INFRAESTRUCTURAS
El Langa-Aranda sigue en redacción dos años después de su encomienda al Ineco
El tramo se adjudicó en 2008 y con apenas un 4,5% de ejecución no estará terminado hasta 2025
El guión del tramo Langa-Aranda de la Autovía del Duero a su paso por Soria es una digno de una serie de misterio. En septiembre de 2021 se cumplirán 13 años desde que el Ministerio de Fomento adjudicara la obra a Isolux Corsan y ahora mismo la única predicción que puede hacerse es que, al menos, no estará terminado hasta 2025. Tras sufrir el parón generado por la crisis, este fue el único tramo soriano que no recuperó las obras en 2015 debido a los problemas económicos de la adjudicataria. En 2016 se rescindió el contrato original y hasta 2019 no se encomendó la obra a la empresa pública Ineco. Dos años después el proyecto, del que se llegó a ejecutar solo el 4,5%, sigue en redacción.
La autovía del Duero en Soria está compuesta por siete tramos más el enlace con la A-15. Cuatro tramos ya están en servicio: La Mallona-Venta Nueva (2019), Santiuste-El Burgo (2019), Variante de El Burgo (2004) y San Esteban-Langa (2020). Hay otros dos en obras: Venta Nueva-Santiuste y El Burgo- San Esteban. Aunque la A-11 ha estado marcada en su conjunto por las reprogramaciones, paralizaciones y problemas, el mayor ‘lunar’ es en estos momentos el Langa-Aranda cuya fecha de reinicio de obras y, sobre todo, culminación, es aún una incógnita.
A través del portal de Transparencia del Gobierno, el director General de Carreteras, Javier Herrero, explica que el Langa-Aranda está todavía en fase de «redacción» y añade que «una vez supervisado y aprobado provisionalmente se someterá a información pública». A tendiendo a esos pasos administrativos y teniendo en cuenta que solo en la construcción de los 20 kilómetros que componen el tramo se estiman necesarios más de 3 años, es fácil avanzar que las obras no estarán terminadas al menos hasta 2025.
El Langa-Aranda, al igual que la gran mayoría de tramos de la A-11 soriana, se adjudicaron en el año 2018. Concretamente, fue en el mes de septiembre de aquel año cuando se publicó que la empresa encargada de las obras sería una de las mayores constructoras del país en ese momento, Isolux-Corsan, en colaboración con la firma Zarzuela. El presupuesto era de 64,13 millones de euros, la extensión alcanzaba los 20,66 kilómetros de autovía y el plazo previsto era de 45 meses. Si ese planteamiento se hubiera cumplido, ese tramo tendría que haber entrado en servicio entre finales de 2012 y 2013. Una década después apenas hay avances.
En primer lugar las obras del tramo toparon con la crisis. Cuando en 2011 Fomento ordenó la denominada reprogramación de las infraestructuras la A- fue una de las más afectadas y todos los tramos sorianos fueron paralizados. En el Langa-Aranda, tres años después de su adjudicación, apenas había avanzado un 4,5%, porcentaje que se mantiene invariable en estos momentos.
En el 2015 se levantó la suspensión de las obras de la A-11 y se procedió al reinicio de la actividad en muchos de los tramos. En el Langa-Aranda no. La profunda crisis económica afectó de lleno a Isolux-Corsán que se veía abocada al concurso de acreedores. Poco después, en marzo de 2016, Fomento informó de la rescisión del contrato con Isolux.
El proyecto quedó en un limbo hasta que dos años después, en marzo de 2018, la célebre, y criticada, visita a Soria del entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunciara que se iba a realizar una encomienda a la empresa pública Ineco para redactar de nuevo el proyecto y, posteriormente, proceder a su licitación.
En junio de 2018 se produjo el cambio de Gobierno y ya en el verano de 2019 se completó la tramitación de la encomienda. Es decir, prácticamente pasaron tres años desde que se rescindió el tramo hasta que se optó por la encomienda a Ineco. En ese momento, 2019, se indicó, a través de diferentes representantes del Gobierno, que la redacción se extendería una seis meses y que podría estar acabada a finales de año. No se concluyó en 2019, tampoco en el 2020 y a mitad de 2021, el ministerio indica que aún está en fase de «redacción».
En los Presupuesto del Estado para 2021 el Gobierno apenas reservó 100.000 euros para este tramo. Ya ha comenzado la elaboración de las cuentas de 2022 y se espera que, al menos, haya una cuantía que permita afrontar la licitación de las obras con el objetivo de iniciar la ejecución a lo largo del próximo año.
En contraposición al atasco en el que se encuentra el Langa-Aranda, los dos tramos de la A-11 soriana que actualmente están en ejecución avanzan según el ritmo marcado, según explicaron desde el Gobierno.
A través de Transparencia, desde la Dirección General de Carreteras se indica que el tramo VentaNueva-Santiuste tiene una ejecución ya que ronda el 80%. En principio, se espera que la entrada en servicio de este tramo pueda producirse antes de que terminara el año, aunque aún no hay una fecha determinada.
El otro tramo acumula un poco más de retraso. Acorde a la respuesta de Transparencia, el trayecto que una la variante de El Burgo con la localidad de San Estebanya ha superado el 35% de su ejecución y, en principio, debería estar terminado de cara al año 2022.
En cuanto a la situación del enlace que unirá La Mallona (A-11) con la A-15, desde el Gobierno indican que aún está pendiente de la actualización.