GERARDO CUERVA presidente de Cepyme
«No se puede competir en igualdad de condiciones con una falta clarísima de infraestructuras»
Está convencido de que a Soria pueden llegar inversiones empresariales, pero reclama incentivos por parte de la Administración como compensación ante las carencias actuales
Gerardo Cuerva cumplió un año al frente de Cepyme, que agrupa a las pequeñas y medianas empresas del país, a mediados de enero. En su visita a Soria, invitado por Foes, se muestra convencido del potencial de la provincia, pero denuncia las carencias en infraestructuras, no solo las viarias, sino también las relacionadas con las nuevas tecnologías, como la banda ancha.
Pregunta.- Llega usted a la denominada zona cero de la despoblación en España. ¿Qué puede hacer la empresa española en general y Cepyme en particular para ayudar a combatir la despoblación, que ya no se restringe exclusivamente a las zonas rurales?
Respuesta.- Es un problema mundial. El éxodo de la población a los núcleos grandes no es un problema de Soria ni de Castilla y León ni de Andalucía, ni siquiera de España. Es una tendencia que yo creo que debemos revertir. ¿Qué hace la empresa? Yo creo que la empresa lo que puede hacer es ofrecer trabajo, ofrecer proyectos, ofrecer inversiones que sean acordes para que la población elija quedarse y no irse, pero poco puede hacer la empresa si no hay una Administración que también empuje. Hay clarísimos ejemplos como son las infraestructuras. No se puede competir en igualdad de condiciones con una falta clarísima de infraestructuras. Y siempre, cuando decimos infraestructuras, pensamos en una carretera, en un embalse o en el ferrocarril, pero ¿y las infraestructuras del mundo digital que se mueven hoy en el mundo? No me vale cualquier discurso en el que todos queremos esa España poblada cuando hay zonas en la provincia de Soria que no tienen banda ancha. Hay zonas que están hablando del 5G Plus y nosotros en la provincia de Soria no tenemos banda ancha, no podemos competir en igualdad de condiciones. En ese sentido, el mundo de la empresa lo que hacemos es intentar atraer capital, atraer inversión, atraer proyectos, que eso genere el empleo y la gente se quede en su zona.
P.- ¿Realmente una empresa puede plantearse llegar a un territorio sin carreteras competitivas, sin ferrocarril, donde hay polígonos industriales sin banda ancha? ¿Cuánto pesa eso a la hora de decidir?
R.- Yo me rebelo ante decir que no puede venir una empresa a ejercer su actividad en Soria. Sí creo que no está en las mismas condiciones. Por eso los gobiernos tienen que discriminar esas situaciones y tienen que apoyar y aportar medidas de todo tipo, fiscales, bonificaciones en cotizaciones sociales... Al final, la empresa tiene que tener un incentivo para que con esa falta de infraestructuras tenga una atracción para deslocalizar su producción y venirse a Soria o a cualquier lugar de esta España más castigada con la despoblación.
P.- Pero también que la falta de infraestructuras no sea eterna, que haya una perspectiva de solución.
R.- Hay una cosa que es la inestabilidad política que conlleva todas estas situaciones. Parece que la incertidumbre política no nos afecta al mundo de la empresa. El año 2018, el presidente del Gobierno de España, me da igual el color político, un presidente de un gobierno anuncia un plan de digitalización en España, empezando por las zonas más castigadas como es el caso de Soria, y la incertidumbre política, el que haya o no haya elecciones, que sigamos en esa sesión continua electoral, provoca que a día de hoy no se haya hecho nada. Fíjese que cosa más palpable de esa situación que hemos llevado de inestabilidad. Si se pretendía que ese plan acabara en el 2021, pues esta zona de España estará sin infraestructuras que ya estaban programadas, no sé si hasta 2022, a la espera de si arranca el nuevo gobierno, si quiere llevar a cabo ese plan de digitalización, etc.
P.- Habla de discriminar, con lo que está de acuerdo con quienes en Soria piden una discriminación fiscal positiva. El problema de eso es que luego lo quiere todo el mundo.
