Heraldo-Diario de Soria

AUTOMOCIÓN

Soria abandona la ‘fiebre del diésel’ y la venta se desploma

Hacia 2015 tres de cada cuatro matriculaciones eran de gasóleo y en 2019 no suponen ni la mitad

Flujo de vehículos en la capitalina calle de Nicolás Rabal.-HDS

Flujo de vehículos en la capitalina calle de Nicolás Rabal.-HDS

Publicado por
ANTONIO CARRILLO
Soria

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Los sorianos han cambiado de preferencias en la última década a la hora de elegir el combustible de sus vehículos. Si hasta 2017 los diesel eran reyes indiscutibles del mercado y se vendían mucho mejor, los dos últimos años han invertido la tendencia por completo. Los datos de la Dirección General de Tráfico hasta diciembre de 2019, último mes completo, evidencia un giro copernicano en el consumo.

El resumen es claro. En años como 2013, 2014 ó 2015 tres de cada cuatro vehículos matriculados funcionaban con gasóleo y llegaron a suponer cerca del 80% del mercado. En el recentísimo 2019 se quedaron en un 44% de las ventas, siempre según los datos oficiales y públicos de matriculaciones.

Hace 10 años, en 2010, las matriculaciones no se disgregaban por combustible por lo que no es posible conocer la tendencia. Sin embargo en 2011 fue clara, con 419 vehículos de gasolina matriculados por 1.087 de gasóleo. La tendencia fue a más, quien sabe si por estar en tiempos de crisis y el menor consumo del diésel, y llegó a extremos muy llamativos. Por ejemplo en 2014, de las 1.687 matrículas colocadas en la provincia, 1.279 fueron para vehículos con motor de gasoil por los sólo 449 de gasolina. De hecho hasta 2015 ni siquiera se alcanzó el medio millar de ventas de gasolina entre todo tipo de vehículos de dos, cuatro o más ruedas.

A partir de ahí la tendencia cambió. Ya en 2017 la diferencia se redujo sensiblemente de la mano de la recuperación en las matriculaciones. El diésel siguió siendo mayoritario con 1.371 unidades vendidas, pero los gasolina sumaron 903. Proporcionalmente las ventas ya no suponían apenas uno de cada cuatro y la diferencia, tanto absoluta como porcentual, era menor. La confirmación llegó en 2018, cuando por primera vez en la década se invirtió la tendencia con 1.051 vehículos de gasolina (tres veces más que en 2012) por 955 diésel. Sólo en 2011 se había bajado del millar de unidades de gasoil y eso era en plena crisis, cuando no se vendía de nada.

El último año completo, 2019, no sólo confirma el cambio entre las preferencias de los sorianos sino que ahonda en las diferencias. Se matricularon 1.031 vehículos de gasolina, 20 menos que el año anterior y con una caída de menos del 2%. Sin embargo los diésel se quedaron en 808, con un descenso del 15,4% frente a 2018 y 137 unidades perdidas en un año. Básicamente la caída global de ventas fue de forma mayoritaria para el diésel mientras los vehículos de gasolina se mantuvieron por encima del millar, algo que hasta el año anterior no se había visto en las estadísticas de la DGT sobre Soria.

Obviamente hay vehículos en los que la posibilidad de elección es mínima. La inmensa mayoría de los camiones, autobuses y tractores en Europa son diésel, mientras que prácticamente el 100% de ciclomotores y motocicletas son de gasolina, lo que hace que parte de esa estadística se mantenga.

Sin embargo el capítulo de turismos y todoterrenos se ha bastado y sobrado para poner patas arriba la tónica del mercado. Por ejemplo en 2012 se vendieron 225 coches de gasolina mientras que en 2017 eran 903. La demanda se había cuadruplicado. Sin embargo el diésel fue al revés y en lugar de crecer con fuerza ha caído. De los alrededor de 900 coches anuales a gasóleo en 2014, 2015 ó 2016 se ha pasado a bajar de las 800 unidades matriculadas.

En el capítulo de segunda mano sin embargo los diésel continúan capitaneando las ventas. Entre otras cuestiones, la asociación de vendedores Ancove señala que como en años anteriores se vivió una auténtica fiebre del diésel la disponibilidad de vehículos usados apunta en esa dirección.

Los motivos pueden ser muchos y cada cual sopesa su situación para decantarse por uno u otro combustible. Restricciones en grandes ciudades, reducción de consumo en los gasolina, menor precio de compra, reestructuración de las gamas de los fabricantes... Sea por lo que sea, lo cierto es que el mercado soriano ha dado un vuelco absoluto en sólo un lustro.

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