Recuerdo y Dignidad abre la pesquisa sobre el cementerio de Las Casas

El cementerio de Las Casas es un lugar de triste memoria ligada a la Guerra Civil. En sus tapias perdió la vida un buen número de represaliados y en su recinto se atisban señales de los vestigios de aquellas matanzas. O sea, de enterramientos colectivos e irregulares que a asociación Recuerdo y Dignidad se ha propuesto investigar. La indagación, en una fase muy preliminar, nace del proyecto ‘Soria ciudad con memoria’, que liga a la entidad con el Consistorio de la capital. La huella de que en el camposanto hay «una fosa o varias bastante grandes» con cuerpos de asesinados es visible. Se trata de espacios donde no hay sepulturas y que «parece que han sido respetados», conocedores los vecinos de lo que ocultan. Son dos las áreas con estas características, señaló el presidente de Recuerdo y Dignidad, Iván Aparicio. La asociación quiere conocer la «magnitud» de estos lugares de reposo y ha sido contactada por varias familias («cinco o seis») que sospechan que sus seres ausentes están allí.

De lo que se trata ahora es de estudiar y analizar, con testimonios, noticias o documentos. Un expediente informativo, en suma, que es lo que señala el convenio con el Ayuntamiento para su primera anualidad, entre otras acciones. El acuerdo supone una dotación por ejercicio, hasta cuatro, de 20.000 euros. La investigación, que está «muy en el principio», busca entender lo que sucedió y cuántas personas pueden yacer en Las Casas como consecuencia de la violencia golpista.

«Siempre decimos que los pueblos son víctimas», explicó Aparicio, en referencia a la angustia de unos vecinos de entonces que tuvieron que escuchar los disparos o enterrar a las víctimas, que pueden contarse por «decenas». Por eso, el trabajo en este campo de la memoria. Aunque el fin de todo el proceso es la excavación e identificación, este horizonte depende de la información y no parece que se prevea cercano. «Somos muy judicialistas» y más con «fosas tan grandes» como  podría albergar Las Casas.

Es una «fase previa» de documentación para «poder intervenir ahí», explicó el concejal Eder García, que lleva desde el Consistorio el seguimiento del proyecto. Con este fin el municipio ha recibido una subvención de la Federación Española de Municipios y Provincias de 3.000 euros.

El acuerdo para impulsar la memoria histórica sufrió el año pasado del lógico parón por la pandemia y ahora se está «retomando el pulso», refirió el edil. Otra actuación, esta con resultados próximos, es la instalación de los ‘stolpersteine’. Son los ‘adoquines’ que conmemoran a los deportados a los campos de concentración nazis y que identifican a la persona y el lugar de destino. Si bien lo común es que se ubiquen en espacios dispersos, vinculados a los prisioneros, en Soria se emplazarán en conjunto y será en la plaza del Vergel.

La instalación, que ya se está ajustando con el técnico municipal, se realizará «en cuanto podamos», explicó el concejal. Aparicio confió en que sea «antes de que acabe el curso escolar», también en reconocimiento a la labor de custodia de las piezas por parte del instituto Machado. Los ‘adoquines’, indicó el presidente de Recuerdo y Dignidad, forman parte del «monumento memorial más extenso de la tierra». Soria se suma así a una iniciativa ya presenta en muchas ciudades europeas. Lo hará con 22 piezas, en nombre de otros tantos deportados, y en un espacio tan significativo, por la huella machadiana y todo lo que aglutina y representa, como es el Vergel.

Por ahora no hay novedades sobre la eliminación de elementos franquistas del callejero (hay unos cuantos vestigios todavía) y otra simbología, pese a la mesa constituida hace tiempo y que el convenio reanuda. Entre otros aspectos, el acuerdo incluye la significación de Santa Clara (prisión en la Guerra Civil) y de algunos espacios públicos acondicionados con trabajo esclavo de presos.