EMPRESAS
Ondara está en una «situación crítica» y necesita 2 millones para su supervivencia
La empresa paga los servicios básicos de forma semanal y la deuda con los proveedores amenaza con parar el proceso de recolección
El futuro de Ondara Directorships pende de un fino hilo. La empresa ubicada en Garray afronta cada semana con la incertidumbre de si será la última. Las deudas con proveedores, en el entorno de los 2 millones, amenazan con impedir el proceso de recolección del cannabis. La consecuencia inmediata será el bloqueo del proyecto empresarial. Fuentes de la propia empresa insisten en que la situación es «muy crítica» y que si la próxima semana no llega el dinero pendiente el futuro se complicará aún más.
Desde el seno de Ondara son plenamente conscientes de que la aventura empresarial puede estar viviendo sus últimos momentos y que el proyecto puede entrar en un punto de no retorno antes incluso de que finalice este mes. «La situación es muy crítica», insisten fuentes de la empresa. Según pudo saber este medio, la plantilla tiene un sentimiento de abandono por parte de la propiedad y ahora mismo se mira con mucho pesimismo el futuro. «Nos encontramos solos, no hay solución», lamentan.
Estas mismas fuentes señalan que los dos últimos meses «han sido muy tensos» y que la relación con el propietario, David Engel, es «muy complicada». Todos los ojos están puestos en el empresario estadounidense ya que desde Ondara consideran que es el único que puede asegurar el futuro de la empresa con una inyección económica o aceptando la venta a nuevos inversores. Cabe recordar que Engel ya ha rechazado dos ofertas presentas por el mismo grupo.
Ondara está ahogada por la situación económica. Fuentes de la empresa confirmaron que la empresa tiene ahora mismo deudas con proveedores por valor de unos dos millones de euros a lo que hay que sumar otros 400.000 euros que se adeudan a la Seguridad Social. En este sentido, las fuentes consultadas por este medio indicaron que el dinero de la nómina del último mes llegó desde una cuenta desconocida para la empresa y ubicada en el extranjero.
La situación económica es tan grave que los servicios básicos como la luz o el agua se están pagando «al límite» y de forma «semanal». El resto de servicios y proveedores ni siquiera se pagan. Este es uno de los mayores problemas a corto plazo a los que tiene que hacer frente Ondara. Fuentes de la empresa explicaron que se deben alrededor de 90.000 euros a la empresa encargada de la seguridad –un servicio básico por la actividad de Ondara– y que la firma contratada incluso ha amenazado en varias ocasiones con retirar a sus empleados. Si no hay dinero y la empresa se marcha, Ondara se vería obligada a dar parte a la Agencia del Medicamento y el paso siguiente sería la destrucción de las plantas de cannabis por parte de la Guardia Civil.
Las plantas de cannabis tendrán el mismo fin si llegado el momento de la cosecha, fijado para finales de marzo, no se han completado las instalaciones y adquirido el material para su procesamiento. Ahora mismo es una tarea que no se ha completado. Sin plantas de cannabis la obtención de la licencia es imposible y por tanto, el futuro de Ondara estaría más que comprometido.
Fuentes de la empresa aseguran que el comportamiento de las plantas de cannabis es «magnífico» y que el buen trabajo desarrollado por la plantilla desde la llegada de los lotes ha permitido un crecimiento adecuado. Según pudo saber este medio, una de las principales preocupaciones de David Engel es que el cannabis «se coseche como sea», a pesar de que desde la factoría soriana se le ha advertido en numerosas ocasiones que para salvar la cosecha es necesario que libere financiación.
Ondara tiene ahora mismo en proceso de producción 9.000 plantas divididas en tres lotes de 3.000 plantas cada uno adquiridos en Sudáfrica. La ‘prueba de fuego’ para el futuro de la empresa es la cosecha del primer lote que llegó a Soria a finales del pasado mes de diciembre. La empresa cuenta en estos momentos con unos 70 trabajadores que son los que han superado los diferentes procesos de reestructuración que ha afrontado Ondara durante el 2021. En abril se aprobó un ERE que supuso la salida de 25 empleados y el 31 de diciembre se hizo efectiva la salida de otros 151.
El último episodio rocambolesco en el que se ha visto envuelta Ondara es en la llegada el pasado miércoles de un emisario de David Engel. Según pudo saber este medio, la dirección de la planta recibió la información sobre la llegada de esta personas a través de un correo electrónico apenas unas horas antes. El resto de la plantilla desconocía la visita y ese genero desconcierto entre los trabajadores. Tal y como avanzó este medio, el enviado es un profesional autónomo del campo de la biotecnología de origen colombiano, pero afincado en Madrid.
Desde la empresa explican que esta persona es un «presunto auditor» enviado por David Engel para que supervisara el funcionamiento de las instalaciones de Garray. En principio, su estancia se iba a prolongar unas dos semanas, pero tras comprobar el funcionamiento de la empresa y las dificultades que atraviesa dio la visita por terminada en la tarde del jueves.