Caja Rural propone llevar la banca móvil a 40 pueblos más de Soria

Hacer que el mundo rural siga contando con servicios de banca es una de las batallas de las instituciones en su lucha contra la despoblación. Mientras la mayoría de entidades financieras huyen de los pueblos, Caja Rural se ha propuesto mantener e incrementar la atención a los núcleos rurales. Por eso recogió el guante de la Diputación de Soria y ahora propone abordar junto a la institución provincial un plan para que la banca móvil, que ya tiene operativa, llegue a otras 40 localidades sorianas que no tienen acceso a los más elementales servicios bancarios. 

El presidente de Caja Rural, Carlos Martínez Izquierdo, explicó la propuesta que la entidad ha realizado a Diputación en el transcurso de una reunión con los medios de comunicación sorianos. La cita era parte de los encuentros que la Caja realiza con los denominados «grupos de interés» para someter a evaluación su estrategia de Responsabilidad Social Corporativa, algo que viene haciendo desde hace cinco años.

Precisamente dentro de las responsabilidades sociales que se impone Caja Rural de Soria está la de luchar contra la exclusión financiara, lo que le lleva a mantener algunos servicios en el mundo rural que suponen un esfuerzo económico por su falta de rentabilidad económica. En esos casos, la Caja ha priorizado la rentabilidad social, algo que ha marcado diferencias con la competencia –que sigue cerrando oficinas– y en buena parte le ha permitido afianzar el liderazgo en el mercado soriano.

Caja Rural tiene ya en marcha un servicio de banca móvil que atiende a 17 poblaciones, un vehículo que se desplaza por la provincia con un empleado de banca y un guarda de seguridad y que ya ha recorrido 800.000 kilómetros.

A finales del mes de marzo, el presidente de la Diputación de Soria, Benito Serrano, anunció la intención de la institución de invertir en cofinanciar la instalación de cajeros automáticos en pueblos que se han quedado o promover servicios ambulantes.

La Caja ha respondido con un plan que supone poner en marcha una segunda unidad de banca móvil de la entidad. El director general de Caja Rural, Domingo Barca, explicó a la prensa la dificultad de instalar más cajeros, ya que supone una inversión de 25.000 euros en cada máquina y 5.000 euros más del programa informático, a lo que hay que añadir los gastos de mantenimiento que, por ejemplo, supone acudir con personal de seguridad a recargarlo. En la actualidad ya hay cajeros que, con esos costes, dejan a la Caja unos ingresos mensuales en comisiones de solo 200 euros, en número redondos, explicó el director general.

Por eso, Caja Rural apuesta por aumentar el servicio al mundo rural a través de la banca móvil y ahora quiere sumar fuerzas con la Diputación para llegar a más pueblos de la provincia. En la propuesta que explicó Martínez Izquierdo, la Caja, con una oficina móvil más, llegaría hasta los 57 pueblos. La actual se reorganizaría y pasaría a cubrir solo 6, pero para así poder acudir más de un día a la semana. La otra unidad daría servicio a 51 localidades al menos un día a la semana.

De esta forma, Caja Rural pasaría a contar con servicios de banca en 107 puntos en la provincia. En la actualidad tiene repartidos por el territorio soriano (sin contar las oficinas en otras provincias) 29 oficinas con cajero y ocho más que no tienen cajero automático. Además, cuenta con tres cajeros desplazados, en lugares donde no hay oficina, y agencias en 10 localidades. Además, la oficina móvil atiende a 17 localidades y la propuesta a la Diputación supondría incrementar ester servicio hasta 57, con lo que se cubrirían 40 puntos más, hasta totalizar 107 en la provincia.