DESPOBLACIÓN
Soria marca su número más bajo de nacimientos desde que hay registros
Los 500 bebés nacidos en 2021 son una octava parte de los registrados a principios de los años 40
La despoblación y las vías para la repoblación están sobre la mesa de todos los partidos políticos y de todas las instituciones. Pero hay una realidad que condiciona cualquier propuesta para que Soria crezca. El año 2021 dejó la menor cifra de nacimientos desde que hay datos oficiales. La serie del Instituto Nacional de Estadística (INE) comenzó en 1941, en plena posguerra, con 3.868 inscritos. Un dato que hace presuponer que a pesar de la dureza de los años precedentes pudiese haber más bebés que en la actualidad.
Los 500 nacimientos de 2021 marcan el registro histórico más bajo en ocho décadas, con 256 niñas y 244 niños inscritos en la provincia. A pesar de lo convulso 2020 sumó un total de 548 nacimientos; y en el último año antes de que se supiese qué era eso del Covid, 2019, fueron 565 bebés. La tendencia es clara.
Las cifras actuales suponen aproximadamente 10 nacimientos por semana de media. En 1943 o 1944 eran 80 bebés de lunes a domingo. El porcentaje es demoledor y supone que los natalicios de aquellos tiempos eran ocho veces más numerosos que los actuales.
Las cuentas demográficas no salen, ni de lejos, sin atraer población de otros territorios. Las defunciones en la provincia rondan las 1.200 al año con la excepción del trágico 2020, cuando se superaron las 1.500. Sólo para equilibrar las cifras, no para crecer, la natalidad debería subir en la provincia de Soria un 140%. Por simplificarlo, para empatar nacimientos y defunciones las familias con dos niños deberían tener cinco.
Los datos actuales de natalidad marcan un mínimo, pero la tendencia lleva produciéndose desde hace décadas y la de los años 60 fue la más sangrante en proporción. Fueron los tiempos de la emigración hacia otros territorios y el punto de inflexión en las curvas de población de la provincia.
Los años 40 habían dejado cifras muy elevadas –otra cosa era la esperanza de vida– con un mínimo de 3.400 sorianos nacidos en un año. Los años 50 comenzaron a marcar un descenso, aunque el año con menos natalidad se quedó en 2.600 bebés, todavía cinco veces por encima del dato actual.
Pero la década del 'baby boom' en España para Soria podría definirse como la del 'mother bluff'. En los años 60 mucha gente joven emigró, y con menos parejas en edad fértil y familias no tan extensas la bajada fue definitiva. En 1960 nacieron en Soria 2.704 niños; en 1970 fueron 1.384, poco más de la mitad y con una caída porcentual que no se recuperó.
Este medio, entonces SORIA, HOGAR Y PUEBLO, ya advertía lo que vendría en los años siguientes. El 4 de diciembre de 1960 titulaba en portada un profético ‘Soria se está despoblando’. Poco después, el 11 de junio de 1961, se podía leer que ‘24 mujeres sorianas pueden irse a Alemania’, siendo el cupo de inmigración marcado para la provincia. Sumando los movimientos migratorios dentro de España es fácil situar el origen temporal del problema.
Desde entonces, salvo un repunte puntual a finales de los 70 y un pico ya en el siglo XXI, Soria siempre ha seguido una línea descendente. La última quinta con más de 1.000 sorianos fue la de 1980. Un año después los 998 nacimientos registrados despedían los cuatro dígitos. Aún así eran el doble de bebés inscritos que en la actualidad y la población no era ni mucho menos el doble que la de ahora. Apenas se superaban los 100.000 residentes cuando quedan en la actualidad más de 88.000 sorianos. La población ha caído un 12%. La natalidad, un 50%. Los visos de recuperar cifras de antaño se antojan, de momento, utópicos.
El cambio de siglo mantuvo las bajadas. De los 718 niños de 2000 se pasó a 660 en 2001, aunque desde entonces ha habido fluctuaciones. El año con más nacimientos fue 2008, cuando se sumaron 768 sorianos al censo, un 35% más que en el último año. Supone que por cada tres niños que nacían antes de la crisis económica anterior ahora nacen dos.
Los 500 nacimientos de Soria apuntalan además la denominación de 'Zona cero de la despoblación' si se comparan con otras provincias que le acompañan en este vaciado. Teruel suele rondar los 900 nacimientos al año y Cuenca rebasa sistemáticamente los 1.200, si bien es cierto que ambas cuentan con mayor población.
Con estos datos oficiales del INE no es de extrañar que, por ejemplo, en alguno de los últimos ejercicios se haya tenido que esperar al 4 de enero para sumar al primer soriano del año. Con la proporción actual entre nacimientos y defunciones, parece que la solución más inmediata a la despoblación pasa por atraer nuevos pobladores. La natalidad, ni duplicándose podría solventarlo.