SOCIEDAD
Los sorianos reducen el consumo de cigarrillos durante la pandemia
Las ventas del año pasado quedan lejos de la antigua normalidad e incluso baja el uso de la picadura de liar que tanto despegó en 2020, en favor del tabaco de pipa
Los sorianos se alejan de los cigarrillos y cigarros. La pandemia ha hecho que reduzcan su consumo y aunque el pasado año se cerró con más ventas que en 2020, queda lejos de la considerada antigua normalidad. Del mismo modo, el balance anual evidencia que descendió el uso de la picadura de liar que tan popular se había vuelto durante la pandemia, e incluso antes. La única variedad que mantuvo el tipo en 2021 fue el tabaco de pipa que despegó con fuerza a la par que el covid y el pasado año se elevó ligeramente.
«La tendencia es liarse los cigarrillos, lo que antes era una minoría está dejando de serlo», señala uno de los estanqueros de Soria, que constata que la economía prima y eso ha hecho en los últimos tiempos que triunfe la picadura para hacérselo uno mismo.
A lo largo de 2021, los sorianos consumieron 4.158.976 cajetillas de 20 cigarrillos, es decir, 58.755 más que un año antes, un aumento que, no obstante, no regresa a las cifras previas, las 4.418.929 vendidas en 2019 –son 259.953 de diferencia–.
Lo mismo ocurre en el caso de los cigarros, donde un ligero incremento no devuelve a la normalidad. Se vendieron 5.144.376 unidades a lo largo de 2021, lo que supone 30.013 más que el ejercicio anterior. Como referencia, 2019, cuando fueron 5.474.255 unidades, por lo tanto, el margen es de 329.879 de diferencia.
Las picaduras de liar y de pipa mantienen más o menos el nivel, después del boom que protagonizaron con el comienzo de la pandemia. Sin embargo, parece que los recién llegados al tabaco de liar se han ido arrepintiendo porque el consumo se redujo el año pasado hasta quedarse en 7.939 kilogramos. Son 220 kilos menos que el año del comienzo de la pandemia, pero 892 más que en 2019 –entonces se vendieron 7.047 kilos–, evidenciando el cambio de tendencia en los hábitos tabáquicos.
El consumo que más ha crecido, si bien sigue siendo minoritario, es el de la picadura de pipa. Si en la antigua normalidad de 2019 apenas se vendieron 548 kilos, un año más tarde se disparó a 626, y ya en 2021 pegó otro pequeño salto a 635 kilos, es decir, 87 más, según el balance que realiza el Ministerio de Hacienda y Función Pública.
El precio y el tiempo han sido determinantes en este cambio de hábitos. Por un lado, las picaduras resultan más económicas y por otro, los confinamientos dejaron horas muertas que facilitaban la elaboración propia de los cigarrillos, además de la imposibilidad de acudir al estanco con mayor asiduidad.
«La gente se inclina hacia la picadura de pipa porque es más barata», señala el estanquero. Las diferencias, apenas la longitud de la hebra que hace más incómodo liar el tabaco de pipa, «pero da igual», resume. Y en el precio hay diferencia: un paquete de 30 gramos de picadura de liar pueden ser unos cinco euros, 55 gramos de la de pipa, unos cuatro. «Lo que buscan no es la calidad sino el coste», incide el vendedor a tenor de las preferencias del público.
En cuanto a los cigarrillos, asegura que ha ido repuntando en alguna medida desde 2020, pero no significativamente, y sin igualar los consumos del año previo.
De hecho, esa reducción de cigarros y cigarrillos y el incremento de las picaduras de pipa y de liar tiene su traslado en las cantidades obtenidas con la venta de tabaco. En Soria se hizo una caja de 21.919.353 euros el año pasado, tal y como informa el Ministerio de Hacienda y Función Pública. Es una cantidad superior a la de 2020 cuando el gasto fue de 21.557.574, es decir, 361.779 euros más. No obstante, tampoco en esta ocasión se llegó a los números que arrojaba la prepandemia con 22.997.449 euros a lo largo de esos 12 meses.
En concreto, los sorianos se gastaron 19.167.952 euros en cigarrillos el año pasado, 345.739 euros más que en 2020 pero sin llegar a la cantidad del ejercicio previo, 20.337.211. En el caso de los cigarros ocurre algo similar. Los 1.243.174 euros gastados en 2021 son algo más que los 1.213.448 euros de 2020, sin alcanzar los 1.354.762 de 2019.
Caso aparte supone la picadura de liar con 1.379.849 euros invertidos para crear sus propios cigarros, que aunque es una reducción respecto a 2020, con 1.407.521 euros, representa una subida notable en comparación con los 1.215.034 euros de la antigua normalidad. Por su parte, el tabaco de pipa generó un gasto de 128.378 euros el año pasado, nada menos que 37.936 euros más que antes de la pandemia cuando rondaba los 90.440 euros. El año en que se detectó el covid los sorianos se gastaron 114.391 euros porque el consumo de este tipo de tabaco se disparó.