CORONAVIRUS
Soria, candidata a iniciar la 'nueva normalidad' en la última fase
Sólo las provincias de Zamora y Palencia podrían cumplir los criterios para entrar en la primera fase de la desescalada el 11 de mayo en la región
La desescalada será por provincias. Nada de zonas básicas de salud como proponían desde la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León. En cualquier caso, el gobierno autonómico no renuncia la posibilidad de plantear el inicio del desconfinamiento en algún territorio rural a partir del 11 de mayo que es cuando se estrenarán las primeras provincias que puedan emprender el camino hacia la conocida como nueva normalidad.
Zamora y Palencia, por los datos que maneja el departamento que dirige la doctora Verónica Casado, son las dos únicas provincias de Castilla y León que podrían entrar en esa primera fase fijada para el 11 de mayo por el gobierno y anunciada ayer por Pedro Sánchez. En concreto, Zamora es la mejor situada y con más posibilidades. Aunque en los próximos día habrá que bajar al detalle de todos los criterios que exigirá el Ministerio de Sanidad para autorizar.
Las otras siete provincias de Castilla y León seguramente tendrán que apuntarse al vagón de cola de la mayoría de unidades provinciales que entren en la nueva normalidad a mediados de junio, en la última de las fases de la desescalada. Sin duda así será para Segovia, Soria, Ávila, Salamanca y León. Y muy difícil que no entren en ese paquete final Valladolid y Burgos, por su tamaño y complejidad, según el primer diagnóstico del comité de expertos de Castilla y León que ayer se reunió para analizar los planteamientos aprobados por el Consejo de Ministros para emprender la desescalada.
En cualquier caso, la Junta sigue en su idea de plantear de que algunas áreas rurales puedan recuperar la normalidad sin que eso ocurra en toda la provincia. Pero es algo que todavía no sabe la Junta. Los criterios, especialmente los epidemiológicos y sanitarios no se conocieron hasta ayer. Y de momento son genéricos. No se han fijado los umbrales necesarios para cumplirlos.
Las clases ya no volverán hasta septiembre, con excepción de la EBAU o la necesidad de adapta aulas para la conciliación laboral de los padres o el refuerzo docente. Es decir, en general no abrirán las aulas hasta el nuevo curso.
Hoy y mañana los responsables sanitarios de Castilla y León tendrán que analizar los criterios y aportar los datos al Ministerio de Sanidad que será el encargado de autorizar la desescalada. La Junta de Castilla y León mostró su satisfacción con el plan expuesto por el ejecutivo central para la desescalada. Especialmente porque no se ha hecho por comunidades autónomas, como inicialmente se había planteado, lo que hubiera sido un lastre para los territorios, como Castilla y León o Andalucía, con mayor número de provincias, que muestran singularidades diversas.
En cualquier caso, la pretensión de la Junta de solicitar adelantar la desescalada en zonas dentro de la provincia va a colisionar con la prohibición de movilidad interprovincial establecida. Es decir, un territorio puede estar en condiciones de empezar las fases de normalización y desconfinamiento, pero puede estar rodeado de otros en situación conflictiva de pandemia. Difícil que la desescalada no sea por provincias, aunque el presidente del Gobierno dejó la puerta abierta a planteamientos concretos de la Comunidad. Veremos si al final, con el plan y los criterios ya sobre la mesa, Castilla yLeón hace alguno. En este caso ha triunfado más las tesis de Andalucía, que ya mostró su intención de que la desescalda se hiciera de forma provincial para evitar el riesgo de un proceso que englobase a toda la comunidad autónoma.
El presidente del Gobierno nacional Pedro Sánchez confirmó por su parte que volverá a pedir «una prórroga del estado de alarma de 15 días» cuando el domingo 10 de mayo concluya la actual, en la que han comenzado a aplicarse medidas para aliviar el confinamiento con las salidas de los niños a la calle durante una hora al día y las de mayores o personas que quieran hacer ejercicio individualmente el próximo fin de semana.
El presidente adujo en su comunicado vespertino que el «horizonte» del estado de alarma es de «como mínimo seis semanas u ocho» de acuerdo al plan de desescalada aprobado por el Consejo de Ministros, informa Ical, y contempla fases diferentes que se irán aplicando por provincia o isla de España a medida que se reduzcan los contagios y los fallecimientos en cada uno de estos territorios.
Sin embargo, Pedro Sánchez no quiso decir expresamente que el estado de alarma durará hasta el mes de julio, puesto que cuando uno de los periodistas le preguntó expresamente por esa fecha se limitó a confirmar simplemente que pedirá una nueva prórroga la próxima semana para que siga más allá del 10 de mayo.
Sánchez hizo esfuerzos por justificar y minimizar el hecho de que el Gobierno lleve casi dos meses con poderes extraordinarios con motivo del estado de alarma y que pueda estar otros dos meses más. Para ello, argumentó que más «de 20 países en Europa» están en una situación «semejante» y recomendó «no perder el contexto de que esta es una pandemia global» y que la «mayor parte de los Estados están planteando estados de alarma» para frenar la crisis sanitaria.
Pedro Sánchez, enumeró y describió las cuatro fases (0, 1, 2 y 3), cada una de un mínimo de dos semanas, por las que transitarán las provincias en su proceso de desescalada del estado de alarma hasta llegar a la «nueva normalidad», en principio a finales de junio.
El presidente del Gobierno concluyó recordando que los casos descritos son «a título ilustrativo» y que será el Ministerio de Sanidad el encargado de publicar las diferentes órdenes ministeriales que establezcan las normas y detallen todos los supuestos necesarios.