Heraldo-Diario de Soria

Economía

Las reformas y el hogar salvan el consumo en 2020

Según refleja el IVA en la recaudación tributaria del año pasado, donde el IRPF y el impuesto de sociedades no sufren la pandemia, dado que se refieren a 2019  

Sede de Hacienda en Soria. VALENTÍN GUISANDE

Sede de Hacienda en Soria. VALENTÍN GUISANDE

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IRENE LLORENTE YOLDI
Soria

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El Estado ha ingresado en la provincia 171,916 millones de euros durante 2020 por los impuestos de IRPF, sociedades, de no residentes, IVA y especiales, principalmente, frente a los 165,174 millones del año anterior, lo que supone un incremento del 4,1%, según los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria. Y es que la fiscalidad no se ha visto afectada en su conjunto por la pandemia, puesto que los impuestos de sociedades y de la declaración de la renta se referían a 2019. Además, las arcas estatales han percibido el mismo montante por el IVA que el año anterior, 68,71 millones de euros, gracias a que las reformas y los artículos para el hogar y el ocio y tiempo libre han salvado el consumo.

Pero este año ya se está notando el efecto coronavirus. De hecho, entre enero y febrero de este año los sorianos han pagado 39,51 millones de euros en impuestos al Ejecutivo central, un 5,6% menos que en el mismo periodo del año anterior, cuando se recaudaron 41,87 millones. Y sus consecuencias se verán a lo largo de 2021. Lo advierte la economista y presidenta de la Asociación de Autónomos de Soria, Belén Izquierdo, puesto que en la próxima declaración de la renta, que arranca el próximo 7 de abril, los trabajadores y autónomos afectados por la crisis tendrán que pagar más. Y es que las ayudas y bonificaciones a los ciudadanos a cuenta de la pandemia, bien en forma de Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte) o de cese de autónomos, o cualquier otra de las anunciadas por las administraciones por Covid, no son gratis y tendrán su factura fiscal este año. “O vamos a pagar más en la declaración o te devuelven menos en el impuesto”, asegura.

Por impuestos, la recaudación del IVA se ha mantenido respecto al mismo periodo del año pasado. Los informes mensuales de la Agencia Tributaria permiten comprobar que el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda ha obtenido en 2020 el montante de 68,718 millones de euros de IVA frente a los 68,714 millones de 2019, lo que significa, según explica Izquierdo, que el consumo se salvó gracias a sectores como el de la construcción o de artículos para el hogar y el ocio.

Señala que el primer trimestre fue similar al anterior en actividad, y por tanto, en impuestos, dado que el estado de alarma empezó el 13 de marzo, pero en el segundo trimestre, con el confinamiento domiciliario y el parón por completo de muchos sectores, los resultados fueron nefastos. “Y después el tercer trimestre, con julio y agosto, fue más asequible y pudo levantar algo la economía, pero no fue suficiente para compensar el segundo y el cuarto trimestre, cuando también cayó en picado la actividad”. Izquierdo constata que con la libertad de movimiento entre comunidades se despertó el turismo, lo que ayudó, aunque poco tiempo, a la hostelería, pero también muchos regresaron a sus pueblos para pasar temporadas más largas y tuvieron que acondicionar casas en las que hacía años que no estaban, y cambiar electrodomésticos, muebles, colchones y otros objetos de esas viviendas, incluso instalaciones eléctricas o de fontanería, lo que contribuyó a dar un empujón a la actividad económica. También productos para el ocio y tiempo libre, como artículos de deporte, y juguetes para los más pequeños, que pasaban más horas en casa.

En lo que se refiere al Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) de enero a diciembre resulta un acumulado de 75,65 millones, que supone un 2,6% más que el año anterior, si bien, insiste la economista soriana en que eran datos fiscales correspondientes a 2019, cuando todavía no había pandemia. Se notará, advierte, en la próxima declaración de la renta, que arranca el próximo 7 de abril, porque las cantidades que se perciben a través del Sepe no llevan retención que sí se aplica en las nóminas. “Cualquier tipo de ayuda si es imputada como subvención es ganancia patrimonial y si es como rendimiento de trabajo y no ha habido retención habrá que ver”. Lo mismo ocurre con los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo. “Hay que ser consciente de que el Erte no es a coste fiscal cero. Tampoco la ayuda por el cese de autónomos”.

De este modo, indica que el contribuyente puede calcular que le saldrá a pagar el porcentaje no retenido durante el tiempo que ha permanecido en Erte. Por ejemplo, si tiene un salario bruto de 1.900 euros al mes y cada mes tiene una retención de 300 euros, si ha estado tres meses en regulación de empleo le saldrá a pagar unos 1.000 euros. “Y si es por cese de autónomos u otro tipo de ayuda pública tenemos varias disyuntivas: menos gasto de actividad por los cupones no pagados lo que aumenta el rendimiento y la ayuda de cese que paga la mutua es como un rendimiento de trabajo y tributa a escala pero si se trata de una subvención por cese o de otro tipo es ganancia patrimonial y tributa a un tipo mínino del 19% y también se tiene que declarar”, explica Izquierdo.

No obstante, aclara que no a todo el mundo le va a salir a pagar la declaración. Va a depender de cuánto haya ingresado durante el año. El límite de la obligación de realizar la renta está en 22.000 euros al año en rendimientos de trabajo si sólo tenemos un pagador, y si hay dos o más pagadores y siempre que el importe cobrado supere los 1.500 euros el límite para presentar la declaración baja a 14.000 euros por rendimientos de trabajo. De este modo, si una persona con jornada completa ha estado de Erte al 100% durante tres meses va a estar seguro obligado a presentar y a pagar porque el Sepe no le ha retenido, añade.

Con el impuesto de sociedades ha ocurrido lo mismo que en el IRPF. En 2020 ha experimentado un repunte del 21,5% con respecto a 2019, dado que se han recaudado 26,16 millones de euros frente a los 21,53 millones que dejó el año anterior. Este tributo de carácter directo y de naturaleza jurídica es uno de los claros indicadores de la situación económica de la provincia, pues grava la renta de las sociedades y demás entidades jurídicas, pero los ingresos por este impuesto no reflejan la época Covid, al referirse a datos de 2019, de modo que será este año cuando el impuesto de sociedades sufra la pandemia.

En cuanto a la recaudación del impuesto de la renta de los no residentes, IRNR, en la provincia se obtuvieron 227.000 euros frente a los 272.000 euros de 2019, lo que hace que en el primer capítulo, el que engloba IRPF, impuesto de sociedades y el IRNR, fueran ingresados en la Agencia Tributaria 184,83 millones de euros casi un 7,3% más que en el año precedente, 97,67 millones de euros.

En el capítulo dos que contempla la Agencia, es decir, tanto el IVA como los impuestos especiales y tráfico exterior, la cifra se elevó a 65,83 millones de euros, frente a los 66,10 millones, es decir, un 0,4% menos. De impuestos especiales la recaudación fue negativa, -2,9 millones (el año pasado el acumulado fue también en negativo con 2,7 millones), y en tráfico exterior se llegó a 7.000 euros.

El capítulo tres, el correspondiente a tasas y otros ingresos, supuso en la provincia una recaudación de 1,242 millones de euros, lo que supone un descenso del 10,7%, dado que el año anterior se ingresaron 1,391 millones de euros.

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