Heraldo-Diario de Soria

CAPITAL

El comercio deja huérfanos 35 locales en el centro y aledaños

«La pandemia ha dado la puntilla», coinciden el presidente de la Cámara y la concejala del ramo

Personas junto a un local comercial recientemente cerrado. LUIS ÁNGEL TEJEDOR

Personas junto a un local comercial recientemente cerrado. LUIS ÁNGEL TEJEDOR

Publicado por
M.H.
Soria

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Uno, dos..., cinco, diez, veinte, así hasta al menos 35. Son los locales que se encuentran vacíos, algunos desde apenas días, otros de meses,  otro llevan años, en el centro de la ciudad de Soria y sus aledaños. De un simple vistazo se evidencia el complicado momento que sufre el comercio y que ha llevado a muchos a abandonar toda ilusión por seguir en el mercado. No es un problema actual, se arrastra de antes, «pero la pandemia le ha dado la puntilla», coinciden en señalar el presidente de la Cámara de Industria y Comercio, Alberto Santamaría, y la concejala del ramo en el Ayuntamiento de Soria, Yolanda Santos. 

En la plaza Ramón y Cajal se han visto obligados a tirar la toalla las dos tiendas de ropa que daban un poco de actividad a la calle, se suman así a la de embutido que dijo adiós hace años, otro local vacío del que ya no se sabe ni qué fue en sus buenos tiempos, y un poco más allá, el gran espacio que una vez ocupó la Agencia de Desarrollo Económico, cuya clausura no puede verse sino como una desgraciada metáfora, además del estrecho y angosto bar ya cerrado.

En El Collado, centro neurálgico del comercio local, los sorianos ya están tan acostumbrados a ver establecimientos tapiados que ni reparan en ellos, son muchos años sin ver movimiento en su interior, como la antigua sastrería, por citar un ejemplo. Pero no hay que remontarse tan atrás, y de hecho, algunos se ofertan. La mercería, la carnicería, la tienda de ropa de una cadena nacional, la pastelería, la de moda masculina bajo los soportales... Sólo la obra de un hotel donde antes había un comercio activo ofrece algo de esperanza de que la actividad se renueva. En el pasadizo de El Collado, han sido varias las actividades del local, ahora ninguna. Y ya el remate, la franquicia de la clínica dental está en concurso de acreedores.

Por su parte, en la plaza de los Doce Linajes ya no está tampoco la franquicia de moda femenina, ni la otra cadena próxima, aunque ésta sólo se ha trasladado. Adiós a la papelería, el establecimiento de productos de hogar o el de complementos. Un poco más allá, el mercado tampoco ha tenido todo el efecto de revulsivo que se esperaba. El local de la antigua frutería ahí sigue vacío, también el de calzado.

Teatinos es una de las calles con más movimiento de aperturas y cierres y aguanta el tirón con nuevos emprendedores a los que no se les puede calificar de otra manera que luchadores. Pero Amaia Salamanca se marchó y no ha vuelto, y la tienda de cosméticos tampoco.

En la plaza Herradores había relojería donde ya nadie da la hora, y en la avenida de Navarra ni endulza la vieja pastelería, ni dan dinero en el banco ni gasolina en la gasolinera. A cambio, una frutería busca su hueco. En la paralela calle Cortes pocas alegrías también: cerraron las peluquerías, la tienda de moda y el locutorio, y su subieron a la estadística de cierres como hace años lo hicieron la boutique y la zapatería en esa misma zona. Incluso un bar, que parecía negocio seguro, lleva semanas sin dar señales de vida.

La pregunta es evidente, ¿qué se puede hacer para revertir esa situación? Santamaría comienza diciendo que lo primero es «apostar por ello, algo que tienen que hacer el usuario, el comerciante u hostelero y los propietarios de los locales porque adquieren más valor si están activos». Compromiso general y un llamamiento a la reflexión. «Compramos a golpe de clic en internet pero no miramos adónde van esos impuestos, que muchas veces no se quedan en el país», recalca haciendo mención al fuerte boom que han registrado las compras on line, sobre todo durante la pandemia, en una tendencia que ahora ya sí se ha generalizado y que parece no tener marcha atrás.

El presidente de la Cámara de Comercio se refiere a la digitalización de los grandes y recalca que es lo que tienen que hacer también los pequeños.

Ahí está la clave también para la concejala del Ayuntamiento de Soria. «Tenemos un cambio de paradigma a nivel de consumo. El de cercanía se nos ha quedado en segundo plano, pero no es algo que ocurra a nivel local sino global», apunta Santos. «En todos los sitios se hacen campañas para sensibilizar de la importancia del mercado local, pero no podemos luchar contra la globalización, es la evolución de la economía. No podemos ir contra Amazon», concluye con resignación. Pero sí hay alternativas, los pequeños también han de digitalizarse. «Hay que estar en internet, no puedes no estar en las redes. Todos tienen su pequeño escaparate con horarios y teléfono pero hay que avanzar más ahí», propuso, «porque si no estás on line, no existes».

La concejala reconoce que el precio del alquiler de los locales es un problema. Se ha elaborado un estudio de los precios de las rentas «y es muy complicado», reconoce, «porque no se puede intervenir de forma directa». La cuestión es que algunos propietarios «prefieren no bajar el alquiler y cerrar, esperando a otro que les pague». Comenta que en otras ciudades se habla de bonificar impuestos para que esos precios bajen, pero no se ha planteado en Soria, «es complicado», repite.

También Santamaría indica que el coste de los alquileres, en muchas ocasiones, obligan al emprendedor a cerrar. «Si se cierra es porque el alquiler está fuera del mercado, pero hay que darse cuenta de que el mayor valor de un local es que esté abierto», matiza el presidente cameral, quien añade que hay quien ha anulado el cobro estos meses precisamente para no ahogar a su inquilino.

Santamaría dice que el comercio de Soria se había volcado en el turismo, y que ahora, con la pandemia, ha sido un duro golpe, «porque el consumo local no es suficiente». 

Santos apunta que se tiene la falsa idea de que los precios en internet son más baratos, pero no siempre es así, por eso insta, «si tienes la opción, compra en Soria, porque revierte en el empleo, en sostenibilidad, el trabajo se queda aquí».

Y coincide con el presidente de la Cámara en su mensaje final: «Consumamos en Soria, porque será en provecho de todos».

 

 

 

 

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