Heraldo-Diario de Soria

INFRAESTRUCTURAS

El tramo del Temeroso suma 17 kilómetros a la A-11 después de 13 años y 7 ministros

Apertura inminente de un trayecto adjudicado en 2009 con 30 meses de plazo y 65 millones, pero  que ha costado 90 y ha tardado 156 meses

Obras en el tramo Venta Nueva-Santiuste a finales de mayo. GONZALO MONTESEGURO

Obras en el tramo Venta Nueva-Santiuste a finales de mayo. GONZALO MONTESEGURO

Publicado por
J.S.
Soria

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En cuestión de días el Gobierno central abrirá al tráfico el tramo de la Autovía del Duero en Soria entre Venta Nueva y Santiuste, que servirá para salvar el punto negro del Temeroso. Una buena noticia que, sin embargo, no ofrece motivos de celebración. Los 13 años, y 7 ministros, que han pasado desde su adjudicación transformaría en prácticamente una afrenta que la clase política utilizara su puesta en servicio como propaganda de su buen hacer. 

El Venta-Nueva Santiuste que ahora se abre es un nuevo ejemplo práctico de lo que ha sucedido con esta autovía en los últimos 20 años. La licitación del tramo se produjo en diciembre de 2008 y unos meses después, en julio de 2009, se adjudicó el contrato a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Cyopsa-OPR. El presupuesto en aquel entonces era de casi 65 millones de euros. 

La licitación del tramo se produjo con la ministra socialista Magdalena Álvarez al frente de Fomento y se adjudicó cuando otro socialista, José Blanco, acababa de asumir la cartera. Su apertura se situará bajo el mandado de Raquel Sánchez, también del PSOE, pero entre medias han pasado los populares Ana Pastor, Rafael Catalá e Íñigo de la Serna. El listado de ministros que han tenido en sus manos esta obra se completa con el socialista José Luis Ábalos.  

Ya los primeros años avisaron de lo que se venía encima. Entre 2009 y 2010 apenas se avanzó en las obras, pero la intervención seguía viva. Eso cambió radicalmente cuando el socialista José Blanco decretó la tristemente célebre reprogramación de las autovías bajo el paraguas de la crisis. Cierto que la situación económica era crítica, pero no es menos cierto que en otros territorios las obras sí continuaron. En Soria, esa decisión paralizó los 6 tramos de la A-11 que estaban adjudicados. 

Hasta el año 2015 no se levantó el veto a las obras, pero esa decisión, tomada por un Gobierno del PP, tampoco sirvió para acelerar las obras en este punto. Concretamente, el tramo Venta Nueva-Santiuste aún sufrió una ralentización de los trabajos por la ‘aparición’ durante las obras de un trozo de la calzada romana entre Numancia y Uxama (El Burgo) entre 2017 y 2019. Por fin, a principios de 2020 se aprobó el modificado de obras de casi 6 millones que incluía la protección del trayecto imperial. 

De nuevo la intervención tomó velocidad de crucero con la vista puesta en el último trimestre de 2021 cuando se fechó la apertura. Evidentemente, tampoco se cumplió. El tramo estaba prácticamente terminado, a falta de los últimos remates como el pintado y, la última capa de rodadura. En esta ocasión, la realidad meteorológica del invierno soriano, frío y lluvioso, postergó las tareas pendientes hasta la primavera. 

El pasado 5 de mayo el Mitma informaba de que había comenzado los trabajados para la última capa de rodadura. Según las informaciones oficiales, desde ese momento serían necesarias entre 6 y 8 semanas para la puesta en servicio. En estos días incluso se puede observar como los operarios trabajan en turno nocturno para completar la intervención. Si no hay más excusas, en torno a  la segunda mitad de junio los sorianos podrán disfrutar de 17 nuevos kilómetros de la Autovía del Duero.  

Las cuentas una vez más son bastante clarificadoras. Han sido necesarios 13 años para un trayecto cuyo plazo de ejecución, por contrato, era de 2 años y medio. De 30 meses se ha pasado a 156. No solo eso. El coste inicial, como se ha explicado con anterioridad, estaba marcado en casi 65 millones de euros. La factura final supera los 90, es decir, 25 millones más salidos, como no, del bolsillo del contribuyente. 

Durante los últimos 20 años, los representantes políticos de todas las formaciones han unido la Autovía del Duero a palabras como compromiso, irrenunciable o el rimbombante «eje vertebrador de la Comunidad». En los vecinos de Soria, y el resto de Castilla y León, la A-11 es sinónimo de retrasos, excusas, paralizaciones, en definitiva, vergüenza. Una autovía que para muchos es el ejemplo más palpable del abandono institucional que sufre este territorio. 

El desarrollo de la A-11 en Soria es ejemplo de esa desidia. El primer tramo, la variante de El Burgo, se adjudicó en mayo del 2002 y se puso en servicio en diciembre de 2004. La construcción se desarrolló cuando el ministro de Fomento era el popular Francisco Álvarez Cascos. El resumen es fácil. Tras 8 ministros y 20 años, la autovía del Duero en Soria se han completado, sumando los 17  kilómetros del Venta Nueva-Santiuste, un total de 53,8 kilómetros. No se puede decir que el ritmo sea endiablado. Lo peor es que aún quedan otros 54 kilómetros por ejecutar con 11 en obras y otros 43 con un horizonte temporal absolutamente indefinido. 

Este tramo será el cuarto de la A-11 en Soria que se pone en servicio desde 2018, tras la entrada en La Moncloa del PSOE de Pedro Sánchez. Los dos primeros, La Mallona-Venta Nueva y El Burgo-San Esteban se abrieron al tráfico ‘coincidiendo’ con los periodos electorales del 2019, una década después de su adjudicación. Al año siguiente llegó el San Esteban-Langa y ahora se suma el Venta Nueva-Santiuste. Aunque el avance es significativo, aún queda mucho trabajo por hacer en la provincia soriana. El siguiente tramo que se abrirá será el que une El Burgo con San Esteban. Ahora mismo la ejecución está al 66% y la previsión es que pueda abrirse de cara al 2023. 

La eterna ejecución de las obras de la Autovía del Duero a su paso por la provincia de Soria no solo ha tenido una derivada social, sino que el Gobierno también ha tenido que aumentar el gasto que ha supuesto el desarrollo de la infraestructura por culpa de los modificados de obra, las actualizaciones de IVA o las revisiones de precios. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, los materiales o los salarios no eran los mismos en el 2009 cuando los proyectos se adjudicaron que en el 2020 cuando se han ejecutado. Solo entre los tramos en obras y los puestos en servicio en Soria en los últimos años el sobrecoste ha alcanzado los 60 millones, según el propio Gobierno. 

 

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