LOTERÍA
Un quinto premio descorcha a Soria con 9,2ME en la Administración 2 y el Queru
El kiosco de E. Leclerc vende siete participaciones del tercer premio y suma otros 300.000 euros
La Lotería de Navidad prorrogó su idilio con Soria. Esta vez fue un quinto premio (75.206) el que repartió algo más que pellizcos, de 6.000 en 6.000 euros, hasta sumar 9.222.000 euros millones de euros. También el tercer premio (00750) tuvo presencia aunque en este caso con siete décimos de máquina, con lo cual añadió sólo 308.000 euros después de impuestos. En total, 9.530.000 millones de euros pedreas aparte que a buen seguro se notarán en la economía local navideña.
Con el quinto premio, integro en Soria y el más repartido, la alegría partió de la Administración Número Dos de la capital. No obstante el bar Queru repartió buena parte de las series y se convirtió en epicentro de las celebraciones. Este doble origen de los décimos premiados dio pie a situaciones tan curiosos como el caso de una familia en la que la madre lo había comprado en la administración y el hijo en el bar sin haberlo acordado.
En total fueron casi 154 series, 1.537 décimos, los que regaron no de millones pero sí de alegrías el centro de Soria. Algo más de la mitad, unos 850, se distribuyeron en el bar, de forma que ayer los focos apuntaban en dos direcciones.
La noticia saltó a primerísima hora, en torno a las 9.50 horas. No en vano fue la segunda bola de las gordas en salir. De inmediato los teléfonos comenzaron a echar humo, aunque hubo que esperar un poco más a que comenzasen las celebraciones. Algunos de los agraciados habían estado echando unas cervezas la noche previa y no andaban pendientes del sorteo, pero debido a la cantidad de agraciados la noticia corrió como la pólvora.
El bar Queru abrió poco después y poco a poco se fue llenando de clientes para celebrar la noticia. Como suele ocurrir de normal, pronto se llenó y comenzó a aglutinarse gente en la plaza. La fina lluvia, con 6.000 euros en el bolsillo, pareció mojaba menos.
Olga Cámara, una de los tres hermanos que regentan el establecimiento, explicó entre botellas de cava y botellines de cerveza que estaba viviendo la mañana «con una intensidad tremenda, mucha emoción, mucha alegría». El ‘Devil came to me’ de Dover sonaba de fondo a buen volumen, pero aún así los «¿te ha tocado?» y las palmadas en la espalda de los parroquianos pusieron la banda sonora a la mañana y sobre todo al vermú.
La cifra exacta de agraciados era desconocida (siempre hay gente que coge varios décimos) pero a tenor de la cantidad de gente que se sumaba a las celebraciones es fácil deducir que fue repartidísimo. «No tengo ni idea, pero seguro que a muchísimas porque el Queru tiene muchísimos clientes. Y casi todos son amigos», añadió Cámara.
Aunque la cuantía no era excesiva, muchos de los allí presentes ya comentaban los efectos positivos para la economía del pequeño comercio soriano. Los 6.000 euros al décimo permitirán sobre todo caprichos y más en una fecha propicia. «Claro que sí, una alegría para todo el mundo, para pasar las Navidades divinamente».
Los hermanos Cámara recordaron que no es la primera vez que el bar Queru rellena la billetera de los sorianos. Haciendo memoria Olga afirmó que «creo que sí, pero hace muchos años, cuando estaba mi padre (Querubín Cámara). Hará 40 años...». Otro hermano recordaba que fue «en los 80». Con el trajín «no sé qué premio dio, pero hace muchos años» y parece ser que fue otro quinto. En un establecimiento en el que decenas de sorianos para precisamente a echar un quinto de cerveza, Olga recordó entre risas que «no hay quinto malo».
Y risas era lo que tampoco faltó en la propia Administración Número Dos, donde Carlos Iglesias no ocultaba su felicidad por haber vuelto a repartir millones en el sorteo más icónico. «Estamos esperando a que termine el sorteo para ir a celebrarlo a la Queru, que parece que es ahí donde se estará concentrando la gente. Aquí sí que han venido algunos a primera hora, pero como está lloviendo no ha sido mucha, ha habido tranquilidad».
El número se vendió prácticamente íntegro para Soria, aunque Iglesias recordó que «algunos se fueron para un pueblo de Salamanca», lo que hace complicado saber a ciencia cierta el número de agraciados en la provincia. No obstante «estuvo hasta última hora en ventanilla», con lo cual hay agraciados de última hora.
El responsable de la administración también confió en que «revertirá bastante y por eso estamos muy contentos». Al estar muy fragmento y haber dejado tantos décimos en Soria con una cuantía digerible, mostró su deseo de que buena parte del premio acabe llegando a los negocios locales. «Que a los que no les ha tocado directamente les pueda tocar indirectamente». En 2008 y 2012 ya repartió terceros premios en este mismo sorteo. En el regreso a la senda de los premios Iglesias se mostró «muy contento y muy agradecido a la gente y a los clientes» por la confianza.
Por otro lado, los siete décimos del tercer premio, cada uno con 50.000 euros nominales y 44.000 euros una vez satisfechos los impuestos, salieron de la máquina del kiosco de E. Leclerc. Al ser un domingo de apertura sí se vio cierta alegría, aunque como en el caso de la administración se tomó con mucha templanza. Ya en 2017 vendieron parte de un quinto y ayer, mañana y tarde, las camisetas conmemorativas recordaron que esta vez también sumaron.