Huella Trashumante busca poner en valor y divulgar una forma de vida

Aprovechando las actividades realizadas en torno a la programación de ¡Somos trashumantes! ayer Oncala fue testigo de los primeros pasos de la que pretende convertirse en la primera Red de Territorios por la Trashumancia, Huella Trashumante, que nace con una idea muy clara: preservar, defender, apoyar, fomentar y divulgar al sector de la Trashumancia en España, así como todas las actividades relacionadas con este sector.

Raquel Soria, agente de Desarrollo Rural de la Mancomunidad de Tierras Altas de Soria, destacó que ayer «se firmó el acuerdo que se formalizará con el acta de constitución de la asociación y de los estatutos. Un acto en el que estuvieron presentes los socios más transversales debido a la gran trayectoria en materia de investigación y desarrollo que cuentan en el sector como la Asociación Trashumantes y Naturaleza, la Fundación Oxígeno o Cesefor así como los pastores de Tierras Altas, principales protagonistas con Ricardo Pérez, de Navabellida, en representación de todos ellos».

El objetivo, aseguró Soria, «es aunar al mayor número de agentes implicados, tanto públicos como privados, por lo que estamos en contacto con toda la cadena ganadera y sus derivados». La Red pretende ser nacional por lo que también han contactado «con Aragón (Sierra de Albarracín), Gran Carnaria -«que a nivel turístico lo tienen muy bien organizado»- o Extremadura», enumeró sin olvidar que también quieren poner el acento «en la conservación de las vías pecuarias que pueden ser dedicadas al senderismo, por ejemplo», puntualizó.

Y es que, subrayó Soria, desde Tierras Altas «llevamos 12 años trabajando con nuestros recursos pero lo cierto es que en otras partes de España se hacen cosas parecidas. Siempre respetando las singularidades de cada lugar pero bajo el paraguas de la misma realidad», evidenció.

Por este motivo a la red se van adherir entidades públicas y privadas y asociaciones de distintos territorios del mapa nacional que viven y siguen viviendo de la trashumancia y en el que este tipo de economía y actividad sostenible es de vital importancia para su desarrollo y subsistencia en un medio rural cada vez más despoblado.

Para Raquel Soria, «estamos en un momento en el que se impone repensar nuestro actual modelo productivo y en el que se afianza la idea de apostar por actividades sostenibles en el más amplio aspecto de la palabra y resulta paradójico que una actividad como la Trashumancia, que debería estar de moda por el enorme beneficio que aporta a nuestro ecosistema y a nuestra sociedad, se encuentre prácticamente en peligro de extinción».