Heraldo-Diario de Soria

TURISMO

Soria logró un pleno de turismo en Semana Santa con un 100% de miércoles a sábado

Asohtur y Tursoria constatan que el sector ha trabajado muy bien en Semana Santa, lo que demuestra que la provincia sigue siendo un destino preferente

Turistas en la capital soriana. GONZALO MONTESEGURO

Turistas en la capital soriana. GONZALO MONTESEGURO

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IRENE LLORENTE YOLDI / SORIA
Soria

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Las previsiones de Semana Santa se han cumplido y Soria ha colgado el cartel de completo de miércoles a sábado, y casi ha alcanzado la totalidad el domingo, un balance más que positivo para el sector, que ve cómo se ha recuperado el pulso del turismo en la provincia después de dos años de pandemia y restricciones de movilidad. 

Todavía el lunes se veían turistas, dado que era festivo en seis comunidades autónomas: Cataluña, Navarra, País Vasco, La Rioja, Baleares y Comunidad Valenciana. Muchos fueron los que aprovecharon para seguir por tierras sorianas, alargando un día más las vacaciones de Semana Santa. 

Beatriz Martínez, vocal del comité ejecutivo de la Asociación Soriana de Hostelería y Turismo (Asohtur), constató el lunes que «los hoteles y hostales han estado llenos miércoles, jueves, viernes y sábado», y con un nivel muy elevado de ocupación el domingo. Del mismo modo, la restauración ha estado al 100% desde el jueves al domingo, e incluso ayer había «bastante movimiento». También reconocía que el tiempo ha ayudado a atraer visitantes.

A su juicio, «el sector ha trabajado muy bien en Semana Santa, lo que demuestra que la provincia sigue siendo un destino preferente para el turismo porque da para disfrutar de tres o cuatro días por el territorio».  

Como citas ineludibles, el Cañón del Río Lobos, o la Laguna Negra, que «estaban a rebosar», según les indicaron los propios clientes. Pero también mucha excursión patrimonial, al castillo de Gormaz, Berlanga de Duero, Soria o El Burgo. «Las procesiones de Semana Santa por la provincia han tenido su tirón». 

Martínez, consejera delegada del hotel Virrey Palafox, explicó que el perfil del visitante ha sido el de una familia con hijos pequeños, pero también parejas de todas las edades. «Hemos registrado muchas familias de la zona que se han juntado estos días para pequeñas celebraciones, y también grupos de amigos que coincidían en Semana Santa y querían reunirse», añadió. 

Turistas a la entrada del monasterio de San Juan de Duero, en la capital soriana. GONZALO MONTESEGURO

Turistas a la entrada del monasterio de San Juan de Duero, en la capital soriana. GONZALO MONTESEGURO

Unos días de mucho trabajo que la vocal de Asohtur espera que no se vean ensombrecidos por los resultados finales. Y es que con los costes disparados ya adelantó que los márgenes no van a ser los mismos que antes de la pandemia: «Hemos conseguido un volumen como en 2019, pero se nos han multiplicado los costes y no los podemos repercutir al cliente, de modo que tendremos que hacer cuentas y ver qué pasa». 

Los hoteles de la capital también han completado sus habitaciones. El Alfonso VIII desde el jueves al sábado y con el miércoles y el domingo al 80%, según señalaron desde la dirección. Además del restaurante, lleno, de modo que tuvo que habilitar una parte de otro comedor que tiene más amplio. Y el Cortabitarte, con 51 habitaciones, casi lleno el jueves y el sábado y al completo el viernes. 

Los alojamientos rurales llevaban sin plazas prácticamente quince días antes de Semana Santa, aunque estaban con miedo a posibles restricciones de última hora, como ocurrió en Navidades, reconoció Beatriz Calavia, presidenta de la Asociación Provincial de Alojamientos Turísticos de Soria (Tursoria). La mayoría de las reservas se centraron en los días festivos, y dependiendo de las Comunidades Autónomas los clientes cerraron días de la primera semana o de la segunda. Destacó que la media de ocupación está entre tres y siete días. «La Semana Santa nos ha dado mucho turismo que ha llegado a Soria con ganas de hacer visitas, probar su gastronomía, conocer el torrezno y descansar en nuestros entornos rurales», explicó Calavia.

Indicó que las zonas que disponen de más alojamientos rurales han recibido más turismo. «No podemos olvidar que sin camas no hay pernoctación y por lo tanto no hay turismo. Hablaremos de visitantes pero no de turistas».

Sí que indicó que desde la pandemia las reservas suelen ser más de última hora. «Las que llegan con mucho tiempo nos obligan a mantener unas medidas de anulación muy flexibles que nos ata de pies y manos; si a última hora deciden cambiar de rumbo no podemos exigirles nada. Si el turista reserva más cerca de la fecha tenemos casi la total confianza de que la reserva llega a buen puerto».

Turistas junto al río Duero a su paso por la capital de Soria. GONZALO MONTESEGURO

Turistas junto al río Duero a su paso por la capital de Soria. GONZALO MONTESEGURO

Según las experiencias de sus clientes los parques naturales y la propia ciudad de Soria han sido los lugares más visitados y recorridos. «El buen tiempo y las ganas de naturaleza han hecho que nuestros senderistas hayan disfrutado de unos días estupendos al aire libre».

El perfil del cliente que reciben los establecimientos rurales también «sigue siendo familiar». Se han reunido varios familiares de distintas unidades de convivencia y Soria ha sido el lugar de encuentro para disfrutar de unos días de vacaciones.

Y adelantó que para el puente de mayo el sector se encuentra ya a un 40 % de ocupación y confió en que sea «muy probable que volvamos a completar», manifestó. No obstante, de momento «está flojito. Para esos días hemos recibido muchas reservas para dos noches como cualquier otro fin de semana. Lo ideal es que para esos días las reservas sean para tres noches».

Dos años después del estado de alarma indicó que el sector «se está estabilizando», registrando picos más altos en período estival, pero ratificó que todavía no se puede hablar de cifras de negocio de antes de la pandemia. A su juicio, la recuperación del sector va a pasar por estabilizar la economía del país, que en este momento se encuentra nuevamente en la cuerda floja por la guerra de Rusia con Ucrania.

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