EDUCACIÓN
La Cátedra Caja Rural crece para que «el talento quede en Soria»
La directora anuncia más aportaciones económicas y la posibilidad de analizar más trabajos de fin de grado
La Cátedra de Conocimiento e Innovación Caja Rural de Soria comenzó ayer su tercer curso y lo hizo con interesantes novedades. Habrá posibilidad de presentar más trabajos de fin de grado (TFG), las dotaciones económicas crecen y se buscará «que los beneficiarios no sean sólo unos pocos, sino todos los alumnos y profesores», en palabras de vicerrector de Investigación, Innovación y Transferencia, Óscar Martínez Sacristán. Como apuntó el presidente de Caja Rural, Carlos Martínez Izquierdo, se trata de que «el talento se quede en Soria».
La cita celebrada ayer en el Salón de Grados del Campus Duques de Soria permitió conocer los trabajos finalistas y escoger un ganador, pero también presentar las líneas de futuro. La directora, de la Cátedra, Blanca García, avanzó que «hemos aumentado el número de TFGs que se pueden presentar a este premio». Hasta ahora era uno por Escuela. Por ejemplo en el caso de Enfermería y Fisioterapia, que la comparten, sólo podía concurrir uno. Ahora «se elevan a uno por cada uno de los grados universitarios», de forma que cada titulación de las representadas en el Campus pueda presentar un proyecto propio.
Eso supondrá una mayor competencia entre los proyectos presentados y por ello se aumentarán las cuantías de los premios. Hasta ahora eran 1.000 euros para un único elegido. Desde ahora serán 1.500 euros para el ganador (Martínez Izquierdo dio un impulso en el último momento) y un accésit de 500 euros para el segundo clasificado. El objetivo, que el trabajo de alumnos y tutores sea cada vez más visible y «revierta en la sociedad», según aseveró García durante la apertura de la Cátedra.
Todo ello se suma a una acción llamada a impulsar de forma determinante el objetivo de este programa. El vicerrector de la UVa en Soria, José Luis Rodríguez Zapatero, apuntó que «el edificio de I+D+I al año que viene será una realidad». En el primer trimestre se espera que la obra civil esté concluida. Luego tocará equiparlo y «lo más importante, dotarlo de contenido donde investigadores, empresas y sociedad soriana en general» trabajen de la mano para lograr desarrollo, conocimiento y progreso.
Martínez Izquierdo afirmó durante este acto académico que Caja Rural «se marcó hace dos años lanzar la Cátedra para estimular el talento entre la comunidad universitaria e intentar retenerlo en la provincia de Soria». Tras mostrar a la UVa su agradecimiento por haber sabido interpretar tan bien este deseo, recordó que «se consideró en su momento que era un tema estratégico». A tenor del refuerzo anunciado, lo sigue siendo.
Aunque la entidad costea el funcionamiento de este ente, «no sólo es dinero, sino también inquietud». Por ejemplo los variopintos proyectos de este año fueron calificados de «todos fenomenales y sobre temas sensibles», capaces de ser el detonante de una investigación en profundidad. Al igual que hiciese Martínez Sacristán destacó la necesidad de que llegue «a cuanta más gente mejor». El objetivo, «que puedan entusiasmarse y desarrollarse para el fin último, que el talento quede en Soria».
Por su parte el vicerrector de Innovación destacó que esta iniciativa «pone una semilla de lo que tiene que ser la investigación, la innovación y la transferencia». En definitiva, la Cátedra de Caja Rural de Soria «va poniendo fundamentos» de lo que aspira a ser «la sociedad del conocimiento».
La directora de la cátedra también hizo hincapié en la necesidad de este tipo de ideas capaces de tirar el muro entre lo que se trabaja y descubre en la universidad y la sociedad en general. Como ejemplo puso el acto de presentación de proyectos y entrega de premios que estuvo abierto a toda la ciudadanía. La importancia radica en «tratar de aprender lo que hacen los estudiantes», destacó.
Y los estudiantes, precisamente, salieron a la palestra en la voz de Ruiz Zapatero para cerrar el acto. El vicerrector del Campus soriano insistió en que todo lo que se hace desde este enclave de la UVa es por ellos. Ayer, cuatro de los egresados del último año pudieron presentar en sociedad sus TFG y competir por el premio ofrecido por Caja Rural. Para la siguiente edición serán más, ampliando la información transferida a la sociedad.
La jornada de la Cátedra de Conocimiento e Innovación Caja Rural de Soria permitió conocer de primera mano algunos de los trabajos presentados por los alumnos de la universidad. El Premio al Mejor Trabajo Fin de Grado del Campus 2019 acercó hasta el público en general cuatro TFGs tan dispares como interesantes y, en buena medida, aplicables a la vida real.
El ganador, premiado con 1.000 euros, diploma y el orgullo de los suyos fue Óscar Torres Aceña por ‘Estudio descriptivo y comparativo de las características musculares y funcionales en varones deportistas’. Tutelado por el profesor Luis Ceballos Laita, el alumno ya egresado no escatimó en agradecimientos tanto para el docente como para su familia y los colaboradores que estuvieron allí cuando las cosas no eran fáciles.
También se presentaron los trabajos ‘Cuidados de enfermería en el recién nacido con síndrome de abstinencia neonatal de madres consumidoras de opiáceos. Revisión bibliográfica’ elaborado por Laura Domingo Guijarro y tutelado por María del Carmen Rojo Pascual; ‘La estrategia de negocio Long Tail. Aplicación de Amazon y en el SEO de las Pymes, de Ana Alcalde de la Fuente y tutelado por Blanca García; y ‘Proyecto de mejora de la rentabilidad de una explotación ganadera porcina de 2.000 madres reproductoras en Coscurita basada en la mejora de la eficiencia energética’, elaborado por Rubén Bahón Silvero y tutelado por Miguel Broto Cartagena.