CAPITAL
El PP denuncia de nuevo el «abandono total» del antiguo hotel Valonsadero
El establecimiento «cada día está más deteriorado» y «se han vuelto a llevar» materiales, por lo que reclama que se encuentre una solución con los empresarios
El PP insistió ayer en la necesidad de encontrar una solución de gestión al antiguo hotel Valonsadero. El concejal Javier Muñoz Remacha denunció de nuevo el «abandono total» de la instalación, un espacio que consideró como un «buque insignia en el monte», en un momento en el que «necesitamos dar más valor al turismo». El concejal refirió que «nos consta que se han vuelto a llevar» materiales y que «cada día está más deteriorado». En este sentido, instó al equipo de Gobierno a que «gestione» y «busque empresarios» que se hagan cargo.
Por ejemplo, reuniéndose con la patronal de la hostelería, Asohtur («les explicas el proyecto») y si no hubiera ninguna firma soriana interesada, «vamos fuera» de la provincia a encontrar un potencial gestor. Desde el PP «no conocemos como tal ningún empresario» que tenga preferencia por el establecimiento del monte.
El concejal popular relató la historia más reciente de la posible gestión, desde que el hotel Valonsadero cerró sus puertas en 2016. Así, en 2018 desde el equipo de Gobierno se indicó la existencia de un pliego para encontrar un gestor, anuncio que se reiteró en 2019. «Estamos todos como estábamos», lamentó el edil, quien estimó que hay una «falta de trabajo» por parte del equipo de Gobierno. El hotel permanece «degradado en todos los aspectos». En 2021 los populares solicitaron una visita al edificio, pero «no nos lo han enseñado», pese a que «queremos verlo para ayudar». Muñoz Remacha habló también del «quebranto» patrimonial «para los sorianos».
El hotel Valonsadero ha sido noticia varias veces tanto por las opciones de gestión como por los robos y destrozos que ha sufrido desde el que el anterior responsable declinó el servicio.
Desde el equipo de Gobierno se ha señalado reiteradamente la existencia de un pliego muy avanzado, así como el abanico de posibles perfiles de trabajo para los empresarios. En los primeros momentos se estimó el atractivo de poder ligar el establecimiento a actividades deportivas, dada su ubicación en el monte y los recursos de rutas y otros para practicar el ejercicio y ver la naturaleza. Después se sopesaron unas condiciones de contratación más abiertas, de manera que los contratistas pudieran plantear un modelo de negocio conforme a su voluntad y expectativas.
Y es que, como en otros recintos de propiedad municipal que se han sacado a licitación, el gestor tendrá que hacerse cargo de una importante inversión, con el tiempo correspondiente para amortizarla. Es lo que sucedió en establecimientos como la Casa del Guarda de la Dehesa, el Kiosco del mismo parque, el bar del Fielato o el bar restaurante del Soto Playa. También se intentó con el antiguo Alameda, ahora centro cultural después de que la licitación quedara desierta y el Consistorio optara por un centro de conferencias y exposiciones.