EMPLEO
Soria cierra el año con 600 empleos menos y las cifras de paro maquilladas por los ERTE
La Comunidad destruye 27.300 empleos pero el paro solo crece un 1,3% por la pérdida de activos
La crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus ha dejado su huella también en el mercado laboral de la provincia. Si bien el número de parados se mantiene en nivel similares, así como la tasa de paro, los efectos del covid se intuyen en el pronunciado descenso el número de personas que están en disposición de trabajar (activos) y el incremento de los inactivos, según refleja la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2020 difundida ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los grandes valores que proporciona la EPA describen la situación del mercado laboral de la provincia y posibilitan la comparación con lo ocurrido al terminar el año 2019. En primer lugar, las cifras de población (personas mayores de 16 años). Soria termina el año 2020 con 75.800 personas, cien menos que el cuarto trimestre del 2019 y cien más que la cifra marcada en el tercer trimestre del 2020. Esa ‘población’ se divide entre los 43.100 sorianos ‘activos’, es decir, en disposición de trabajar, y los 32.700 inactivos, es decir, que por diferentes razones (jubilación, Ertes, estudiantes) no pueden acceder a un puesto de trabajo.
En estos primeros campos es donde ya se observan las consecuencias de la pandemia, Soria termina el 2020 con los referidos 43.100 sorianos en disposición de trabajar lo que supone una caída del 3,36% con respecto al cierre del año 2019 cuando se anotaron 44.600 potenciales trabajadores. El descenso de este indicador también es notable con respecto al tercer trimestre de 2020 cuando se contabilizaron 45.000 activos. El descenso en esta último trimestre se explica a través de los numerosos trabajadores que volvieron a situación de ERTE entre octubre y diciembre.
Algo parecido ocurre con los inactivos, aunque en sentido contrario, es decir, se incrementan. Al acabar 2020 en la provincia se encontraban 32.700 personas en situación de inactivos que son 1.400 más que al cierre de 2019 (4,47%). Entre los dos últimos trimestres del año también hay una gran variación. En septiembre había 30.700 sorianos inactivos y tres meses después la cifra se eleva hasta los 32.700 referidos con anterioridad. La justificación es, fundamentalmente, la misma que en el caso de los activos. Hay muchas personas que han pasado a situación de inactivos por estar involucrados en ERTEs.
Según la EPA publicada ayer, al término del año pasado en Soria había 39.800 personas trabajando que en esta estadística se denominan ocupados. En el último año el número de ocupados descendió un 1,44% en términos porcentuales. En valores absolutos, ese descenso se traduce en 600 ocupados menos. La caída es significativa, pero lo es aún más si se analiza el comportamiento de este indicador entre los dos últimos trimestre del año. En ese periodo Soria perdió 1.100 ocupados al pasar de los 40.900 registrados al términos de septiembre a los 39.800 de finales de año.
En cuanto al último gran indicador de la EPA, el del número de parados, destacar que en Soria, en el cómputo global del año, apenas tiene variaciones. La provincia termina el año con 3.300 personas en situación de desempleo, solo un centenar más que las que marcaba la EPA al finalizar el año 2019 (3.200). De nuevo, la mayor variación está en la cifra trimestral. Al finalizar septiembre en Soria había 4.100 parados según la EPA por lo que en los últimos tres meses del año son 800 las personas que han encontrado trabajo.
Todos estos valores tienen su reflejo en las diferentes tasas que acompañan a la EPA. La tasa de actividad se contrajo en 1,89 puntos al pasar de los 58,77% al 56,88 con la que termina el año. La tasa de paro crece ligeramente (0,44) pasando de 7,23 a 7,67 y la tasa de empleo se sitúa en el 52,52 perdiendo dos puntos con respecto al 2019 (54,52).
