Heraldo-Diario de Soria

MENÚ DEL DÍA / RECETA: POLLO A LA MIEL

La miel, un alimento natural y beneficioso

No hay una ingesta diaria recomendada pero debe consumirse con moderación por su alto contenido en azúcar

Miel

Miel

Publicado por
VERÓNICA REGLERO / SORIA
Soria

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La miel es un alimento dulce producido por las abejas a partir del néctar de las flores o de las secreciones de las plantas vivas. Las abejas van a las plantas y recolectan el néctar, lo transforman y combinan con enzimas y, finalmente, lo almacenan y maduran en sus panales. Su sabor y color dependen del origen geográfico y la época del año, por esta razón se pueden encontrar mieles oscuras, casi negras, marrones, rojizas, naranjas, amarillas y color crema o hueso. En España los tipos más comunes son los de romero, tomillo y azahar.

La falta de humedad es una condición fundamental para la conservación de la miel. Mientras el porcentaje de humedad permanezca por debajo de 18 % nada podrá crecer en ella. Por encima de ese valor pueden aparecer procesos fermentativos.

Los beneficios y propiedades de la miel que tiene en la salud humana son conocidos desde la antigüedad, tanto en uso tópico como consumo de alimento natural. Tras cosecharla, la miel comienza un proceso de cambio de estado de líquido a sólido, conocido como cristalización. Todas las mieles naturales se cristalizan, como una forma de conservación, el tiempo en que tarda varía de acuerdo a la flora que contiene la miel y el clima. La miel natural es aquella que no ha sido calentada por encima de 43º ni sometida a ningún proceso, a diferencia de la miel industrial, la cual se pasteuriza. Otra garantía de calidad de la miel natural cercana es su pureza y el origen. El pequeño apicultor trabaja en un área de floraciones que guardan un equilibrio de composición en los néctares de las plantas.

Los minerales más frecuentes en la miel son calcio, cobre, hierro, magnesio, manganeso, zinc, fósforo y potasio. Están presentes también alrededor de la mitad de los aminoácidos existentes, ácidos orgánicos y vitaminas del complejo B, vitamina C, D y E. La miel posee también una variedad considerable de antioxidantes.

La miel se usa principalmente en la cocina y la pastelería, como acompañamiento del pan o las tostadas (especialmente, en desayunos y meriendas) y como aditivo de diversas bebidas tales como el té. Al ser rica en azúcares como la fructosa, la miel es higroscópica (absorbe humedad del aire), por lo que el añadir una pequeña cantidad a panes y pasteles hace que estos endurezcan más lentamente. La miel virgen también contiene enzimas que ayudan a su digestión, así como diversas vitaminas y antioxidantes. Por esto suele recomendarse el consumo de la miel a temperaturas no superiores a 60°C, pues a mayor temperatura empieza a perder propiedades beneficiosas al volatilizarse algunos elementos. El sabor, el aroma y sobre todo las propiedades de la miel se empiezan a degradar y desnaturalizar a partir de estas temperaturas elevadas. 

La miel es un alimento alternativo al azúcar natural, sin aditivos, que se adapta a todos los procesos de cocción y tiene una vida útil indefinida. 

Este preciado alimento se ha utilizado durante milenios en la medicina tradicional por sus posibles propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antioxidantes. No hay una ingesta diaria recomendada de miel específicamente, sin embargo, debido a su alto contenido de azúcar, la miel se debe comer con moderación.

Además, La miel es rica en compuestos beneficiosos e interesantes si la consumimos en pequeñas cantidades y siempre que el estado de salud sea bueno. Hay que tener en cuenta que las personas con resistencia a la insulina, diabetes, presión alta, colesterol o sobrepeso deben evitar todo tipo de endulzantes, incluyendo la miel, ya que cualquier endulzante ayuda a disminuir la sensibilidad a la insulina y empeora su resistencia.

Por último, hay que tener en cuenta que la miel puede ser peligrosa para los bebés, ya que, cuando se mezcla con los jugos digestivos no ácidos del niño, se crea un ambiente ideal para el crecimiento de las esporas Clostridium botulinum, que producen toxinas.

RECETA: POLLO A LA MIEL

Los ingredientes son: 1 pechuga de pollo; 4 zanahorias; 250 gr. de champiñones; 1 cebolla; 2 dientes de ajo; 1 vaso de agua; 1 cucharada de soja; 4 cucharadas de miel; sal; pimienta negra molida y harina. Cortamos en trozos pequeños la pechuga de pollo, salpimentamos y enharinamos ligeramente. En una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra los cocinamos hasta que se doren, sacamos y reservamos.  En ese mismo aceite, ponemos la cebolla, los ajos, las zanahorias, todo pelado y picado. Una vez que la verdura esté hecha, incorporamos los champiñones, salteamos y añadimos el pollo, la soja, la miel y el agua. Dejamos cocinar a fuego suave unos 20 minutos y listo.

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