MERCADOS
Alibaba suben un 6,6 % en su debut en el 'parquet' hongkonés
La firma de comercio electrónico alcanza una capitalización de 11.740 millones
Alibaba no entiende de recesiones ni de revueltas sociales. La salida del gigante del comercio electrónico chino al 'parquet' de Hong Kong ha supuesto alcanzar una capitalización de 11.740 millones de euros, la mayor en casi una década. Sus 575 millones de acciones han trepado durante la jornada desde los 176 dólares hasta los 187,6 dólares, lo que supone una revalozarización del 6,6% que la coloca entre las cinco mayores de la historia del índice de Han Seng. Y con esta operación ha empujado a Hong Kong por encima de Wall Street en el acumulado anual de salidas a bolsa.
Alibaba está asociada a los récords. Su debut en Nueva York en el 2014 ya los destrozó y, un lustro después, la compañía con sede en la ciudad oriental de Hangzhou ha llegado a la que considera su casa. "Nos hemos dado cuenta de lo que nos perdimos entonces. Hoy hemos cumplido aquella promesa de que, cuando las condiciones lo permitieran, regresaríamos a Hong Kong", ha dicho su consejero delegado, Daniel Zhang, antes del gong que ha marcado el inicio de la sesión a las 9.30 AM (hora local). Jack Ma, su carismático y mediático fundador, intervino desde su reciente retiro a través de un vídeo.
EXPANSIÓN INTERNACIONAL
Alibaba busca recursos para ahondar su expansión internacional, ya consolidado su liderazgo en el mercado local y refrendado por última vez con los casi 35.000 millones de euros en ventas durante el reciente Día de los Solteros. La multinacional, que este año cumple los 20 años, es la única buena noticia para la economía hongkonesa en los casi seis meses que duran las protestas violentas en las calles.
Su índice bursátil ha perdido 36.700 millones de euros desde que volaron los primeros cócteles molotov y varias firmas han buscado destinos más acogedores. La excolonia ha entrado en recesión debido al derrumbe del sector turístico y minorista mientras el clima de inseguridad y las nulas perspectivas de un final cercano han empujado a multinacionales y firmas financieras a plantearse el adelgazamiento de sus plantillas o el traslado de sus sedes a capitales financieras asiáticas como Singapur, Tokio y Seúl.