En cuanto al comportamiento de los diferentes sectores productivos, destacar que en el año de la pandemia los que más ocupados perdieron en términos absolutos fueron la agricultura y el sector industrial. Tanto en la Construcción como en Servicios el volumen de ocupados se ha mantenido estable, según la información proporcionada por la EPA. En Agricultura terminaron el año 3.700 ocupados cuando en el anterior trimestre eran 4.000 y al término de 2019 se contabilizan en Soria 4.300 trabajadores en este sector. La pérdida de ocupados alcanza los 600 en el último año. En Industria las cifras son aún peores. El año acaba con 8.600 ocupados cuando el trimestre anterior eran 8.900 y en el cuarto trimestre del 2019 la EPA de Soria reflejaba 9.500 ocupados en este sector, es decir, hay una merma de 900 en los últimos 12 meses.
Tanto Construcción como Servicios han capeado mejor las consecuencias de la pandemia, al menos, así lo dicen los datos de la EPA publicados ayer. Al término de 2019 se contabilizaban en la provincia 2.300 ocupados vinculados al sector de la Construcción y el año 2020 concluye con 2.400, es decir, 100 más. También hay un importante ascenso en este ámbito con respecto al anterior trimestre cuando eran 1.800 los ocupados. En Servicios el año termina con 25.200 ocupados por los 25.300 que había al finalizar el 2019 por lo que ‘solo¡ se han perdido 100 ocupados en este sector. Sí hay una pérdida importante entre la ocupación del tercer trimestre de 2020 (26.300) y la cifra con la que acaba el año (25.200).
La Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES) considera«incongruente» el resultado de la EPA para Soria, contaminado una vez más por las fuertes variaciones que causa el pequeñísimo tamaño de la muestra, que eleva el margen de error de la encuesta. Por poner sólo un ejemplo, mientras que el margen de error en España en el epígrafe «parados y tiempo de búsqueda de empleo» es del 1,39%, en Soria se eleva al 11,83%». En plena tercera ola de la pandemia, con importantes sectores como la Hostelería sujetos a fuertes restricciones de actividad nuevamente y con unas perspectivas sanitarias que no ofrecen motivos para el optimismo a corto plazo, FOES recuerda a las administraciones la debilidad de las empresas y autónomos de la provincia y les urge ayudas a fondo perdido que contribuyan a la mejora.
Castilla y León
Por su parte, en Castilla y León, la recta final del año y el mantenimiento de los ERTEs lograron de alguna manera ‘maquillar’ el revés que la pandemia ha ido endosado sin anestesia al mercado laboral castellano y leonés en 2020. Aunque el golpe fue menos duro que el recibido por el conjunto de España, ni la mejoría del último trimestre fue capaz de impedir que la Comunidad cerrara el fatídico año con más paro, menos empleo y menor volumen de población activa.
2020 dijo adiós con la destrucción de 27.300 puestos de trabajo en la Comunidad, mandó a la lista del Ecyl a 1.700 castellanos y leoneses y ‘borró’ a 25.700 activos que se marcharon de la Comunidad o perdieron interés o condiciones para trabajar.
Conjugando todas esas variables, la tasa de desempleo acabó en el 11,61%. Se trata de la tercera tasa más baja del país, por detrás de País Vasco y Cantabria, después de crecer exclusivamente cuarenta décimas en relación a la de finales de 2019. Esa mínima subida le permitió distanciarse aún más de la de España, que ya se sitúa en el 16,13%, tras haber crecido más de dos puntos en el año.
Castilla y León acabó 2020 con 976.600 ocupados, lo que supone una merma del 2,72% sobre el mismo periodo de 2019. Este porcentaje, ligeramente inferior al de España (-3,12%), podría haberse desbocado más si no fuera porque el sector público fue el único que creó empleo: 5.300 en concreto, aunque el 81% tuviera carácter temporal. Frente a la creación de empleo público apareció la ‘demolición’ de 32.700 puestos de trabajo en el sector privado y la pérdida de 2.400 autónomos.