optimismo. Se trata del Sudeste Asiático y la Europa del Este.
Así lo avanzó el presidente de la Marca de Garantía, Samuel Moreno. El responsable del sello distintivo explicó que el Torrezno de Soria llegó a Anuga «siendo un gran desconocido, totalmente». Sin embargo «realmente ha gustado y habido muy buen resultado».
Más allá de la acogida y los parabienes por la calidad del producto, el objetivo era contar con un primer indicador sobre la viabilidad de las exportaciones. Las sensaciones son igualmente buenas, aunque Moreno incidió en la cautela. Una cosa es lo que se comenta de palabra en un evento y otra, que cristalice en pedidos en firme.
«Tuvimos muchos contactos, pero los contactos de las ferias son relativos», indicó el presidente. «De 100 ó 200 al final quedan 15 ó 20», ejemplificó. Aún así, se ha abierto la «posibilidad de venta a muchos países». Una de las zonas que mostraron mayor interés en el evento alemán fue el Sudeste Asiático, uno de los mayores consumidores de porcino de todo el planeta. «En países como Corea del Sur, China o Japón ha gustado muchísimo».
La segunda zona destaca es «Europa del Este» con países como Bulgaria cuyos representantes en Anuga parecieron interesados en el Torrezno de Soria. Hay «hasta contactos importantes con Italia». No obstante Moreno insistió en la prudencia, por lo que «vamos a ver si poco a poco se van haciendo efectivos esos contactos» y los nuevos mercados se pueden considerar abiertos a la exportación.
Hasta ahora es prácticamente imposible encontrar Torrezno de Soria más allá de las provisiones que se lleve la diáspora. El grado de exportación es «muy poquito todavía. Hay una cadena de restaurantes en Londres con siete u ocho restaurantes y algo por Suecia». No es que el producto no lo valga, es que primero se ha optado por cubrir el mercado nacional y «tampoco nos hemos preocupado mucho» de saltar fronteras.
Dentro del mercado nacional «ahora el trabajo está más dominado» y se puede pensar el sacar el torrezno más allá. No obstante «hay mucho margen todavía en España», por lo que todavía se mantiene como mercado prioritario. Su volumen, a pesar del crecimiento, lo mantiene como delicatessen.
No obstante, ayer pegó su primera etiqueta de la Marca de Garantía la novena empresa soriana del proyecto. Se trata de la burgense Gourosma, que comercializará bajo la marca Tierras del Burgo. El vicepresidente de la Cámara de Comercio, Amador Frías, invitó a otras empresas a seguir sus pasos a través de un proceso «fácil y rápido». La nueva incorporación lo solicitó en enero y ya tiene listos los productos bajo esta figura.
El gerente de Gourosma, Gonzalo Alonso, recordó que «nuestra historia viene de la tradición de una fábrica con 60 años», si bien la recuperaron bajo la nueva gestión hace un año. Hasta ahora han trabajado embutidos y adobados, por lo que el torrezno se presenta como una prueba de fuego. «Esperamos estar a la altura tanto con el producto como con los volúmenes» de kilos producidos.
El propietario de la productora de Tierras del Burgo, Darío Lara, indicó que «pretendemos darnos a conocer, que nos conozcan como uno más para sumar». También aludió a lo positivo de «buscar mercados que mantengan la provincia» a través de la generación de empleo. Moreno no pudo concretar cuántos puestos de trabajo dependen hoy en día del torrezno, pero en su caso se pasó de «12 ó 13 a 25 ó 26. En la industria del torrezno, cualquier empresa habrá doblado la producción y los puestos de trabajo», indicó el presidente.
Todo ello en un entorno difícil. La globalización de los mercados hace que cuando una piara se poner enferma a casi 10.000 kilómetros se le encarezca la panceta al productor de Torrezno de Soria. Moreno señaló que «es complicado porque el precio de la materia prima está escandalosamente alto».
En agosto de 2018 se detectó un brote de peste porcina en China, país que produce aproximadamente «el 50% del cerdo mundial». Ha tenido que sacrificar la mitad de su volumen, lo que equivaldría al 25% de la población porcina en el planeta. Por consiguiente, la escasez ha aumentado los precios y la demanda. «Si España no está exportando más cerdo es porque no hay más capacidad de congelación».
Esto ha hecho que la materia prima estén «pagándola casi a cuatro euros cuando el precio normal es de entre 2,20 euros y 2,50 euros». Con la previsión de que esto se extienda al menos durante un año más, el coste inicial se antoja «una barbaridad. No lo habíamos vivido nunca», concluyó.