Heraldo-Diario de Soria

MICOLOGÍA

Soria, fuera del sello ecológico de los acotados de Micocyl

El proyecto de innovación del grupo operativo Mikogest consigue la certificación para 250.000 hectáreas de montes, pero no entra ninguno de los 15 cotos de la provincia

Recolección de setas, en una imagen de archivo. HDS

Recolección de setas, en una imagen de archivo. HDS

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IRENE LLORENTE YOLDI
Soria

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Gestionar la regulación del recurso micológico a partir de herramientas basadas en las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) ha sido el objetivo durante dos años del grupo operativo Mikogest en el que participa la Fundación Cesefor como socio integrante, que ha culminado con la certificación ecológica de 250.000 hectáreas de suelo forestal en toda la Comunidad. Una experiencia piloto que se ha realizado con los acotados incluidos en Micocyl, el programa de regulación micológica de la Junta de Castilla y León del que se ocupa Cesefor, en Ávila, Burgos, Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora. Sin embargo, en esta primera prueba Soria se ha quedado fuera, dado que ninguno de los 15 cotos micológicos que hay en la provincia, y que regulan en su conjunto 192.738,99 hectáreas, forman parte de Micocyl. Y eso que la provincia cuenta ya con 21.000 permisos micológicos para esta campaña, el doble que hace 10 días.

El jefe del Área Forestal de Cesefor, Roberto Rubio, reconoció que era mucho más sencillo trabajar para certificar el recurso en ecológico con los montes incluidos en Micocyl, un programa permanente gestionado también por la Fundación, pero aseguró que esta experiencia piloto se puede a partir de ahora extender al resto de acotados de la Comunidad, entre los que se incluyen los 15 de Soria. De hecho, manifestó que «la implantación del proceso está abierta a cualquier coto». De este modo, Castilla y León conseguirá duplicar la superficie forestal certificada como ecológica, con las casi 200.000 hectáreas reguladas en esta provincia. Un primer paso que luego tiene que continuar con la certificación de la cadena de custodia del producto micológico obtenido en esos montes, y en los que también trabaja el grupo operativo Mikogest.

Ángela Blázquez, coordinadora del proyecto de innovación, puso de manifiesto que lo que se pretende es dar un valor añadido que Mikogest pretende promover a través de la creación de procedimientos de certificación ecológica de los productos micológicos, para dar mayor visibilidad y facilitar la comercialización de las setas y hongos. «Hay empresas que comercializan productos micológicos y quieren abrir una línea de seta ecológica», indicó Blázquez. Porque más allá del ámbito estricto de la recolección, una gestión sostenible permite hacer llegar a los mercados y al plato un producto de trazabilidad garantizada desde el origen del producto hasta las mesas, lo que se traduce en mayor confianza y seguridad para el consumidor.

Así, Mikogest ha certificado como superficie de monte hábil para recolección de setas silvestres como producto ecológico un total de 240.389,72 hectáreas en Castilla y León. Se ha llevado a cabo con montes de Ávila, Burgos, Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora incluidos en el programa Micocyl que gestiona la Junta a través de Cesefor.

Soria no ha podido entrar en la certificación ecológica al no formar parte de Micocyl, pero no porque algunos acotados no lo han intentado. Montes de Soria, que aglutina a 85 propietarios y regula más de 156.000 hectáreas, solicitó en su momento información, sin obtener respuesta alguna. El director técnico de la Asociación de Propietarios, José Antonio Vega, aseguró que Montes de Soria no ha tenido opción de participar, porque ha solicitado la posibilidad de organizar alguna reunión, sin respuesta alguna. «El hecho de que seamos una entidad aparte de Micocyl desde 2018 no quita para colaborar, y más aún en un proyecto tan importante como es la certificación ecológica de los montes y de sus recursos micológicos, algo en lo que la provincia lleva décadas trabajando y que a Montes de Soria le interesa para dar una mayor garantía a nuestros socios», lamentó Vega.

BIG DATA MICOLÓGICO

El grupo operativo Mikogest ha desarrollado durante dos años un proyecto de innovación para gestionar la regulación del recurso micológico a través de herramientas basadas en las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC), garantizando al mismo tiempo la sostenibilidad en el aprovechamiento, la trazabilidad en la cadena de valor y ofreciendo información útil tanto al recolector como al sector empresarial. Iniciativa que fue beneficiaria de una ayuda FEADER en la convocatoria 2019 a proyectos de innovación de interés general por Grupos Operativos de la Asociación Europea para la innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas (AEI-AGRI) con un presupuesto total de 584.000 euros (467.200 euros de los fondos FEADER y 116.800 euros de la AGE).

Lo cierto es que el objetivo ambicioso de Mikogest se ha conseguido gracias al trabajo de investigación basado en la recopilación e integración de todos los datos del sector micológico existentes. Un Big Data Micológico que permite abordar y analizar, de un modo eficaz y útil, el gran volumen de datos existente en el medio natural y también los recogidos a través de la app Smartbasket y Micontrol, dos herramientas que también han nacido al amparo de este proyecto de innovación.

Para ello, los investigadores han generado un sistema de recolección y análisis Big Data que aporta la información necesaria para garantizar la sostenibilidad, tanto de la actividad como de los hábitats, que ofrece conocimiento preciso de la capacidad productora de esos hábitats en tiempo real (mediante estimaciones de las producciones en cada lugar y momeno), y que además procesa parámetros precisos de la demanda, comercialización y explotación del recurso. «Todos los datos se utilizan para fines científicos en el Big Data micológico», explicó Ángela Blázquez. Pero, además, es una herramienta muy útil para el recolector, porque el Big Data pone a disposición del usuario un visor con mapas potenciales de fructificación de 11 especies, con la superficie potencial clasificada como Óptima, Adecuada y Marginal. 

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