El tramo El Burgo-San Esteban de la Autovía del Duero, al 80% tras 4 años desde que se retomó la obra

Se cumplen cuatro años desde que el tramo de la Autovía del Duero entre El Burgo de Osma y San Esteban de Gormaz retomó su actividad de obra a finales de 2018, después de casi dos paralizado por la entrada en concurso de acreedores de su anterior adjudicataria. Su grado de ejecución ya ronda el 80% lo que evidencia que estará ya en disposición de abrirse el próximo año, no obstante, desde el Gobierno se elude dar fechas. 

Los posibles imponderables del invierno condicionan, y si llegado el momento de extender la capa de rodadura coincide con las bajas temperaturas tendría que aplazarse. Ya ocurrió hace ahora exactamente un año cuando tuvo que retrasarse la apertura del tramo entre Venta Nueva y Santiuste, previsto para 2021y que finalmente no entró en funcionamiento hasta junio, y eso que ya se encontraba al 90% de ejecución. Fue la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, quien confirmó en su momento que la climatología condicionaba las obras: «Están avanzadísimas. Si estuviéramos en primavera sería de manera inmediata, porque podríamos echar la última capa de rodadura que queda, pero estamos en invierno», explicó.

Desde el Gobierno señalan ahora que el tramo entre El Burgo de Osma y San Esteban de Gormaz abrirá «pronto», según recoge una respuesta parlamentaria, y que los trabajos se desarrollan según lo previsto. A lo largo de este 2022 se han invertido en dicha infraestructura 11 millones de euros.

Según una respuesta parlamentaria, el tramo desde la variante de El Burgo de Osma a San Esteban de Gormaz avanza a un ritmo de certificación de algo más de un millón de euros al mes. Es el cálculo que se desprende de los datos de la ejecución de los Presupuestos Generales del Estado de 2022 en relación al único tramo de la Autovía del Duero con obras en curso tras las últimas aperturas y la espera de la reanudación hasta Aranda de Duero. 

Además, el trazado entre El Burgo y San Esteban ha sufrido un incremento del presupuesto debido al encarecimiento de precios de los materiales. En concreto, se encarece un 25% y el presupuesto se eleva a 41 millones tras la revisión de precios aprobada el pasado mes de junio. Los sobrecostes en los contratos de las administraciones llevaron al Gobierno a aprobar medidas para permitir una revisión excepcional de los mismos mediante Real Decreto Ley, lo que ha tenido su reflejo también en la Autovía del Duero.

La actividad en ese tramo es continua y ya se están utilizando las dos calzadas de uno de los sentidos de la futura autovía  para el tráfico habitual en ambas direcciones. No obstante, la climatología determinará los avances y las fechas de apertura. No hay que olvidar que el año que viene es año electoral, con las municipales fijadas para el 28 de mayo y las generales previstas antes de que finalice el ejercicio. 

Desde el Gobierno recuerdan que desde el año 2018 se han puesto en servicio 44 kilómetros de la Autovía del Duero, con lo que cuando se abra el tramo entre El Burgo de Osma y San Esteban de Gormaz serán 55, que se suman a los 9,5 kilómetros de la variante burgense, el recorrido más antiguo, cuya puesta en servicio se remonta a 2004.

El tramo entre la variante de El Burgo de Osma y San Esteban de Gormaz se adjudicó en 2009 con un plazo de ejecución de 33 meses, es decir, tendría que haberse terminado en 2012, hace diez años. La crisis económica paralizó la obra en todos los tramos en ejecución en 2010 y cuando quiso retomarse, la constructora, Assignia Infraestructuras, presentó concurso voluntario en 2016. 

Después de más de año y medio en los que permanecieron paralizadas las obras, el Juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid encargado del proceso concursal autorizó el traspaso del contrato de ejecución a la empresa ASCH Infraestructuras y Servicios. Cuando recibió el encargo, la obra se encontraba al 22,7% de ejecución.

En lo que concierne al tramo entre Langa de Duero y la localidad burgalesa de Aranda de Duero, el proyecto de trazado fue aprobado en el mes de julio pasado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma). Este trámite da luz verde a iniciar los procesos de expropiación y licitación de una obra que debería retomarse el próximo año, tal y como anunció la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. Las obras costarán 167 millones.