PATRIMONIO
El Ayuntamiento de Soria comprará el antiguo Reformatorio Provincial
Hay un «preacuerdo» de adquisición con la propiedad, con la idea de demoler el ruinoso inmueble de la calle Alberca, descubrir la muralla y trasladar la edificabilidad a otro sector
El Consistorio ha puesto la mira en la compra del antiguo hospicio de la calle Alberca y, a la espera de cerrar la operación con la propiedad, cuenta con un «preacuerdo» para que prospere. El alcalde, Carlos Martínez, dio ayer cuenta de las intenciones municipales a preguntas de los medios y centró la adquisición en la política de recuperación de espacios. En concreto, en el realce de la calle Alberca, con una actuación parecida a la que ha llevado a Puertas de Pro un auge comercial. Y es que del antiguo reformatorio poco se puede recuperar, dado su ruinoso estado. Lo que sí se puede poner en valor, y esa es la idea, es el resto de muralla que discurre por la trasera en dirección a Santa Clara. Así que el propósito es demoler el inmueble y poner en valor lo que queda de la cerca. En la trasera se advierten los restos, si bien lo más visible es el cubo embutido en la parte alta de la finca, una reliquia arrinconada y que muestra señales de reutilización. Una «recuperación patrimonial», explicó el alcalde, ya que «el valor está en lo que oculta el edificio». Un inmueble «abocado al derribo».
Las conversaciones con la propiedad «están muy avanzadas» y el preacuerdo está sobre la mesa. La operación no se traduce en que el Consistorio vaya a gastarse el dinero en comprar para demoler, por mucha muralla que haya. Hay unos derechos de edificación y el objetivo es trasladarlos a otro sector «y no perder económicamente el Ayuntamiento», refirió el regidor. O sea, que se mantiene el aspecto del beneficio constructivo, sin perder de vista el cultural.
El frente occidental de la muralla bajaba de la puerta del Rosario (en la plaza del mismo nombre) y llegaba hasta el postigo de Santa Clara. Mientras en Puertas de Pro las casas adosadas impiden contemplar la cerca más allá de los solares de las demoliciones de hace unos años, la vista de algún cubo y lo que se percibe desde Aduana, el derribo del hospicio abre perspectivas en Alberca. En esta calle se contempla el cubo encajado y un tramo de tapia por la trasera de patios. Imágenes antiguas dan cuenta del porte que tuvo que tener en esta zona antaño de huertas y que comienza donde estuvo la puerta de Rabanera, en parte de cuya estructura apoya la torre del palacio de Alcántara.
Precisamente el Ayuntamiento ha adquirido lo principal de esta casona (hay un piso que permanece en manos privadas, con desacuerdo sobre la tasación) con el fin de promover un proyecto entre empresarial y cultural con la ayuda de los fondos europeos. Recientemente compró la mitad del antiguo convento de San Agustín y poco después las ruinas de San Ginés y San Agustín el Viejo, también en el entorno de la muralla del puente de piedra y el Mirón.
Los fondos europeos abren la puerta a la posibilidad de recuperaciones y usos públicos. Más allá de esto, sobre Alberca está la perspectiva de mejorar su prestancia con semipeatonalización y mejora de un entorno comercial.