Los montes de Soria gozan de animales hermosos como ciervos, corzos o nutrias; y de otros más desagradables como las temidas garrapatas. Incluso las celebraciones festivas en Valonsadero han dejado afectados por estos pequeños 'chupasangres' y la inminente llegada de La Saca invita a ser prudentes. El problema no es la cantidad de sangre que puedan chupar, son las enfermedades que puedan transmitir. Para prevenirlas, Cinfa Salud deja una serie de consejos prácticos.
Las hospitalizaciones por la enfermedad de Lyme, que transmiten algunos tipos de garrapatas, han aumentado un 191,8% en España durante el período comprendido entre 2005 y 2019, según un estudio publicado por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). “Es decir, los ingresos hospitalarios por este motivo, prácticamente, se han multiplicado por tres en quince años. No obstante, las cifras globales de incidencia señalan que esta sigue siendo una enfermedad infrecuente a día de hoy”, resume Julio Maset, médico de Cinfa.
Este incremento puede explicarse por una mayor presencia de garrapatas en los montes y parajes españoles, debido a los inviernos más cortos y otoños más suaves, los cambios en la distribución de las poblaciones animales y la mayor proximidad del ser humano a los hábitats rurales. Y es que las garrapatas son unos parásitos que suelen habitar en zonas boscosas o de hierbas altas, pero también en dehesas y prados, especialmente donde hay ganado, y pueden permanecer adheridas a otros animales, alimentándose. “Por tanto, el riesgo de picadura es mayor si se realizan de manera habitual actividades como jardinería, caza o senderismo, que se practican en áreas con vegetación, y si se convive con animales o mascotas”, continúa el experto.
Las picaduras de las garrapatas suelen ser indoloras y solo en un pequeño porcentaje pueden ser transmisoras de infecciones como la mencionada enfermedad de Lyme o, en menor medida, la fiebre botonosa mediterránea, la fiebre de Crimea-Congo y la tularemia.
Cómo prevenir y actuar ante la picadura de la garrapata:
Camina por el centro de los senderos. Cuando vayas al campo, al monte o a zonas rurales, evita los paseos entre arbustos o vegetación alta, así como sentarte en zonas con mucha vegetación o en prados en los que haya ganado.Lleva calcetines altos, mangas y pantalones largos y calzado cerrado. Otro truco para evitar que las garrapatas entren en contacto con tu piel es introducir la pernera del pantalón dentro del calcetín o, al menos, asegurarte de que este quede bien cubierto.Usa ropa de colores claros. De esta forma, será más fácil localizar si hay alguna garrapata sobre ella.Aplícate un repelente adecuado. Es conveniente que contenga al menos un 20% de DEET (si se aplica sobre la piel) o permetrina (si se aplica sobre la ropa). En ambos casos, sigue las instrucciones del fabricante a la hora de utilizarlo y recuerda que el uso de DEET está desaconsejado en menores de seis años. Si sales con tu animal de compañía, es conveniente que emplees antiparasitarios (consulta a tu veterinario).A la vuelta, revisa tu cuerpo en busca de garrapatas. Inspecciona especialmente las zonas de pliegues (zonas calientes y húmedas), como ingles, axilas, nalgas, ombligo, espalda, región genital, parte posterior de las piernas y detrás de las orejas e incluso el cuero cabelludo, porque son los lugares que prefieren las garrapatas. Usa un espejo o pide ayuda a otra persona. Inspecciona también a tus hijos y mascotas.Dúchate tras cada salida. Hazlo tan pronto como sea posible y usa una toalla blanca o de color claro para secarte. Después, lava la ropa que hayas usado a temperatura elevada (mínimo 60ºC).Extrae la garrapata lo antes posible. Si detectas una picadura, recuerda que cuanto más tiempo pase la garrapata adherida al huésped, mayor será la probabilidad de infección. Por ello, es importante extraer el parásito lo antes posible, sujetándolo con unas pinzas finas y de borde romo lo más cerca posible de tu piel y tirando con suavidad hacia arriba, sin girar las pinzas y sin aplastarlo.No uses remedios caseros en la extracción. Está contraindicado aplicar aceite, vaselina o calor para separar la garrapata de la piel, porque pueden hacer que se esta se contraiga y regurgite, incrementando el riesgo de infección. Además, el objetivo es extraerla por completo, sin partirla.Una vez fuera de tu piel, no la aplastes. Tras extraer la garrapata, en ningún caso la aplastes con los dedos o contra el suelo. Por el contrario, debes guardarla en un bote cerrado con papel húmedo, a fin de analizarla posteriormente si fuera necesario (identificar la especie puede indicar si transmite o no alguna enfermedad).Limpia la zona de la picadura y acude al médico si quedan restos de la garrapata. Usa agua, jabón y antiséptico. Después, lávate exhaustivamente las manos. Y si, en los siguientes días o semanas, aprecias síntomas como dolor, fiebre, rigidez en el cuello, dolor de cabeza o debilidad, busca atención médica y lleva la garrapata guardada en el recipiente para que la identifiquen y analicen.