CAPITAL
Las candelas judías del Castillo de Soria
Las excavaciones del Castillo descubren una januquilla. Un candelabro ritual de nueve velas asociado a la festividad judía de Janucá, que precisamente se celebra en estos días y que en 2022 acaba el próximo 26.
Un pequeño fragmento de barro que habla desde la profundidad del tiempo para poner ante los ojos a una comunidad desaparecida hace más de cinco siglos. Y no sólo por el paso de las edades, sino porque los judíos de Soria dejaron de habitarla con el decreto de expulsión de los Reyes Católicos. La judería soriana fue muy destacada en Castilla, pero apenas quedan vestigios de ella. Las excavaciones del Castillo han descubierto una januquilla, la lampara ritual que forma parte de la celebración de Janucá. Una festividad que precisamente celebran en estos días los judíos. En Soria, hace mucho, también se encendieron las candelas de esta fiesta.
La festividad se corresponde con el mes de Kislev del calendario lunar bíblico, de manera que su ubicación en el calendario solar varía. En 2022 el ciclo comenzó el 18 de diciembre y concluirá el 26. La januquilla soriana es un fragmento, si bien otras localidades cuentan con una lámpara mejor conservada. En las proximidades de Soria, Teruel cuenta con una pieza completa. En Calatayud se encontró un modelo parecido al de Soria, aunque también fragmentario.
Janucá conmemora la purificación del segundo templo de Jerusalén, según el relato del libro de los Macabeos. Profanado durante la ocupación helenística, los judíos tomaron la capital y el templo y construyeron un nuevo altar. Según la tradición, las luces del candelabro de siete brazos ardieron durante ocho días, aunque sólo contaban con aceite para uno. La januquilla es un candelabro de nueve luminarias que recuerda aquel prodigio. Cada noche se enciende una, hasta el fin de la festividad de ocho días. La novena se emplea para prender las demás.
La januquilla es por ahora uno de los pocos vestigios judíos encontrados en la capital soriana. Se presume que la judería se situó en el Castillo y, si bien la lámpara y otros indicios, apuntan a la conformación de esta noticia, no es posible tener una seguridad sobre ello. La restauración de los muros y la indagación arqueológica sí han dejado claro que Soria se fundó 'ex novo', sin que hubiera una repoblación aparente. El poblamiento del Castillo sugiere en la parte excavada de un asentamiento de artesanos, aunque queda mucho estudio arqueológico para confirmarlo.