DEPURADORA
Fico avanza que la producción de la planta caerá un 31% en junio
La empresa ve «inevitable» la reestructuración y advierte que cualquier trabajador puede verse afectado, aunque aún duda si volverá a pedir un ERTE o aplicará un ERE
Instalaciones de Fico en el polígono de Las Casas. HDS
Malos tiempos para Fico. El mes de junio se antoja clave para el futuro de la factoría. Se van a tomar medidas que afectarán a buena parte de los 660 trabajadores actuales, aunque aún hay dudas sobre la fórmula será un nuevo ERTE, el actual concluye el 30 de junio, o se pasará a un ERE que suponga el despido de decenas de trabajadores. De momento, la empresa adelantó que la producción caerá un mínimo de un 31% en junio.
El pasado lunes la dirección de la planta colgó un nuevo comunicado en la fábrica explicando la situación de la empresa. Esta información llega después de que hace 15 días ya alertara de la caída de ventas y la necesaria reestructuración de entre un 15 y un 25% de la plantilla. El nuevo comunicado no pone cifras, pero sí explica de forma contundente que la empresa pasa por una situación muy compleja.
Desde la empresa indican que en junio, las plantas de Stellanis Vigo y Zaragoza, Renault, y VE Eslovaquia han confirmado «un total de 47 días de parada de producción». A esta situación hay que sumar lo que estos mismos clientes u otros puedan irá confirmando en los próximos días. Estos cierres implican para Fico «una caída de producción como mínimo de un 31% en junio» lo cual «llevará a cancelaciones de jornadas laborales para ajustar los recursos productivos según el descenso de la demanda».
No se prevé un cambio en la situación en a corto o medio plazo, ya que «nuestros clientes siguen sufriendo los mismos problemas de aprovisionamiento de materiales que sufrían el año pasado», una circunstancia agravada con la «escasez de materias primas, el conflicto bélico de Ucrania y los retraso logísticos derivados de los cierres de puertos en China».
Desde Fico inciden en que la situación actual se está gestionado «a través de la aplicación del ERTE» que vence el próximo 30 de junio, pero cuando esta «herramienta» acabe «será inevitable» acometer una «reestructuración» a través de «diversas medidas que se están evaluando» y que «lamentablemente afectará a un porcentaje por concretar de la actual plantilla». En este sentido, advierte de que «no será necesariamente igual en todos los departamentos» ni «tendrá tampoco necesariamente que tener en cuenta factores como la antigüedad, sino que cualquier trabajador se podrá ver afectado por las medidas que decidan adoptarse en ausencia de ERTE».
En los próximos días volverán a reunirse con los sindicatos «con el fin de determinar si es posible continuar con la vía actual», es decir con un ERTE que «garantiza un mantenimiento de puestos de trabajo a la espera que la situación del mercado mejore» o si por el contrario «es preferible adoptar medidas más definitivas que adapten nuestra estructura de este momento en particular, con independencia de que en el futuro pueda mejorar la situación».