EMPRESAS
Planas abre la puerta a que Copiso sea Entidad Prioritaria Nacional
La medida permitiría recibir líneas de ayudas más potentes / El ministro de Agricultura defiende la calidad de los productos agrarios / No se opone a la macrovaquería si cumple la regulación
Copiso podría convertirse en Entidad Asociativa Prioritaria de ámbito nacional, un paso que tras este farragoso nombre reconoce a las cooperativas de especial peso económico y social y les permite acceder a líneas de ayuda de mayor cuantía. Así se lo trasladó ayer el consejo rector de Copiso al propio ministro de Agricultura, Luis Planas, quien recogió el guante aunque por el momento sea en forma de estudiar la posibilidad.
El presidente de Copiso, Francisco Javier Blanco, trasladó la solicitud en la primera visita de un ministro a las instalaciones de Valcorba. La cooperativa ya tiene la distinción autonómica, pero no la nacional. Sólo 11 entidades en toda España están en esa situación y «Copiso quiere ser la 12». De hecho argumentó cómo se integra la agricultura y la ganadería con la transformación y la repercusión de lo obtenido en Soria, en un ejemplo de economía circular.
Planas avanzó que «estamos revisando toda la legislación para el reparto de fondos de la PAC 2023-2027». Esto permitiría retocar el decreto que regula esta categoría de cooperativas «y me he comprometido a estudiarlo». Antes, había alabado a una iniciativa que reúne a 1.250 socios, con una facturación de 250 millones de euros en el último año y con 146 puestos de trabajo de forma directa.
Para el ministro, Copiso es «muy importante para el funcionamiento de la provincia y sobre todo para el sector agroalimentario» al combinar agricultura, transformación, ganadería porcina y aprovechamientos de purines y estiércol.
También hizo mención a las actividades desarrolladas en la modernización de regadíos. En Castilla y León hay siete proyectos en marcha por importe de 246 millones de euros, con el del Campillo de Buitrago ubicado en Soria. En este caso se trata de una inversión de 12 millones de euros para atender 2.600 hectáreas.
El titular de agricultura también planteó que los ganaderos se pueden beneficiar de los fondos de recuperación en tanto en cuanto pueden incluirse cuestiones de «bioseguridad en explotaciones ganaderas y el tratamiento de purines y estiércoles» dentro de la financiación. «Es un sector muy importante. El sector ganadero habla español», sentenció. «A su juicio no sólo cubre las necesidades alimentarias sino que cumple «todos los requisitos de bienestar animal» amén de los requerimientos medioambientales exigibles.
Ya a preguntas de los periodistas, Planas salió en defensa de la ganadería incluyendo el régimen «intensivo, extensivo semiintensivo y semiextensivo». Tras la polémica suscitada por las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, aunque sin mencionarlo expresamente apuntó que «la gente debería informarse mejor antes de llegar a determinadas opiniones». Así, defendió que se pudiesen producir cambios para proteger el agua, la calidad del suelo o la del aire, «pero eso en modo alguno puede servir para poner en tela de juicio» al sector ganadero.
Por otro lado no se pronunció explícitamente sobre la macrovaquería proyectada en Noviercas. Simplemente se mostró convencido de que «cualquier instalación en cualquier sector tiene que responder a la regulación vigente» nacional, al impacto ambiental que determinan las Comunidades Autónomas por tener las competencias y al ordenamiento de los distintos municipios. Por ello se mostró partidario de que prospere «todo proyecto que lo cumpla».
También tuvo enérgicas palabras de condena para el asalto al Pleno del Ayuntamiento de Lorca (Murcia) en el que se debatía la prohibición de instalar nuevas granjas de porcino a menos de 1,5 kilómetros del casco urbano. «Absolutamente lamentable», afirmó. «Lo primero es el respeto a las personas y a las instituciones y no debemos permitirnos» como españoles este tipo de actos. «No tiene nada que ver con los ganaderos y las macrogranjas, tiene que ver con el Estado de Derecho», apuntilló.
De vuelta (metafórica) al campo, el ministro de Agricultura tildó de «preocupante» la falta de precipitaciones en los últimos meses. Aunque la gestión de las demarcaciones hidrográficas no compete a su departamento «soy consciente de la situación en diversas cuencas». En sus palabras es «un argumento definitivo para mejorar el empleo del agua», más aún cuando se produce en un «contexto muy variable de cambio climático». Ya empieza a haber recortes en las previsiones de riego y se realizarán con «los caudales de los que podamos disponer».
Finalmente dejó entrever que no habrá cambios en la legislación porcina y avícola tras las recientes modificaciones, mientras que en febrero saldrá la segunda exposición pública de la regulación del vacuno. Todo ello con las competencias autonómicas «para corregir en menos o en más».