Heraldo-Diario de Soria

INFRAESTRUCTURAS

Una autovía interminable con ocho tramos bloqueados

En estos momentos hay dos obras abiertas en Valladolid, pero sigue empantanado el trayecto que atraviesa Burgos y la continuación desde la ciudad de Zamora hasta la frontera con Portugal

El tramo Venta Nueva-Santiuste entrará en servicio en junio. GONZALO MONTESEGURO

El tramo Venta Nueva-Santiuste entrará en servicio en junio. GONZALO MONTESEGURO

Publicado por
J.S.
Soria

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Es imposible prever cuando se podrá afirmar con rotundidad que la Autovía del Duero está completamente terminada. La situación actual se resume en que hay dos tramos en obras en Soria –incluido el que entra en servicio en junio–, y otros dos en Valladolid. Sin embargo, en diferentes momentos de la tramitación hay otros dos tramos en Soria, los dos que conectarán Valladolid y Burgos y los cuatro tramos que van desde la ciudad de Zamora hasta la frontera con Portugal. Es la autovía interminable. 

En la provincia de Soria hay actualmente dos tramos bloqueados. El caso del Langa-Aranda de Duero es paradigmático. Llegó a estar adjudicado y en obras y se paralizó junto con el resto de tramos con la reprogramación de 2010 cuando había alcanzado un 5% de ejecución. Sin embargo, en 2015 no volvieron las obras como ocurrió en el resto de tramos sorianos. La quiebra de la adjudicataria, Isolux, obligó a rescindir el contrato, hacer una encomienda a Ineco y todavía hoy se está pendiente de la redacción del proyecto. Se estima que será necesario una inversión de 166 millones para completar los 22 kilómetros que ‘unirán’ Soria y Burgos. 

Aún peores son las perspectivas para el Los Rábanos-La Mallona, el denominado enlace que unirá la A-11 con la A-15 que conecta Soria con Madrid. La última información del ministerio indica que aún es necesario proceder a la actualización y adaptación del proyecto que se aprobó en 2010.  Se estima un coste de 116 millones y cubrirá 20,6 kilómetros. 

El tramo Langa-Aranda conectará con la variante de Aranda abierta al tráfico en el 2015, pero desde ese punto se abre un ‘agujero’ de algo más de 42 kilómetros que conecta la provincia burgalesa con territorio vallisoletano. Se trata del trayecto entre Castrillo de la Vega (Burgos) y Quintanilla de Arriba (Valladolid). Es uno de los tramos más polémicos, y demandando, porque entre otras cosas incluye la denominada variante de Peñafiel. Este tramo realmente se subdivide en dos tramos, que el va desde Castrillo al límite de la provincia de Valladolid y el que va desde el límite de Burgos a Quintanilla. Según la última información facilitada por la Delegación del Gobierno en la Comunidad, en ambos caso se está pendiente de que se licite la actualización del proyecto por lo que aún pasará un tiempo antes que se atisbe el comienzo de las obras. 

Según explicó el ministerio cuando sometió el proyecto a información pública «este tramo concreto de la A-11 se basa en la duplicación de la actual N-122, salvo en la zona de Peñafiel, donde se plantea una variante al sur del municipio». La estimación actual es que la construcción de estos dos tramos suponga una inversión de 325 millones de euros. 

En Quintanilla las obras conectarán con uno de los dos tramos que actualmente están en ejecución en la provincia de Valladolid. Se trata del trayecto entre la citada población y Olivares del Duero. Estas obras están ejecutadas al 15%, según informaron desde la Delegación del Gobierno. Se trata de un trayecto de 14,5 kilómetros que se adjudicó en a mediados del año 2020. El ritmo no es veloz para una obra que prevé una inversión de 98 millones de euros. El trazado se ha diseñado evitando la afección a las bodegas ubicadas al Norte de Valbuena de Duero, a los viñedos existentes en la zona de San Bernardo y al yacimiento de Cabezo de la Dehesilla. El plazo de ejecución es de 36 meses, tres años, por lo que debería estar terminada a finales del próximo verano aproximadamente. Parece muy difícil que estos plazos se cumplan. 

Ese tramo enlaza directamente con otro trayecto en obras, el que une Olivares con Tudela de Duero. La Delegación aseguró que esta intervención ya ronda el 25% de su ejecución. Las obras se adjudicaron en el mes de septiembre del año 2019. El tramo cuenta con una longitud de 20,2 kilómetros y el presupuesto asciende a 79,1 millones de euros. En este caso también el plazo de ejecución, según el pliego, era de 36 meses y tampoco se cumplirá. No hay que olvidar que el tramo Olivares-Tudela se adjudicó 17 años después de la ejecución del segundo tramo de la A-11 sobre suelo de la provincia de Valladolid (el Tordesillas- Villaester), y 18 tras la apertura en 2002 del primero de los tramos (el Valladolid-Tudela de Duero).

Zamora

Además de los tramos que restan para completar la conexión Soria-Valladolid, en la A-11 también se contempla la continuación de la autovía desde Zamora capital a la frontera con Portugal. Se trata de algo más de 70 kilómetros divididos en cuatro tramos. Tampoco hay una previsión exacta sobre cuando podrían empezar las obras. En el caso de los dos primeros trayectos –Zamora-Ricobayo y Ricobayo-Fonfría– la información facilitada por la Delegación indica que todavía se está en proceso de adaptación de los proyectos. 

Con respecto a los dos últimos, el Fonfría-Alcañices y el Alcañices-Portugal, la situación es un poco diferente. Cuentan cada uno con una dotación de 2 millones en los presupuestos y serán los primeros en empezar para evitar la caducidad de la Declaración Ambiental. Aunque, según explicó la Delegación, no se afrontarán el conjunto del tramo, sino que se han desagregado un par de enlaces para poder empezar cuanto antes. La previsión es que de cara a 2023 es que se actúe en la zona de la variante de Alcañices. 

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