GASTRONOMÍA
El membrillo: un manjar y un ambientador natural
Este alimento se recolecta a finales de año y una de sus elaboraciones más conocidas es el dulce de membrillo
El cierre de año es la temporada del membrillo cuya recolección se concentra entre finales de septiembre y hasta el mes de diciembre. En el momento de la maduración los membrillos desprenden un intenso olor por ser una fruta muy aromática y pierden la cubierta de pelos del exterior del fruto. No en vano, por su olor, en muchas ocasiones se utilizan como ambientadores naturales.
En fresco es una fruta de color amarillo, de ciertas similitudes en el aspecto con la manzana y la pera, pero que no se puede consumir en fresco, por su alta acidez y astringencia, además de por la textura poco agradable -y bastante dura- de su carne.
Entre algunas de sus curiosidades, el membrillo era muy valorado por sus propiedades terapéuticas y ya empezó a cultivarse en la antigua Babilonia. Los los romanos solían ofrecer un membrillo a los recién casados como símbolo de suerte y fecundidad. Además, durante la Edad Media se colgaban membrillos en las puertas y ventanas de las casas para ahuyentar los malos espíritus. También fue una fruta muy valorada en las mesas de los monarcas y aristócratas, pues estos lo consumían como símbolo de grandeza.
El membrillo crudo tiene un aporte calórico muy bajo (apenas aporta unas 30 kcal por cada 100 gramos). Su interés nutricional radica sobre todo en su riqueza en fibra soluble (6,5%) a la que se le asocian efectos beneficiosos en caso de gastroenteritis. El inconveniente es que esta fruta se consume sobre todo en forma de dulce de membrillo lo que aumenta de forma notable su aporte calórico.
A pesar de su sabor agrio y su textura desagradable, el membrillo colecciona un buen número de nutrientes, algo que podría catapultarlo a esa categoría tan de moda de los superalimentos. Tiene alto contenido en potasio y fibra por lo que ayuda a regular la tensión arterial, el colesterol y las digestiones. Es un buen alimento para deportistas debido a su alto valor energético. Contiene taninos, que permiten reforzar y proteger el sistema inmunológico y un alto poder diurético, por lo que es un aliado contra la retención de líquidos.
El membrillo tiene una textura áspera y un sabor agrio, y no se puede comer crudo. Existen diversas preparaciones de esta fruta debido a su aroma. Se utiliza para hacer el popular dulce membrillo, que es el producto de cocer la pulpa del membrillo con la misma cantidad (o un poco menos) de azúcar. Esta preparación tiene su origen en la cocina española y se suele comer con queso fresco o frutos secos.