Heraldo-Diario de Soria

EMPRESA

Copiso tiene cereal garantizado en sus graneros hasta octubre

A este excedente se sumaría la producción de la cosecha de julio, de modo que afronta los problemas de desabastecimiento provocados por la guerra "con relativa tranquilidad"

Fábrica de piensos de Copiso, en Valcorba. MARIO TEJEDOR

Fábrica de piensos de Copiso, en Valcorba. MARIO TEJEDOR

Publicado por
IRENE LLORENTE YOLDI
Soria

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La Cooperativa de Piensos Soriana (Copiso) afronta las posibles consecuencias de la guerra de Ucrania, en lo que se refiere a los abastecimientos de materias primas, con “relativa tranquilidad”, ya que espera no tener problemas de suministro, al ser excedentaria en cereales, necesarios para la elaboración de los piensos con los que luego alimenta a los animales de sus granjas.

Y es que la cooperativa dispone de los cereales de sus socios, que ahora mismo es más cantidad que la que consume. De hecho, el director gerente de Copiso, Pascual López, aseguró que tiene suficiente producción en sus almacenes como para aguantar hasta el mes de octubre, si bien en julio comienza una nueva cosecha, y, por tanto, más cereal garantizado en los graneros.

De donde no se queda fuera es de la subida de los precios de la luz, el gas y el petróleo. Lógicamente, Pascual López indicó que el incremento de la tensión del coste energético afectará a todos y, por tanto, también a Copiso, que se traduce en una crisis inflacionista que afecta a todos los niveles.

De hecho, afirmó que la cooperativa soriana está “en mejores condiciones para aguantar” la situación, porque al abarcar todo el proceso de cultivo de materias primas, elaboración de piensos, junto a la producción y comercialización porcina, “se tiene una mayor compensación general”.

López señaló que para elaborar sus piensos la que es la mayor empresa en cuanto a volumen de facturación, que rozó en 2020 los 300 millones de euros entre la cooperativa y las participadas del grupo (a falta de conocer los datos de 2021), sí se ve obligada a comprar alguna materia prima, que en los últimos años ha importado de Ucrania o Rusia, como el girasol. No obstante, aseguró que se trata de algo que no le preocupa a la cooperativa porque podría encontrar otros mercados, tanto en países del entorno de Ucrania o incluso en el continente americano, como Brasil.

Además, constató que existen otros productos alternativos, como la soja, que se adquiere principalmente en América, y que podrían suplir la necesidad del girasol que hasta ahora compraba en los países ahora en guerra.

Copiso en estos momentos produce 25.000 toneladas de pienso al mes, dado que con la planta actual de Valcorba tiene un límite de fabricación de 290.000 toneladas de pienso al año, pero una vez se complete la capacidad de producción en un plan a quince años y se construya la nueva fábrica, la cooperativa dará el salto a las 500.000 toneladas año. Aun así, no se acabaría con todo el cereal que se produce en Soria, 600.000 toneladas. En principio con estas cifras se podrían alimentar dos veces y media los cerdos que hay en la provincia, que cuenta con un censo de más de medio millón de cerdos, lo que supone una densidad de 56 cerdos por kilómetro cuadrado.

De hecho, en 2020 (el último año con las cuentas anuales cerradas) el volumen total de pienso fabricado en Valcorba fue de 260.604 toneladas, con un incremento de un 1,4% con respecto al año anterior, casi al límite de su capacidad productiva. Pero, además del pienso suministrado desde la fábrica de Valcorba, desde otras fábricas se han suministrado otras 136.474 toneladas, lo que hace un total de 397.078 toneladas de pienso para todo el grupo de Copiso.

Y el grano de sus socios supone el 30% de la cuota. En la campaña 2020-21 se recogieron a los socios 218.172 toneladas, un 33% más que la temporada anterior. En oleaginosas, las toneladas recogidas en el otoño de 2020 fueron de 16.163, cifras similares a la campaña anterior.

Además, el 90% del cereal se recoge en un entorno de 80 kilómetros a la redonda de la fábrica de piensos. Y el ganado que alimenta Copiso con sus piensos se cría en ese mismo entorno, de igual forma que el estiércol que se utiliza para abonar las parcelas. Es un ejemplo paradigmático de economía circular, una ventaja que ha permitido a la cooperativa crecer de forma exponencial.

Tampoco tiene problemas en lo que se refiere a los fertilizantes, dado que Copiso ya tiene almacenadas las necesidades de esta campaña agrícola, de modo que está garantizado el suministro de fertilizantes a sus socios esta temporada. Cabe recordar que el volumen de ventas de fertilizantes durante el año 2020 fue de 42.503 toneladas, un 11% más que en 2019. A medio plazo está expectante, ya que queda a la espera que conocer la situación que pueda darse a partir del próximo otoño.

Ayuda también que, desde finales del año pasado, y después de dos años de obras, la planta de blending de Copiso, ubicada en Almazán, ya elabora abono a la carta en función del tipo de tierra y de la variedad del cultivo de cada socio, de modo que ‘ahorra’ en costes innecesarios. Unas instalaciones que le han supuesto a la cooperativa soriana una inversión de 3,5 millones de euros.

En esta fábrica la cooperativa realiza las mezclas de diferentes tipos de materias primas y aunque se puede realizar casi cualquier tipo de abono, lo cierto es que Copiso elabora el más idóneo de forma general para cada zona. Este fertilizante a la carta, y para el que tiene la patente registrada, lo ha realizado la cooperativa soriana a partir de una gran base de datos de miles de parcelas distribuidas por toda la provincia a partir de los análisis que cada año realiza.

 

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