INDUSTRIA AUTOMÓVIL
La producción de coches en Alemania cae a su peor nivel desde 1997
El motor económico de la UE da nuevos señales de enfriamiento con una reducción del 9% en la fabricación de vehículos, su peor nivel desde 1997
Alemania arranca el 2020 con un nueva señal de enfriamiento de su economía: la industria automotriz de la locomotora económica europea cerró 2019 con una caída en la producción y la exportación de turismos, tal y como informó este lunes la Asociación de la Industria del Automóvil (VDA, en sus siglas en alemán), patronal de un sector históricamente clave para la economía germana.
La producción y la exportación cayeron a causa de la débil demanda internacional: Alemania produjo 4,7 millones de vehículos (un 7% que 2018) y exportó 3,5 millones (un 13% menos), según detalla la nota de la VDA.
Estas cifras no hacen más que confirmar los serios problemas que arrastra el sector, golpeado por escándalos como el Dieselgate, por su incapacidad de adaptarse a los nuevos tiempos, por la guerra comercial protagonizada por EE.UU. y China, y por otros factores de inestabilidad política y económica cocinados dentro de la misma Unión Europea, como el Brexit, por poner un claro ejemplo. Todo esto provoca que la economía alemana y su sector del coche, muy dependientes de las exportaciones, sufran.
CONSUMO INTERNO
A pesar de que VDA destaca que en 2019 sí aumentaron las matriculaciones con respecto a 2018 (alrededor de 3,6 millones, lo que supone un aumento del 5%) - en un intento de ver el lado positivo de las estadísticas gracias a la demanda interna - , lo cierto es que la cifras recuerdan de alguna manera a la crisis de 2009, cuando Alemania sufrió una caída generalizada de sus exportaciones y de su PIB anual en más del 5%.
Otra cifra que apunta en esa dirección: con la excepción de 2009, la industria automotriz alemana siempre había producido más de cinco millones de unidades anualmente desde 1997. La producción de 2019 rompe ese suelo y marca una tendencia negativa. La industria del automóvil alemana se está atascando.
Recordemos que la llamada locomotora europea cerró el tercer trimestre de 2019 con un miserable crecimiento de PIB de 0,1%, de forma que esquivó por poco la recesión técnica - el segundo trimestre su economía cayó 0,2 por ciento-. Economistas y analistas esperan ahora los datos del último trimestre y las estadísticas globales del año que acaba de terminar. Los datos que arroja la industria alemana del coche no añade elementos para el optimismo.
MOTOR ELÉCTRICO: LA ESPERANZA
El sector y también el gobierno federal se agarran a la producción de motores eléctricos. 2020 es el año de la esperanza para la industria del automóvil alemana, según dijo este martes el ministro federal de Transporte, el socialcristiano Andreas Scheuer.
El gobierno federal de Angela Merkel, que se mostró abiertamente crítica con empresas como Volkswagen por su irregularidades y engaños a los consumidores, apuesta por reforzar la producción de coches eléctricos tanto para el mercado europeo como para el extracomunitario, en un momento en el que la UE está a las puertas de regulaciones más estrictas de la emisión de CO2 y que serán introducidas por la Comisión Europea en 2021.
Tenemos que llevar las innovaciones alemanas más rápido a las calles, adecuarlas al uso diario, dijo Scheuer respecto al desarrollo de modelos eléctricos. Las cifras muestran que los productores alemanes de coches no acaban de despegar en el mercado alternativo a los combustibles fósiles: según datos oficiales, del total de más de tres millones y medio de utilitarios matriculados en Alemania en 2019, algo más de 300.000 eran completamente eléctricos, híbridos o estaban alimentados con gas natural o gas licuado.
Para impulsar la golpeada industria alemana del automóvil y cumplir al mismo tiempo con los objetivos de protección del clima establecidos por la UE, la meta oficial del gobierno de Merkel es que haya entre siete y diez millones de coche eléctricos en Alemania para 2030. Para ese entonces, la actual canciller ya no estará en política. Como herencia, pretende dejar primas de compra para coches eléctricos y un mayor red de puntos de carga en todo el país. A Merkel le queda (como mucho) dos años más para cumplir su ambicioso objetivo.