R.- No me gusta la palabra discriminación, porque yo creo que discriminar es discriminar, si es discriminación positiva parece que es un juego de palabras. Tan injusto es tratar cosas diferentes de forma igual como cosas iguales de forma diferente. España es diferente y hay zonas que necesitan unas atenciones y otras, otro tipo de atenciones. La habilidad de un gobierno es saber qué aportar en cada entorno, en cada región, en cada territorio. En ese sentido hay mucho por avanzar.
P.- ¿Qué impresión tiene de la economía soriana?
R.- Una provincia en la que el paro no supera el 7% está diciéndote que la actividad empresarial que se hace es buena. Hay un tejido empresarial, relacionado en muchas ocasiones con la industria, que da un trabajo de calidad, estable y que beneficia a una tasa desempleo del 7 o el 8%. Pertenezco a una región [Andalucía] donde las tasas superan el veintitantos.
P.- La despoblación también provoca que quede poca gente más que se pueda ir al paro.
R.- Yo tengo entendido que el empresario soriano está falto de mano de obra cualificada e incluso sin cualificar. Cuando en Europa se está diciendo que en 2022 más de 500.000 puestos de trabajo no se cubrirán por falta de formación, nosotros, en nuestra inestabilidad política en la que estamos inmersos, la formación la tenemos aparcada. Ya no solo la reglada, sino también la formación continua de los trabajadores, la formación ocupacional para aquel que quiere buscar un buen puesto de trabajo. Realmente son pilares básicos para encontrar esa expansión y atraer esa inversión. En ese sentido estamos lastrados si no atendemos esos pilares básicos.
P.- En Cepyme tienen un proyecto relativamente reciente, Invest in Cities, cuyo objetivo es atraer inversiones a pequeñas y medianas ciudades. ¿Empieza a haber resultados?
R.- Sí. El 87% de la inversión extranjera que viene a España se focaliza en Madrid y en Cataluña. Hay que intentar atraer capital a otras provincias, como pueda ser Soria, que tiene unas cualidades buenas. En la primera edición teníamos una treintena de fondos de inversión interesados en abrir sus posibilidades en España a la hora de hacer inversiones y en esta última edición han sido más de 700 los fondos que se han interesado en poder invertir. En este último año se han invertido más de 30 millones de euros en ampliaciones de capital y en proyectos en pymes en regiones que no son Madrid ni la comunidad catalana. Atraer inversión, atraer capital, es una obligación empresarial.
P.- En Soria, Foes creó Invest in Soria, pero empezó, a través del Plan Soria, con financiación de la Administración y ahora ha desaparecido...
R.- Al final necesitamos también colaboración y complicidad de las administraciones. Si las administraciones no creen en que la atracción de inversión a esta provincia es buena, pues lo tenemos mal. Pero yo creo que, por supuesto, Soria es una de las plazas clarísimas para atraer empresas que quieran deslocalizar cualquier tipo de proceso.
P.- Las grandes urbes presentan problemas de medio ambiente y de otro tipo. ¿Cómo se puede reordenar el mapa? Hay quien aboga por hacerlo a través de gravar a quienes más contaminan.
R.- Yo no le voy a dar la receta automática. Sí que es cierto que situaciones diferentes necesitan soluciones diferentes y situaciones iguales, iguales. Yo creo que quién pague más o quién pague menos deberíamos estudiarlo en profundidad. Lo que veo muy preocupante en este aspecto, y en otro muchos que me estoy encontrando en España, es la medida y la contramedida consiguiente para paliar la medida tomada. Eso no vale. Creo que estamos ante cosas muy importantes que han de estudiarse, ha de tasarse, ha de medirse y estudiar la mejor solución, que no es la primera que viene, la ponemos y luego hacemos siete contramedidas para paliar esos efectos.
P.- Como presidente de Cepyme, usted representa a las pequeñas y medianas empresas…
R.- Yo represento al 99,8% de las empresas españolas, que son la pequeña y mediana empresa.
P.- Eso le iba a decir, y que además son claves en territorios más pequeños como es el caso de Soria…
R.- Creo que solo hay 18 empresas por encima de los 100 trabajadores.
P.- Y eso demuestra que la pequeña y mediana empresa es fundamental. Mi pregunta es si tiene el apoyo suficiente y se la valora como merece.
