CAPITAL
El Ayuntamiento limitará la entrada al centro de los vehículos más contaminantes
Adiós al túnel de Dehesa Serena con la reforma de Cinco Villas, mientras la plaza del Carmen tendrá una fuente
Antes del 31 de diciembre de 2023 el centro de la capital y sus aledaños tendrán medidas para limitar la circulación de los vehículos más contaminantes. La capital ahonda así en el compromiso de reducir las emisiones de CO2 y conseguir ser una ciudad neutra en este sentido, en línea con las previsiones de la hoja de ruta Soria 2030 aprobada hace unos meses. La Zona de Bajas Emisiones para la que el Ayuntamiento ha obtenido una subvención dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia nacional (los fondos europeos para paliar la crisis por la pandemia) implican estos límites o medidas disuasorias. Y es que no está clara la fórmula que se empleará, si las etiquetas que clasifican las emisiones de los vehículos o algún medio de «digitalización». El alcalde, Carlos Martínez, explicó la necesidad de «plantear los distintos métodos de control» y que, en todo caso, se dispondrán «de forma paulatina».
Las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes están obligadas a definir una Zona de Bajas Emisiones, según la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética. Es sólo una parte de los requerimientos, ya que se indica otra serie de desarrollos en pos de una movilidad sostenible. Los municipios de más de 20.000 habitantes deben hacer lo mismo «cuando se superen los valores límite de los contaminantes regulados en Real Decreto 102/2011», sobre Mejora de la Calidad del Aire. En el caso de Soria, la calidad del aire suele ser buena, aunque no siempre es así.
El Índice Nacional de Calidad del Aire del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico refleja que en el acumulado de los últimos 365 días la capital arrojaba un 34% de jornadas de buena calidad y un 60% de «razonablemente buena». La calificación fue «regular» en el 4% de los últimos 365 días, por un 2% en que resultó «desfavorable». A media tarde de ayer era «aceptable, la contaminación no supone un riesgo para la salud», indicaba el seguimiento del Índice.
Puntualmente en la capital se superan los valores, debido sobre todo a unas condiciones atmosféricas (anticiclón) que impiden que las partículas de tráfico o calefacción se dispersen, según denuncian a veces la organización ecologista ASDEN.
La Zona de Bajas Emisiones se define espacialmente por el área delimitada por la Dehesa, Mariano Granados, calle Santa María, la extravesía hasta Doctrina para seguir hacia San Pedro, Postas hasta el Banco de España y Mariano Granados. De momento y a la espera de diseñar cómo se articula la disuasión de los coches más contaminantes, se puede esperar el «control de lo que son el control de los accesos de los vehículos y la velocidad», señaló el regidor, «priorizando» a peatones y tráfico de bicicletas.
El área que estar lista antes del 31 de diciembre de 2023, según la concesión de la ayuda europea notificada hace unos días, y licitada antes del 30 de abril de este año. La adjudicación tiene como límite noviembre. Estas prescripciones afectan también a otro proyecto de movilidad para el que Soria ha obtenido subvención: las pavimentaciones de Alfonso VIII, avenida de Navarra y Linajes. El tercer programa respaldado es la ampliación del aparcamiento de Doctrina, que con los mismos plazos de tramitación permiten la ejecución hasta finalizar 2024.
Para los tres proyectos Soria ha logrado una subvención que asciende a prácticamente 1,8 millones, que cubren gran parte del conjunto valorado en 2,3. El estacionamiento en dos plantas añadirá 80 plazas y 60 locales a la infraestructura subterránea que presta servicio al mercado municipal de Bernardo Robles.
Por su parte, el programa de ampliación de carriles bici (1,8 millones de subvención solicitada) quedó fuera de las concesiones al haber agotado el Gobierno los fondos de la convocatoria.
El alcalde repasó las ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en una rueda de prensa en la que dio cuenta de las actuaciones más inmediatas que acometerá el Consistorio en el marco de Soria Intramuros, la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) que viene desarrollando Soria desde hace unos años con el respaldo al 50% del fondo Feder de la Unión Europea.
Previsiblemente mañana la Junta de Gobierno Local dará luz verde a la licitación de la reforma de la plaza del Carmen (Ramón Ayllón), una vez recibido el visto bueno del proyecto por parte de Patrimonio. La intervención por valor de 630.000 euros supondrá una transformación en el sentido de zona de estancia, con arbolado, nuevo mobiliario e iluminación LED acorde. La pavimentación al estilo de las realizadas en el centro mantendrá una banda para que circulen los coches y asume una fuente como «elemento ornamental». El uso es compatible con el mercadillo de los jueves y se eliminan los aparcamientos.
Un de las complicaciones de la plaza es la pendiente y lo mismo sucede con la otra obra en proceso en las Cinco Villas. Este punto de tránsito entre Dehesa Serena y Ramón Ayllón también se diseña como estancia, como zona verde con aterrazamientos. Se estiman 388.000 euros de coste y su ejecución coincidirá con el adiós al paso subterráneo de La Arboleda.
La mejora de la seguridad de las curvas corre a cargo del plan general de travesías, que está en condiciones de presentarse en breve y que elabora el Estado. Aunque las prioridades son Eduardo Saavedra y la avenida de Valladolid, se desea que los cambios en este punto puedan hacerse en paralelo. También se espera que próximamente pueda presentarse el plan de reforma integral del parque de La Arboleda.
El paso subterráneo se suprimirá debido a que la implantación de otras medidas en Cuesta de la Dehesa Serena lo harán superfluo y, por otra parte, no es muy utilizado. El plan pasa por ampliar las aceras y reducir los carriles, de manera que se produzca una ralentización del tráfico. Esto, unido a un encauzamiento peatonal (vallado, por ejemplo) y un punto de semáforos, permitirán eliminar un punto peligroso.
No se descarta, en todo caso, que se mantenga un control de velocidad, el radar actual u otro sistema, como sucede en otros puntos. «No podemos renunciar a ello de entrada», indicó el alcalde.