EDUCACIÓN
Infantil y Primaria regresan a las clases de la nueva normalidad
Los seis alumnos de Villar del Río, de entre 3 y 6 años, estrenan aula después de 4 décadas
Fieles a su cita con las aulas, los alumnos de Villar del Río entraron por la puerta de su nuevo colegio, la vieja escuela del pueblo que llevaba 40 años cerrada. Todo un ritual que va más allá de la mera apertura, que representa la esperanza en la lucha contra la despoblación en una provincia con un largo historial en la materia. Los seis menores, cuatro de primero de Infantil y dos de tercero, de entre tres y seis años, dejaron una imagen para el futuro, que también parece asegurado para su escuela porque «alguno de ellos también tiene hermanos pequeños», mencionó con optimismo Germán de la Orden, el director del Centro Rural Agrupado, CRA, de San Pedro Manrique, al que pertenece la escuela de Villar del Río. Se trata de tres niños y otras tantas niñas, una de ellas desplazada en transporte escolar desde Bretún. Ayer no pudieron contar con su maestra pero ya estará con ellos el lunes para empezar a aprender en un entorno rural que da un plus en contacto con la naturaleza.
Según explicó De la Orden, los menores contarán con profesor desplazado para las clases de música, de religión y de psicomotricidad, desde el CRA, una tónica que comparten el resto de escuelas rurales y que también regresaron ayer a las clases, en esta ocasión a los pupitres de siempre.
Los niños y niñas de la provincia de Soria volvieron ayer a las aulas con una mezcla de sentimientos, risas y alegría por reencontrarse con los amigos y compañeros, lloros por parte de algunos, los más pequeños, con pocas ganas de alejarse de sus padres. En total, las clases recibieron en torno a 7.160 alumnos de Infantil, Primaria y Educación Especial, en un arranque con «normalidad», como apuntó la delegada de la Junta de Castilla y León en Soria, Yolanda de Gregorio, que visitó la nueva aula para niños de 2 y 3 años, de primero de Infantil, en el colegio Fuente del Rey.
En total, se trata de 886 alumnos de primer ciclo de Infantil, 1.898 de segundo, 4.342 de Educación Primaria y 42 de Especializada los que estaba previsto que iniciaran ayer el curso.
En Infantil, los alumnos llegan de forma escalonada, también para facilitar la labor del profesorado y que se adapten a ellos. «Alegrías y lloros, pero como en todos los sitios con la vuelta al cole», afirmó De Gregorio, destacando la labor de socialización y pedagógica que comienza con los más pequeños.
«Me he divertido con ellos, la ternura que transmiten, ha sido un honor», comentó, tras visitar el aula, y resaltó la apuesta de la Junta por conciliar la vida familiar y laboral: «Queremos que el sistema educativo de calidad empiece con estos niños». Añadió que aunque no esté todo el material, las empresas lo tendrán disponible ya en breves fechas, pidiendo «confianza» a las familias, «que van a estar muy bien atendidos, que los educadores son muy buenos y el sistema educativo es muy bueno».
Los chavales regresan a las clases ya sin restricciones covid, aunque se adaptarán las medidas necesarias si lo requiere la situación sanitaria, especificó De Gregorio.
A falta de cerrar definitivamente las cifras, los centros de la provincia contarán con 13.118 alumnos en todos los niveles, 117 más que el curso pasado, un 0,89%. Un aumento que viene impulsado por la incorporación de los menores de 2 y 3 años, nivel educativo que este año estrena gratuidad, ya que se suman 565 alumnos de estas edades en los 41 centros de la provincia habilitados.
Los próximos en volver a clase, el día 14, son los estudiantes de ESO, Bachillerato -ordinario y nocturno- y Formación Profesional Básica.