R.- Desgraciadamente, todo el mundo habla de la pyme, todo el mundo quiere la pyme, todos los partidos políticos, todos los programas políticos, pero cuando uno llega a la realidad… Uno de los ejemplos que pongo es que todas las normas se hacen para la gran compañía y luego se adaptan para la pequeña. Me parece una incoherencia. Si realmente queremos primar a la empresa, primemos a la pequeña y mediana empresa pero no perjudicando a las grandes. Yo sí soy de los convencidos que la colaboración y la cooperación entre grande y pequeño hace mucho mejor la economía. Y una parte fundamental de nuestra actividad, de la pequeña y mediana empresa, está relacionada con las grandes compañías. Por tanto, no me diga que me va a ayudar perjudicando a la grande, al final eso se va a trasladar a la cadena de valor. El grande tendrá herramientas para poder cambiar su procedimiento, sus procesos y sus presupuestos, irá implementando el coste asociado a su castigo debajo de la cadena y acabará en el cliente final, en el ciudadano de a pie, que será el que pague ese efecto. No me vale que lastremos al grande, porque eso acabará lastrando a todo el sistema.
P.- Usted tiene relación con la energía en su actividad empresarial. ¿Cree que se ha entendido bien la transición ecológica?
R.- Me preocupa mucho con respecto al medio ambiente, a la sostenibilidad, al cambio climático, a esa transición ecológica, a esa transición energética que necesita España, se le pongan banderas de uno y otro color político. Es una necesidad de este mundo, no solo de este país. Yo me subo al carro y ha de sumarse cualquiera que tenga actividad en cualquier sitio. No valen los colores políticos ante cosas tan importantes como esta. Pero, relacionado con este mundo, existe la oportunidad de colgar otras muchas perchas que nada tienen que ver con esto. En ese sentido, tenemos que ser muy cautos, muy leales, y los gobiernos tienen que ser honrados al poner las medidas que sean oportunas. Y puede ser que la sociedad no tenga todavía ese concepto, ese conocimiento, pero yo creo que eso es un camino irreversible. También le digo al mundo de la empresa que aparecen otras oportunidades. Pero siempre volvemos al mismo discurso: la empresa no quiere la protección al medio ambiente. Pero si le digo a usted que más del 50% del gasto en protección al medio ambiente lo hacen las empresas de este país, y si le sumamos las familias nos vamos al 75%, pues yo creo que la empresa sí cree en el medio ambiente.
P.- Habla de oportunidades. ¿Las renovables pueden ayudar a combatir la despoblación?
R.- Evidentemente. Es industria, tiene un valor añadido. La industria de la energía renovable es una oportunidad y comarcas como esta tienen que aprovecharla. Yo creo que hay que aprovecharla y de la mano de sectores tradicionales que han sido fundamentales, como las propias redes. Claro que sí, claro que esa puerta que se abre hay que aprovecharla y esta zona tiene muchos recursos que puede aprovechar. Porque los objetivos son claros, el objetivo del 2030 y del 2050 están ahí y si no ponemos en servicio todos los megavatios que nos da la naturaleza no vamos a llegar a esos objetivos.
P.- Ahora que acaba de aprobarse un nuevo salario mínimo, ¿se han excedido las empresas en vincular la competitividad con el coste salarial?
R.- No es cierto. Yo creo que la mejor política social que pueda existir, y estoy totalmente convencido, es que la gente tenga un puesto de trabajo. El trabajo en España es digno, es acorde con su situación. Yo creo que hay un mantra establecido según el que a los empresarios no nos gusta pagar sueldos. Me rebelo ante una situación en la que estamos entrando. Solo hablamos de la empresa para decir lo mal que se porta con los trabajadores, pero nunca se habla de qué es lo que necesita la empresa para seguir aportando todo lo que aporta a la sociedad. En ese sentido, creo que para el empresario, no el delincuente, que puede haber como en cualquier sitio, su bien más preciado son los trabajadores. Cuando, como empresario, he tenido que desprenderme de recursos humanos, de talento, por circunstancias del propio negocio, es el trance peor que puede pasar un empresario.