Heraldo-Diario de Soria

ECONOMÍA

Megara lanza una hucha virtual para ahorrar el excedente de energía solar

La idea de la cooperativa es tener la iniciativa en marcha a principios de año para que los clientes puedan compensar su producción fotovoltaica en otros contratos de los que sea titular

Placas solares

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IRENE LLORENTE YOLDI
Soria

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La cooperativa Megara Energía va a dar un paso más en el ahorro de la factura de la luz, en estos momentos tan importante por su elevado precio, con el lanzamiento del ‘Colchón solar’, una aplicación que ofrecerá a sus clientes para que aprovechen el excedente de producción de sus instalaciones fotovoltaicas y se compense con otros contratos del titular.

El proyecto se llevará al consejo rector de la cooperativa energética el próximo 7 de noviembre con la idea de lanzarlo para principios de año, según adelantó a este periódico el vicepresidente de Megara, Francisco Martín Hidalgo.

Se trata de una iniciativa que ya ofrecen varias comercializadoras y otras empresas para obtener una factura a coste cero de la luz que surgió a raíz del ‘boom’ del autoconsumo a través de placas solares. El elevado precio de la energía y la subida del coste de los combustibles fósiles han provocado un incremento en la demanda de estas instalaciones, dado que se han convertido en una de las mejores alternativas para depender menos de las grandes eléctricas y tener un mayor control energético. Sólo en lo que va de año se han autorizado en Soria 161 proyectos, casi el doble de los que se pusieron en marcha en todo 2021, según los datos del Servicio Territorial de Industria.

Lo cierto es que este incremento se ha hecho más que patente a raíz de las modificaciones producidas en la normativa a través del Real Decreto 244/2019 de 5 de abril, dado que desde entonces la Junta ha registrado en Soria 282 instalaciones, 92 de ellas el año pasado y 161 de enero a septiembre (último dato cerrado), lo que da una idea de la importancia que está adquiriendo el sector en la provincia.

Con este ‘Colchón solar’ el cliente que tenga placas solares contrata esta plataforma y puede derivar sus excedentes de un mes para el siguiente e incluso para compensar con otros contratos de los que sea titular. Hasta ahora el ahorro con las instalaciones fotovoltaicas se enfocaba sobre todo a reducir el gasto y a la contribución medioambiental que el usuario realizaba con las energías renovables. 

“Actúa como una hucha, de ahí lo de la denominación, porque se decía que antiguamente se guardaba el dinero en el colchón sobre todo en los pueblos”, añadió Martín Hidalgo. Así, si uno posee una instalación en un pueblo puede aprovechar los excedentes que en algún momento se generan para dejar al mes siguiente su factura a cero o para minimizar el gasto en otras viviendas donde figure como titular en el contrato de la luz. 

Señaló Martín Hidalgo que en la mayoría de las instalaciones fotovoltaicas en algún momento se produce un excedente que se pierde o no se compensa como se debe. Con esta aplicación virtual se podría incluso regular los propios excedentes sin perder nada de energía. Pero también se puede sobredimensionar la instalación para aprovechar los excedentes para otros contratos y así amortizar incluso antes la inversión. 

Conocidas en otras empresas como baterías virtuales o bolsillos solares son una opción planteada para los particulares (para sus negocios, para sus viviendas o para ambos) para gestionar la energía generada que si no se compensa con el gasto del emplazamiento donde están ubicadas las placas, se ‘pierde’ en la red. En el momento en el que se genera la energía se va a la red de electricidad de la compañía distribuidora que tiene y se une al resto de electricidad que se paga. Y si se produce más energía que la que se gasta, la eléctrica tiene que pagar por el excedente que se aporta. 

Ahí está el problema, ya que se vende a la compañía a un precio mucho más barato, hasta tres veces más, del que el cliente la paga. Con estas baterías virtuales el excedente fotovoltaico se puede utilizar en otro momento del día o en otra vivienda con contrato a nombre del mismo titular. La comercializadora lo que hace es vender los excedentes de su instalación fotovoltaica a otro cliente o a otra comercializadora y lo resta a precio de compra a la factura de la luz que gasta. Por ello, lo único que hay que hacer es pagar una cuota mensual por el servicio de gestión. 

Lo más importante es que “le permite al usuario tener la instalación a pleno rendimiento en todo momento y compartir la energía aprovechando los excedentes”, manifestó Martín Hidalgo. Y consigue un “colchón energético” para cuando lo necesite.

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